De vuelta al deseo (2023)
De vuelta al deseo
”Una mujer exitosa se enamora de un hombre 15 años más joven y enfrenta tensiones y lujuria mientras lidia con un caso decisivo en su vida”
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¿Por qué ver esta película?
Después del éxito de '50 Sombras de Grey', la cinematografía erótica ha ganado destaque y se ha convertido, al igual que en la literatura, en una fuente de éxito. En Netflix, la trilogía polaca '365 días', del cineasta Tomasz Mandes, rápidamente se volvió favorita de los fanáticos de este estilo de película con pocas variaciones: poca historia, poca ropa y poco actuar. Siguiendo el mismo estilo, Mandes también es el nombre detrás de 'Heaven in Hell', otra producción erótica polaca. En la trama, Maks (Simone Susinna) y Olga (Magdalena Boczarska) se enamoran. ¿El problema? Ella es el juez de un caso decisivo en la vida del chico. Desde entonces, entre aciertos y errores, tensión y lujuria, los dos ven cómo el romance se desarrolla de la manera que ya sabemos -solo hay que ver '365 días' para saber cómo van a ser las cosas.
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Sinopsis de la película
Con Simone Susinna, conocido por su papel en la franquicia 365. Una mujer exitosa ve su vida dar un giro inesperado cuando conoce a un hombre 15 años más joven y comienza un romance apasionado.
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365 Días: Aquel día
‘365 días’ (o ‘365 dni’), basada en la saga de libros polaca de Blanka Lipinska y estrenada en 2020, fue un éxito arrollador para Netflix, garantizando la eventual secuela. En la primera parte, Laura (Anna-Maria Sieklucka) es secuestrada por un mafioso siciliano, Massimo (Michele Morrone), y es prácticamente obligada a estar con él a lo largo de un año, hasta enamorarse de él. Pues bueno, en ‘365 Días: Aquel día’, resulta que ya están casados. Massimo todavía tiene sus comportamientos problemáticos, queriendo controlar a la esposa, aunque resulta menos absurda que su predecesora. En un intento por dejar fuera las problemáticas de la primera parte, la secuela se enfoca más en el lado erótico, resultando casi en una producción para adultos, pues casi no hay trama. Ni siquiera hay un intento por cerrar la historia, como sí sucedía con la primera parte. Si te gustó la entrega original, te gustará ‘365 Días: Aquel día’ para ver cómo sigue la relación entre Laura y Massimo, incluso si eso conlleva ver puras escenas eróticas en una producción que medio intenta ser un drama romántico.
365 días más
Se trata de la culminación de la trilogía de Netflix basada en las novelas de Blanka Lipińska. La relación pasional, celosa e intensa de Laura y Massimo llega a su final con 365 días más, después de que Laura fue herida al final de la película anterior. Hay sorpresivos giros que se separan del camino trazado en el material literario original, con nuevos adversarios en el camino de la pareja, además de antiguos personajes regresan para cerrar el ciclo. Eso sí, este romance erótico es tan controversial y problemático como las dos entregas anteriores, así que solo la disfrutarás si eres fan de la saga. Lee nuestra crítica completa en este enlace.
Drama
En llamas
En este drama basado en hechos reales, un padre de familia tiene que proteger a su esposa embarazada y a su hijo en medio de devastadores incendios forestales. En medio del caos, cada segundo es crucial en la lucha contra la fuerza de la naturaleza.
Una vida casi normal
Meeri tiene algunos problemas. Está enamorada del hombre equivocado y su padre es un empresario de pompas fúnebres en busca de una nueva esposa. Pero tiene un talento especial: puede volar cuando está enamorada.
Correr para vivir
En su afán por hacer conciencia sobre la precaria realidad social de ciertos sectores de la población, el cine mexicano tiende a caer en el miserabilismo (o la llamada "pornomiseria"), sea en el documental o en la ficción. La búsqueda de nuestro cine por nuevos horizontes creativos y narrativos es constante, y en el caso de Correr para vivir, el director y coguionista Gerardo Dorantes opta por lo que, en sus convenciones, es un thriller de acción y crimen extrapolado al contexto de los indígenas rarámuris del norte de México, famosos por su tradición de correr (y su extraordinario talento para ello). La trama sigue a dos hermanos: Omero (Vladimir Rivera), que sueña con ser corredor; y Capó (Manuel Cruz Vivas), quien tiene más talento, pero también problemas. Ambos se ven arrastrados a una vida de servicio al narco cuando Capó, para proveer para su novia embarazada, fracasa en un traslado de cocaína. Siendo sinceros, se trata de un buen intento por llevar el cine mexicano hacia otros rumbos que no sean la típica explotación del drama social o el documental antropológico. Sin embargo, la película acaba cayendo en los mismos vicios, representando a la cultura rarámuri desde el exotismo superficial e idealizado, creando entretenimiento a partir de un contexto social real con poca sensibilidad. Lee más en la crítica completa de Correr para vivir.
Downtown Owl
Ambientada en 1983, en el pueblo ficticio de Owl, Dakota del Norte, la historia gira en torno a tres habitantes intangiblemente conectados -Horace, un anciano que pasa las tardes recordando tiempos mejores en la cafetería local, Mitch, un deprimido quarterback suplente de instituto, y Julia, una profesora de inglés del instituto local que se ha mudado recientemente a Owl- cuyas vidas, junto con las de los demás residentes del pueblo, se ven afectadas por una gran tormenta de nieve.
