Ojo dos veces boca (2023)
Ojo dos veces boca
”Luz, una trabajadora de galería, audiciona para cantar ópera en un importante teatro de la Ciudad de México.”
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¿Por qué ver esta película?
Nueva entrega en la serie de cortometrajes Women’s Tales de la marca Miu Miu, que destaca a grandes directoras de la escena mundial. En este caso es el turno de la mexicana Lila Avilés, ampliamente reconocida por la película La camarista. En Ojo dos veces boca (Eye Two Times Mouth) conocemos la historia de Luz, una mujer que trabaja en una galería pero que persigue su verdadera pasión cuando audiciona para cantar ópera en Madame Butterfly. No hace falta ser un conocedor de la ópera para disfrutar del corto: Avilés hace una bella yuxtaposición entre la vida cotidiana de la protagonista y su trabajo para ser artista, lo que da pie a pensamientos sobre el amor que dedicamos a nuestro arte.
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Sinopsis de la película
Luz trabaja en una galería, pero su verdadera pasión es cantar ópera. La convocan a una audición para Madame Butterfly en un importante teatro de la Ciudad de México. Mientras Luz ensaya, sus amigos Lucian y Chío le enseñan a hacer bailar su voz y sus manos. Una geometría divina gobierna el mundo.
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Del mismo director
La camarista
Hay, en el cine mexicano, una tendencia muy marcada a la explotación y el miserabilismo –la llamada pornomiseria– al momento de explorar cuestiones de clase social y desigualdad económica. ‘La camarista’, debut de la cineasta Lila Avilés premiado en el Festival de Morelia y ganador del Ariel a Mejor ópera prima, brilla por evitar esos vicios y proponer un incisivo comentario sobre estas cuestiones. La trama sigue a una joven camarista, Eve (Gabriela Cartol), quien trabaja largas y pesadas jornadas en uno de los hoteles más exclusivos de la Ciudad de México, a costa de cuidar de su hijo. Durante su rutina se codea con colegas, huéspedes claramente más privilegiados –e ignorantes de su situación– que ella, y estudia con miras a conseguir un mejor puesto para darle una mejor vida a su familia. ‘La camarista’ es un discreto pero potente retrato de la soledad, la determinación y la aplastante desigualdad social que se vive en México, que desborda una ironía rabiosa debajo de su forma calculada y meticulosa.
Tótem
Al hablar del dolor personal, el cine mexicano tiene la tendencia (o el vicio, sería más atinado decir) de inclinarse demasiado hacia el melodrama exacerbado, o bien, al miserabilismo más mediocre. Con Tótem, la cineasta mexicana Lila Avilés (premiada en el Festival de Morelia tanto por esta película como por La camarista) nos recuerda que hay otro camino: el de entender, aceptar y sentir. Eso es precisamente lo que nos invita a hacer a través de la historia de Sol (Naíma Sentíes), una pequeña que se reúne con su familia para celebrar el cumpleaños de su padre (Mateo García), quien está demasiado enfermo como para aparecer en la fiesta. Con gran habilidad de guión y una cámara entre furtiva y cómplice, la mirada de Avilés se filtra en la agridulce intimidad de una familia unida por el dolor inminente, revelando poco a poco, y desde la compasión, las formas en que cada persona lo enfrenta. Lee más en nuestra crítica completa de Tótem.
Drama
Correr para vivir
En su afán por hacer conciencia sobre la precaria realidad social de ciertos sectores de la población, el cine mexicano tiende a caer en el miserabilismo (o la llamada "pornomiseria"), sea en el documental o en la ficción. La búsqueda de nuestro cine por nuevos horizontes creativos y narrativos es constante, y en el caso de Correr para vivir, el director y coguionista Gerardo Dorantes opta por lo que, en sus convenciones, es un thriller de acción y crimen extrapolado al contexto de los indígenas rarámuris del norte de México, famosos por su tradición de correr (y su extraordinario talento para ello). La trama sigue a dos hermanos: Omero (Vladimir Rivera), que sueña con ser corredor; y Capó (Manuel Cruz Vivas), quien tiene más talento, pero también problemas. Ambos se ven arrastrados a una vida de servicio al narco cuando Capó, para proveer para su novia embarazada, fracasa en un traslado de cocaína. Siendo sinceros, se trata de un buen intento por llevar el cine mexicano hacia otros rumbos que no sean la típica explotación del drama social o el documental antropológico. Sin embargo, la película acaba cayendo en los mismos vicios, representando a la cultura rarámuri desde el exotismo superficial e idealizado, creando entretenimiento a partir de un contexto social real con poca sensibilidad. Lee más en la crítica completa de Correr para vivir.
Downtown Owl
Ambientada en 1983, en el pueblo ficticio de Owl, Dakota del Norte, la historia gira en torno a tres habitantes intangiblemente conectados -Horace, un anciano que pasa las tardes recordando tiempos mejores en la cafetería local, Mitch, un deprimido quarterback suplente de instituto, y Julia, una profesora de inglés del instituto local que se ha mudado recientemente a Owl- cuyas vidas, junto con las de los demás residentes del pueblo, se ven afectadas por una gran tormenta de nieve.
Cake Una Razón para Vivir
'Cake Una Razón para Vivir' - Claire resulta fascinada con el suicidio de Nina, una mujer que atendía a su grupo de apoyo para dolores crónicos. Mientras descubre más sobre su suicidio y desarrolla una relación cercana con el esposo de Nina, empieza a enfrentar a su cruda tragedia personal.
Miente conmigo
Miente conmigo (Lie with me) - Un emotivo drama francés dirigido por Olivier Peyo, ha sido galardonado con el premio a Mejor Largometraje Narrativo en FilmOut San Diego. La película sigue a un escritor quien regresa a su ciudad natal de Cognac después de 35 años para representar una marca de coñac y se reencuentra con el hijo de su primer amor, papel llevado a cabo por Victor Belmondo, desencadenando una avalancha de recuerdos apasionados de su juventud.
