Tráiler
¿Por qué ver esta película?
La tercera entrega oficial en la saga de Los Cazafantasmas, Ghostbusters: El legado, fue una secuela que funcionó por su carácter nostálgico y autorreferencial: reconocía el paso de tanto tiempo y la separación del grupo original (delante y detrás de cámaras), haciendo un homenaje y un pase de estafeta a una nueva generación. La secuela parece arrojar todo eso por la ventana. Ghostbusters: Apocalipsis fantasma (Ghostbusters: Frozen Empire) continúa la historia de Phoebe Spengler (Mckenna Grace) y su familia como los nuevos Cazafantasmas, de regreso en Nueva York para combatir lo paranormal. Sin embargo, poco a poco, comienzan a surgir subtramas que involucran a personajes nuevos (Kumail Nanjiani es uno de los mejores) como a otros ya introducidos en la nueva generación, pero también un regreso de casi todos los personajes clásicos. El resultado es una maraña innecesariamente complicada de subtramas y una sobrecarga de personajes, lo que acaba diluyendo el impacto de las ideas más divertidas y emotivas de la película. No es un desastre, pero en definitiva hubiera funcionado mejor si hubiese abrazado el espíritu renovador de su predecesora para dejar ir el pasado. Lee más en la crítica completa de Ghostbusters: Apocalipsis fantasma.
Filmelier
Nuestras recomendaciones
Sinopsis de la película
En Ghostbusters: Apocalipsis Fantasma, la familia Spengler vuelve al lugar donde todo comenzó, la icónica estación de bomberos de la ciudad de Nueva York, para unirse con los Cazafantasmas originales, quienes han creado un laboratorio de investigación ultrasecreto para llevar al siguiente nivel la cacería de fantasmas. Pero cuando descubren un antiguo artefacto, se desata una fuerza maligna y los nuevos y antiguos Cazafantasmas deben unir fuerzas para proteger su hogar y salvar al mundo de una segunda Era de Hielo.
Compartir
¿Quieres asistir algo diferente?
¡Asista a películas completas ahora mismo!
¡Dale play y sorpréndete!
Dónde ver?
Del mismo director
El chico que salvó la Navidad
‘El chico que salvó la Navidad’ (‘A Boy Called Christmas’) exuda la energía de las fiestas de fin de año. Es una película tierna y reconfortante, agradable para ver en familia. La historia narra la aventura de Nikolas, un chico que sale en busca de su padre acompañado de un reino y un ratón de mascota, y lo encuentra en la mágica aldea de los elfos. La película reinventa la historia de Santa Claus, de una forma encantadora y deslumbrante. Similar a la aclamada ‘Klaus’, esta es otra joya navideña de Netflix que figurará entre los nuevos clásicos de fin de año.
Aventura
Tornados
Tornados (Twisters), como sugiere su título, es una secuela de la clásica Tornado de 1996, y si bien su trama no tiene un vínculo directo con la de su predecesora, cuenta prácticamente la misma historia, con algunos cambios y actualizaciones. Situada en la época actual, la trama sigue a Kate (Daisy Edgar-Jones, de Fresh), una meteoróloga que, desilusionada por una tragedia con un tornado en el pasado, vive en Nueva York con un trabajo de escritorio. Sin embargo, cuando vuelve a Oklahoma para ayudar a un colega en experimentos con tornados, conoce a Tyler (Glen Powell, Cómplices del engaño), un carismático youtuber que se interpone en su camino. Aunque no es una película que ofrezca realmente nada innovador (si viste la primera, ya viste esta nueva versión), las secuencias de desastres son espectaculares, y tanto las actuaciones de Edgar-Jones como Powell son excelentes, emotivas y divertidas. Lee más en la crítica completa de Tornados.
El imaginario
El imaginario es una película japonesa con animación a mano de Studio Ponoc, fundado por el productor y guionista Yoshiaki Nishimura (Mary y la flor de la hechicera) luego de abandonar Studio Ghibli tras la producción de El mundo secreto de Arrietty. La trama sigue a Rudger, un niño imaginado por una niña, Amanda. Un día, Rudger se pierde y termina en la Ciudad de los Imaginarios, hogar de todos los amigos imaginarios que están siendo olvidados por sus niños. Amanda, mientras tanto, emprende una aventura para encontrarlo. Se trata de una bella historia sobre la pérdida de la inocencia ante la realidad y el poder de la imaginación, que además destaca por su animación hecha a mano. Conceptualmente, recuerda a su contemporánea hollywoodense Amigos imaginarios (IF), aunque a decir verdad, esta película es más imaginativa y coherente. Imperdible, además, si eres seguidor de la animación japonesa y te interesa conocer nuevos nombres –y estudios– dedicados a ella.
El planeta de los simios
Para los fans de la clásica Planeta de los simios (Planet of the Apes) de 1968, decepcionados por la decreciente calidad de sus cuatro secuelas, este remake dirigido por Tim Burton fue motivo de mucha emoción. Eventualmente, también lo fue de frustración. La película, a pesar de su excelente maquillaje, diseño de producción, efectos visuales y un elenco con nombres como Tim Roth, Helena Bonham Carter y Michael Clarke Duncan, no estuvo exactamente a la altura de las elevadas ideas de su original, y cambió varios elementos de la narrativa aunque rescató o adaptó otros demasiado icónicos (el final, aunque distinto, mantiene la misma idea). Es, en el mejor de los casos, una interpretación interesante de un clásico, a través de la singular lente de Burton y su afición por la ciencia ficción serie B.
Gasoline Rainbow
Gasoline Rainbow, película seleccionada en festivales como SXSW y Venecia, es una película dirigida por los hermanos Bill y Turner Ross, quienes suelen desdibujar las fronteras entre el documental y la ficción. Esta historia trata sobre cinco amigos adolescentes de un pequeño pueblo de Oregón que, sin mayores planes y con la escuela en el pasado, deciden emprender un viaje en una vieja camioneta para llegar a un lugar que jamás han conocido: la playa del Pacífico. Alegre y optimista, es un retrato de los ideales y actitudes de la generación Z, en el que el destino no importa tanto como el viaje y las personas que conocemos en el camino.
