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¿Por qué ver esta película?
‘IT: Capítulo 2’ es la demostración de que más no siempre significa mejor, pues la película arrastra buena parte de su prolongado segundo acto. La novela de Stephen King siempre ha sido considerada uno de sus trabajos más difíciles de llevar a la pantalla, y con la segunda parte el director Andy Muschietti logra un resultado no impecable, pero sí satisfactorio al repetir la fórmula de la primera: un casting inigualable y un guión que, en su mayoría, se despoja de sus elementos místicos más abstractos para acercarse más a un blockbuster tradicional. Es una digna conclusión a la bilogía, pero por diseño es muy distinta a su predecesora, así que no esperes tanta tensión y sustos fáciles. El tema de la película es la catarsis, así que el humor está a la orden del día, a veces en exceso y hasta de forma involuntaria. Se perdona por la dupla de oro formada por Bill Hader y James Ransone.

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Veintisiete años después de su encuentro con el terrible payaso Pennywise, los niños del “Club de los perdedores” ya son adultos con vidas lejos del oscuro pueblo de Derry. Sin embargo, un brutal asesinato será el llamado para regresar, enfrentar sus demonios y terminar con el mal que juraron derrotar.
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It (Eso)
Luego de la popular (y seamos honestos, irregular) miniserie de 1990 protagonizada por el gran Tim Curry, el director argentino Andy Muschietti (‘Mamá’) tenía un trabajo difícil en sus manos. A pesar de que también se trata de una de las novelas más complicadas de Stephen King, considerada “inadaptable”, el director obtiene un gran resultado con la primera parte de la historia, gracias a un casting perfecto, tensión perfectamente calculada y un guión que simplifica la historia (y dispone de sus elementos místicos más complicados, además de otros más controversiales). De paso, ésta se traslada de los años cincuenta de la novela original a la década favorita de los nostálgicos del siglo XXI: los ochenta. Así que ojo a todas las referencias de la cultura pop de la época.

Flash
Después de años de producción y rodeada de controversias, finalmente la película del velocista escarlata llega a las grandes pantallas para cerrar el Universo Extendido de DC tal como lo conocemos hoy. Ezra Miller (Tenemos que hablar de Kevin) asume el manto del héroe en un doble papel, y tenemos el esperado regreso de Michael Keaton como Batman. Es una película divertida y emocionante, con secuencias caricaturescas, un puñado de buenas ideas y más originalidad que la mayoría de las producciones recientes que encontramos en el Universo Cinematográfico de Marvel. La película se tambalea un poco hacia el final, con algunas resoluciones que suenan un tanto inconclusas, y tuvo la mala suerte de estrenarse solo dos semanas después de Spider-Man: A través del Spider-verso, con una temática muy similar. Aun así, definitivamente tiene un gran corazón y debería alegrar a los fans del estudio que esperaron tanto tiempo. Destaca especialmente el elenco, que derrocha química, y Andy Muschietti (director de las películas de It (Eso), de Stephen King), quien asumió el trabajo con mucho compromiso y dedicación. Lee la crítica completa aquí.
Terror

Viernes Negro
Entre tantas producciones de terror, es difícil destacar con una buena trama o la suficiente creatividad audiovisual. Es complicado, también, lograr el delicado balance entre humor y violencia para crear una comedia de horror efectiva. Luego de algunos experimentos fallidos (inclusive en otros géneros), el director Eli Roth (Hostal) regresa a sus raíces –y a lo básico– con un festín de gore y un humor retorcido, pero efectivo. En Viernes negro (Thanksgiving), una tragedia durante el día festivo estadounidense incita la aparición de un asesino serial inspirado en el Día de Acción de Gracias. Cuando comienzan a surgir víctimas de sus violentos crímenes en un pueblo de Massachusetts, los pobladores deben descubrir su identidad antes de que sea tarde. Una historia ya conocida, pues, pero con un comentario social ingenioso y, sobre todo, un nivel de violencia tan extremo como ridículo y divertido, que seguro dejará satisfechos a los fans del gore y del director.

Juega o muere
Salem es una ciudad que desafía al tiempo. Principal referente cuando se trata de brujas en los Estados Unidos, el lugar todavía es recordado hoy en día en historias de horror y es escenario de películas que evocan el pasado infame de la ciudad. Este es el caso de Juega o muere (Fun and Games) una película de terror que sigue a un grupo de adolescentes de Salem que descubre un cuchillo maldito que libera a un demonio, obligándolos a participar en versiones terribles y mortales de juegos infantiles donde no puede haber ganadores, solo sobrevivientes. Protagonizada por Natalia Dyer (Stranger Things) y Asa Butterfield (Sex Education), la película no aporta nada nuevo al género, reproduciendo elementos que hemos visto cientos de veces en la pantalla grande, pero que aún así pueden resultar entretenidos, especialmente para esos grupos de amigos que van al cine a ver películas de terror y reírse mientras saltan de sus asientos.

Nefarious: La palabra del diablo
El día de su ejecución programada, un violento asesino en serie recibe una evaluación psiquiátrica. Durante la misma, afirma que él es un demonio y que, antes de que se termine su tiempo, el psiquiatra cometerá tres asesinatos.

Sick
La mejor forma de describir a Sick es como una película de terror de plena era pandémica. Dirigida por John Hayms (Sola) y coescrita por Kevin Williamson (Scream) y la debutante Katelyn Crabb, la película trata de un grupo de adolescentes que deciden pasar la cuarentena de la pandemia aislados en una remota casa de campo, sólo para ser invadidos por un asesino. Sin reinventar la rueda, Sick es un excelente slasher con una divertida consciencia de sí mismo, que además de ser una perfecta cápsula del tiempo para un periodo incómodo de nuestra historia, dejará satisfechos a los fans del género.
