La mujer que cantaba (2010)
La mujer que cantaba
”Una joven pareja de gemelos canadienses se aventura al Medio Oriente en busca de su padre, desentrañando secretos familiares y enfrentando el conflicto regional.”
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¿Por qué ver esta película?
Antes de convertirse en el director detrás de la aclamada La llegada o de franquicias como Duna, el quebequense Denis Villeneuve hizo olas con este drama y thriller bélico, basado en la obra Incendies de Wajdi Mouawad. La mujer que cantaba comienza cuando dos gemelos acuden al notario para escuchar el testamento de su madre, y no sólo descubren que tienen un hermano, sino que su padre sigue vivo. Lo que sigue es un recorrido por la dolorosa vida de su madre, quien padeció los horrores de una guerra en Medio Oriente antes de llegar a Canadá, aunque las verdades detrás de sus experiencias son aún más terribles y dolorosas. La mujer que cantaba es un excelente thriller que revela sus misterios de manera dosificada, en los momentos justos, logrando un impacto que se queda contigo mucho tiempo después de los créditos.
Lalo Ortega
Editor de Filmelier
Sinopsis de la película
Los gemelos canadienses Simon y Jeanne viajan al Medio Oriente para conocer a su padre después de la muerte de su madre. Allí descubren que la fortuna de su familia está vinculada al conflicto de la región.
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Del mismo director
Un 32 de Agosto en la Tierra
Se trata del largometraje debut como director del quebequense Denis Villeneuve, quien pasaría a ser reconocido mundialmente por dirigir películas como ‘Sicario: tierra de nadie’, ‘La llegada’ y ‘Duna’, entre otras. ‘Un 32 de Agosto en la Tierra’ sigue a una mujer que, luego de sufrir un accidente que casi le quita la vida, comienza a replantearse todo y decide que quiere ser madre, para lo que pide a un amigo suyo que la embarace, con la condición de que la concepción debe suceder en el desierto, así que viajan hacia Salt Lake City desde Montreal. Es una premisa un tanto excéntrica y una historia de “amor” muy poco convencional, pero en la que su director ya demuestra una gran habilidad para decir muchísimo con la puesta en escena, y apenas los diálogos necesarios. Una película de carretera o “road movie” en clave más trascendental y ambigua de lo que vendría después en la filmografía de Villeneuve.
Intriga
Dirigida por el quebequense Dennis Villeneuve (de la impactante ‘La mujer que cantaba’), ‘Intriga’ (‘Prisoners’) es su primera producción en inglés. Aunque puede parecer en la superficie un thriller policiaco como tantos que abundan en el cine estadounidense, no sólo está grandiosamente realizado a partir de la visión naturalista de su director y del legendario fotógrafo Roger Deakins (nominado al Oscar por esta película), sino que el guion de Aaron Guzikowski (en su segunda película después de ‘Contrabando’) es capaz de llevar a la audiencia más allá que las típicas películas del género, a sitios muy oscuros y perturbadores de la voluntad y la moral humana. El elenco está repleto de grandes actores que realizan un excelente trabajo (entre ellos, Viola Davis, Terrence Howard y Melissa Leo), pero merecen mención especial Hugh Jackman, Jake Gyllenhaal y Paul Dano.
Sicario: Tierra de nadie
Según el director, Denis Villeneuve, ‘Sicario: Tierra de nadie’ fue concebida en la cúspide de la violencia del narco en Ciudad Juárez, por lo que es una especie de retrato ficticio de esos oscuros días. La película fue seleccionada para competir por la Palma de Oro del Festival de Cannes, y destaca por la bella fotografía de Roger Deakins (quien también ha colaborado con el director en ‘Intriga’ y ‘Blade Runner 2049’).
La llegada
Basada en la novela corta ‘La historia de tu vida’, de Ted Chiang, ‘La llegada’ es una película de Denis Villeneuve tan entretenida en la superficie como profunda en sus reflexiones. Con el pretexto de una posible invasión alienígena, la historia aborda temas sobre la naturaleza del lenguaje, y su rol en la manera en que nos organizamos y concebimos el mundo. Todo por conducto de una hermosa actuación de la siempre brillante Amy Adams, en una de las mejores películas de su carrera y del género de ciencia ficción.
Blade Runner 2049
Es un acto difícil continuar uno de los clásicos de culto más grandes en la historia del cine, y en muchas instancias también es uno innecesario. Esto podría argumentarse respecto a ‘Blade Runner 2049’, pero por fortuna, el libreto escrito a cuatro manos por Hampton Fancher (coguionista de la original ‘Blade Runner’) y Michael Green, junto con la brillante dirección de Denis Villeneuve, logran un filme que logra expandir las ideas de la primera parte, si acaso tiene algunos problemas de ritmo. El enfoque en los replicantes como protagonistas de la historia nos presenta, paradójicamente, con nuevas reflexiones sobre la humanidad, la compasión, y el rol de la memoria en la formación de una identidad y un propósito más profundo. Lo anterior debe ser suficiente para cualquier fan de la ciencia ficción (o del original clásico de Ridley Scott), pero si no, bastan otros dos motivos: la música de Hans Zimmer y Benjamin Wallfisch, y la cinematografía del legendario Roger Deakins, quien por fin recibió el primer Oscar de su ilustre carrera gracias a esta película
Duna
Denis Villeneuve ya puede ser considerado uno de los grandes nombres de la ciencia ficción del cine. Luego de ‘La llegada’ y ‘Blade Runner 2049’, el director quebequense adapta uno de los libros más complicados y esenciales del género: ‘Duna’ (‘Dune’), de Frank Herbert, que en 1984 ya tuvo una versión cinematográfica gracias a la mente surrealista de David Lynch, que no fue bien recibida (aunque tiene sus méritos). La versión de Villeneuve consigue impresionar por su belleza y su desarrollo, que embellecen a la narrativa incluso más que la obra literaria. A lo largo de casi tres horas, seguimos el viaje de Paul Atreides (Timothée Chalamet) en el planeta Arrakis, también conocido como Duna, un lugar mortal que es la única fuente de una preciada especia que dicta las reglas de la galaxia. La película mantiene un buen ritmo, no cansa a pesar de su duración, y consigue equilibrar sus escenas más poéticas con las de acción. Funciona muy bien como introducción a la trama, pues adapta sólo la primera parte del libro. Si por alguna razón el guion no te atrae, el apartado visual de la película sin duda te dejará impresionado. ‘Duna’ también trae un subtexto político muy fuerte, que fácilmente hace alusión a las disputas territoriales por el petróleo en Medio Oriente. Mira también la secuencia de la obra, 'Duna: Parte dos'.
Duna: Parte Dos
Tres años después de la primera parte, la influyente –y hasta ahora, “inadaptable”– novela de ciencia ficción de Frank Herbert, Duna, finalmente ha sido adaptada completa y con éxito al cine con la llegada de Duna: Parte 2 (Dune: Part 2), dirigida por Denis Villeneuve. La historia continúa donde nos dejó la primera parte: Paul Atreides (Timothée Chalamet) y su madre, Lady Jessica (Rebecca Ferguson) se ocultan en el peligroso desierto del planeta Arrakis con los nativos Fremen, cuyas costumbres deben aprender mientras intentan encontrar una forma de oponerse a los Harkonnen. En el proceso, Paul luchará contra el destino creado para él como el Lisan al Gaib, destinado a liberar a los Fremen… con un gran costo. Se trata de una conclusión adecuadamente espectacular para la adaptación iniciada por Villeneuve tres años antes, con aciertos como el tratamiento del personaje de Zendaya, aunque también con algunos tropiezos que le restan emotividad al relato. También deja claros los límites del cine industrial, que incluso a pesar de sus enormes recursos –o quizá debido a ellos– está limitado para adaptar la enorme complejidad de la novela. Lee más en la crítica completa de Duna: Parte 2.
Drama
Una vida casi normal
Meeri tiene algunos problemas. Está enamorada del hombre equivocado y su padre es un empresario de pompas fúnebres en busca de una nueva esposa. Pero tiene un talento especial: puede volar cuando está enamorada.
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En su afán por hacer conciencia sobre la precaria realidad social de ciertos sectores de la población, el cine mexicano tiende a caer en el miserabilismo (o la llamada "pornomiseria"), sea en el documental o en la ficción. La búsqueda de nuestro cine por nuevos horizontes creativos y narrativos es constante, y en el caso de Correr para vivir, el director y coguionista Gerardo Dorantes opta por lo que, en sus convenciones, es un thriller de acción y crimen extrapolado al contexto de los indígenas rarámuris del norte de México, famosos por su tradición de correr (y su extraordinario talento para ello). La trama sigue a dos hermanos: Omero (Vladimir Rivera), que sueña con ser corredor; y Capó (Manuel Cruz Vivas), quien tiene más talento, pero también problemas. Ambos se ven arrastrados a una vida de servicio al narco cuando Capó, para proveer para su novia embarazada, fracasa en un traslado de cocaína. Siendo sinceros, se trata de un buen intento por llevar el cine mexicano hacia otros rumbos que no sean la típica explotación del drama social o el documental antropológico. Sin embargo, la película acaba cayendo en los mismos vicios, representando a la cultura rarámuri desde el exotismo superficial e idealizado, creando entretenimiento a partir de un contexto social real con poca sensibilidad. Lee más en la crítica completa de Correr para vivir.
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