Ya no estoy aqui (2019)
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¿Por qué ver esta película?
Del cineasta Fernando Frías de la Parra (director de la serie ‘Los Espookys’, de HBO), ‘Ya no estoy aquí’ es la ganadora del Premio al Mejor largometraje mexicano y el Premio del Público en el Festival de Cine de Morelia 2019, además de haber sido seleccionada en el Festival de Cine de Tribeca 2020. La historia, situada en el norte de México, sigue a un adolescente que se identifica como “cholombiano”, un movimiento contracultural hoy casi extinto por la violencia del narcotráfico, y que mezcla la estética de los cholos con la influencia cultural de décadas de migración colombiana, en particular la afición por la cumbia rebajada.Filmada en Monterrey y en Nueva York, ‘Ya no estoy aquí’ es una historia que toca un amplio abanico de temas, obviamente comenzando con la nostalgia por el hogar, además de la sensación de no pertenecer en un nuevo sitio por la que atraviesan muchos migrantes, sea cual sea su país de origen. También explora la vida de la juventud en una sociedad discriminatoria en la que, además, dicha marginación es acentuada por la pertenencia a grupos contraculturales y por la creciente criminalidad. Sin llegar a caer en el morbo ni recrudecer innecesariamente su mirada realista a una situación actual, esta es una película que, por medio de la empatía, ofrece una mirada auténtica a las complejidades de la identidad.
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Sinopsis de la película
En Monterrey, México, el adolescente Ulises pasa sus días escuchando cumbia rebajada y bailando en fiestas con sus amigos de pandilla, “Los Terkos”. Él intenta protegerlos de la creciente violencia del narcotráfico, pero un malentendido con un cártel local lo obliga a huir de su país y ocultarse en Estados Unidos.
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No voy a pedirle a nadie que me crea
El cineasta mexicano Fernando Frías de la Parra (de la multipremiada Ya no estoy aquí) está de regreso con una adaptación de una autoficción: la novela No voy a pedirle a nadie que me crea, de Juan Pablo Villalobos. En ella, el autor (interpretado aquí por Darío Yazbek Bernal, Nuevo orden) tiene planeado viajar a Barcelona junto con su novia (Natalia Solián, Huesera) para estudiar literatura. Sin embargo, días antes, un grupo criminal irrumpe en su vida para forzarlo a realizar un importante negocio en la ciudad española, convirtiendo su estancia allá en una especie de novela negra. Con un lenguaje más propio de la ficción que en su película anterior (que rozaba con el documental), Frías nos propone aquí una entretenida ficción con una divertida conciencia metatextual. Podría no ser adecuada para quienes prefieran narrativas más convencionales, pero quienes busquen lo contrario la disfrutarán muchísimo.
Drama
Correr para vivir
En su afán por hacer conciencia sobre la precaria realidad social de ciertos sectores de la población, el cine mexicano tiende a caer en el miserabilismo (o la llamada "pornomiseria"), sea en el documental o en la ficción. La búsqueda de nuestro cine por nuevos horizontes creativos y narrativos es constante, y en el caso de Correr para vivir, el director y coguionista Gerardo Dorantes opta por lo que, en sus convenciones, es un thriller de acción y crimen extrapolado al contexto de los indígenas rarámuris del norte de México, famosos por su tradición de correr (y su extraordinario talento para ello). La trama sigue a dos hermanos: Omero (Vladimir Rivera), que sueña con ser corredor; y Capó (Manuel Cruz Vivas), quien tiene más talento, pero también problemas. Ambos se ven arrastrados a una vida de servicio al narco cuando Capó, para proveer para su novia embarazada, fracasa en un traslado de cocaína. Siendo sinceros, se trata de un buen intento por llevar el cine mexicano hacia otros rumbos que no sean la típica explotación del drama social o el documental antropológico. Sin embargo, la película acaba cayendo en los mismos vicios, representando a la cultura rarámuri desde el exotismo superficial e idealizado, creando entretenimiento a partir de un contexto social real con poca sensibilidad.
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'Cake Una Razón para Vivir' - Claire resulta fascinada con el suicidio de Nina, una mujer que atendía a su grupo de apoyo para dolores crónicos. Mientras descubre más sobre su suicidio y desarrolla una relación cercana con el esposo de Nina, empieza a enfrentar a su cruda tragedia personal.
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