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¿Por qué ver esta película?
Un cortometraje cómico del cineasta queer Alexis Langlois. ‘Los demonios de Dorothy’ (evidente guiño a ‘El Mago de Oz’) es una sátira frontal de la cultura mainstream heteronormada, pues cuenta la historia de Dorothy, una cineasta independiente apasionada por hacer comedias de horror queer revolucionarias, aunque su productora le pide hacer cosas más tradicionales, que vendan boletos. Una bomba de humor camp encapsulada en media hora de metraje, que se burla de los convencionalismos temáticos y estéticos de la cultura popular que consumimos.

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Nuestras recomendaciones
Dorothy es directora de cine, aunque es un poco perdedora. Una noche, luego de unas cervezas, se aventura a escribir un guión, pero recibe una llamada de su productora que le corta la inspiración: basta de comedias queer, hay que hacer películas comerciales. Para evitar caer en la desesperación, se refugia en su serie favorita ‘Romy the Vampire Slayer’. Sin embargo, sus demonios no tardan en encontrarla.
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Terror, Sisters!
Del cineasta queer Alexis Langlois, ‘Terror, Sisters!’ es un alucinante cortometraje satírico que sigue a cuatro amigas transgénero que planean su venganza contra los insultos transfóbicos de los que son víctimas constantes. Un coctel ambicioso que mezcla venganza, fantasía y humor camp como vehículo para sus críticas a la opresión cisgénero.
Comedia

Wobble Palace
Película estadounidense de presupuesto diminuto que, situada en la víspera de la “era Trump” de Estados Unidos, pretende ser una cápsula del tiempo de la generación millennial, con todas sus excentricidades y complicaciones económicas, relacionales e identitarias. Wobble Palace sigue a una joven pareja al borde del colapso (ella queer y él, hetero), por lo que deciden separarse. Excepto que no lo hacen del todo: deciden dividir la casa que compartían los fines de semana, para así probar su vida separados. La película tiene varios momentos hilarantes y algunas revelaciones sobre las contradicciones de la generación. Con menos de hora y media de duración, es una opción divertida si buscas algo interesante y distinto.

La ley de Herodes
Probablemente la película que acabó de colocar a Luis Estrada en el mapa como uno de los principales exponentes de la sátira política en el cine mexicano, que refinaría después con propuestas como El infierno. Estrenada en 1999, ocaso del régimen de 70 años bajo el Partido Revolucionario Institucional (PRI), La ley de Herodes es ya un clásico que, en su microcosmos, expone cómo funciona el corrupto –y absurdo– sistema de la política mexicana bajo los dedazos, compadrazgos y el cinismo del partido. La historia se sitúa en el remoto y pobre pueblo de San Pedro de los Saguaros en 1949, cuando los habitantes ejecutan a su alcalde por intentar robar el dinero municipal. El PRI, de cara a unas importantes elecciones, decide poner a Juan Vargas (Damián Alcázar, en la primera de sus fructíferas colaboraciones con Luis Estrada) como un alcalde “títere” para controlar la situación entretanto. Pero las buenas intenciones iniciales de Vargas pronto se ven corrompidas por las retorcidas dinámicas de poder en el pueblo y en el partido, naturalmente resultando en un desastre.

¡Que viva México!
El director Luis Estrada (La ley de Herodes, El infierno, La dictadura perfecta) ya es bien conocido por sus sátiras sociales y políticas, y ¡Que viva México! se suma a su filmografía en la misma línea, contando la historia de un hombre de clase media (Alfonso Herrera), quien viaja con su esposa (Ana de la Reguera) e hijos a su ruinoso pueblo natal de La Prosperidad, donde su pobre familia lo espera para saber sobre la herencia que le ha dejado su abuelo. La película aborda aquí, de forma superficial y un tanto problemática, los conflictos, prejuicios y resentimientos de clase, sin llegar a plantear reflexiones y perpetuando muchos estereotipos. Con su duración por demás extensa, quizá valdrá más la pena para los seguidores más acérrimos de Luis Estrada. Lee más en nuestra crítica de ¡Que viva México!

Si tuviera 70
Después de una fin de semana muy salvaje, Rita (Diana Keaton) se da cuenta que tienes 40 años más. Sin desearlo ahora tendrá que convivir con su yo de 70 años de edad. Totalmente nos recuerda a ‘13 Gone 30’ , el miedo, la poca pericia y el inevitable paso de la edad hacen de esta comedia una gran opción para reír y divertirse.
