El gran dictador

Una de las grandes (y más famosas) películas de Charlie Chaplin, una crítica al nazismo y al fascismo estrenada en 1940 –época en la que los Estados Unidos aún no habían entrado a la Segunda Guerra Mundial, y todavía no se conocían los horrores del Holocausto–. Sin recelos, Chaplin utiliza su característico humor para criticar a los líderes de aquel régimen, y también para brindar una lección: que todos somos iguales, sin importar si somos blancos, negros o judíos, dictadores o barberos. La película nos dio escenas icónicas (como la de Hynkel jugando con el globo terráqueo) y un discurso final apasionado, con una lección de unión y democracia que todavía suena (terriblemente) actual.

Renan Martins Frade

Ex editor en jefe de Filmelier

Por sus escenas inolvidables y porque es un cine que se extraña hoy en día.

Salomón Askenazi

Cineasta mexicano