Abigail es la muestra de que hay que seguir la pista al dúo de directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, sobre todo cuando tiene material original en sus manos (también dirigieron
Scream 5 y
6, con resultados irregulares).
Abigail es una película que logra balancear el terror y la tragedia de sus personajes con lo absurdo de su premisa, gracias a un ingenioso guión que juega con las convenciones de la literatura vampírica, una dirección cuidadosa y un elenco fenomenal (liderado por la mexicana Melissa Barrera y por Dan Stevens) que saca todo el provecho a sus papeles. La trama sigue a un grupo de secuestradores llamados a ejecutar un delicado trabajo: secuestrar a la hija de un millonario para pedir rescate. Sin embargo, todo resulta ser una trampa: bajo la apariencia de una niña de 12 años, la víctima es, en realidad, una vampira ancestral a la que le gusta jugar con su comida. Al igual que
Boda sangrienta (
Ready or Not) en su momento, esta es una película consciente de sí misma, llevando su historia y violencia a los límites más absurdos y divertidos sin caer en la autoparodia. No cambiará la historia del cine de terror, pero es una opción excelente (y hasta elegante para una película del género, me atrevería a decir) para divertirte en la sala de cine con amigos.