Buena suerte Leo Grande

Nancy Stokes (Emma Thompson) es una mujer que, ya en la tercera edad, todavía no sabe lo que es un orgasmo. A pesar de haber estado casada durante décadas, el sexo era sólo burocrático y rutinario, con un marido que se rehusaba a ciertas cosas, a pesar del deseo de su mujer. Así que, después de la muerte de su marido, ella toma una decisión: tener una relación con Leo Grande (Daryl McCormack), un terapeuta sexual que contrata para un encuentro. Así comienza Buena suerte, Leo Grande (Good Luck to You, Leo Grande), una película con todo el aspecto de haber sido filmada durante la pandemia y con clara influencia teatral, pues casi todas sus secuencias se desarrollan en un cuarto de hotel. Su historia tiene un enfoque muy específico: hablar sobre la sexualidad. Incluso si la cuestión del sexo en la tercera edad es el hilo conductor (y el corazón) de la película, hay toda una reflexión sobre la imagen social y el sexo. Con esto entre manos, la guionista Katy Brand (Under One Roof) y la directora Sophye Hyde (Amistades salvajes) llevan esta conversación a lo largo de tres encuentros entre los personajes –uno de los grandes aciertos de la película, pues va mostrando el desarrollo de Leo y Nancy en el tiempo–. Es una película importante, más que buena o emocionante, que muestra las reflexiones que el cine puede provocar con un diálogo, una escena o una idea. McCormack y Thompson saben dar complejidad a sus personajes en momentos que transcurren entre la fragilidad y el deseo. Y aún más, hay que destacar que Thompson lo entrega todo en la última escena de la película, una de las más bellas y valientes del cine de 2022.

Matheus Mans

Editor de Filmelier