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¿Por qué ver esta película?
Una película sobre personas perdidas, personajes seducidos por la vanidad y el vacío del lado más superficial de Hollywood. Un largometraje con una brillante interpretación de Julianne Moore que encarna a ese personaje inestable a la perfección. Recomendado para quien busca un filme ácido, aparentemente sin rumbo, con una triste y perturbadora verdad.

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Nuestras recomendaciones
La decadencia de la "Meca del Cine" a través de los ojos de dos hermanos adictos y psicópatas que buscan su lugar en el mundo de estrellas. Un ataque a una sociedad obsesionada por las celebridades de Hollywood.
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Del mismo director

Una historia violenta
Del gran director David Cronenberg y basada en la novela gráfica homónima de John Wagner y Vince Locke, ‘Una historia violenta’ es una engañosa película, que de inicio parece tener una historia directa y sencilla. Nominada a la Palma de Oro en Cannes y a dos Premios Óscar, ésta es una película de complejos personajes, todos bien actuados por el increíble reparto liderado por Viggo Mortensen.

La zona muerta
Una obra del “maestro del terror” Stephen King en manos del “barón de la sangre”, David Cronenberg, parecería un sueño hecho realidad. Puede que ‘La zona muerta’ no sea tan espectacular como otras entregas en la filmografía de Cronenberg, como ‘Cuerpos invadidos’ o ‘Scanners: mentes destructoras’, pero sí que es un efectivo thriller de terror en el que Christopher Walken es capaz de sumergirnos en su locura: la de alguien que es capaz de conocer el futuro y todos los horrores que éste depara.

Cuerpos invadidos
Se trata de la primera película producida por Hollywood del director David Cronenberg, alias “el barón de la sangre”, y vaya que desquita el presupuesto en efectos especiales espectaculares para su tiempo. A pesar de haber sido un fracaso en taquilla, ‘Cuerpos invadidos’ (mejor conocida como ‘Videodrome’, su título original) fue muy bien recibida por la crítica, pues reflexiona sobre temas como el entretenimiento, la tecnología y los medios de comunicación. Resulta curiosamente relevante incluso hoy, en plena era de las redes sociales.

Cosmópolis
Basada en la novela homónima de Don DeLillo y dirigida por el gran David Cronenberg (‘La mosca’, ‘Cuerpos invadidos’), ‘Cosmópolis’ es una mezcla entre thriller y ciencia ficción distópica, situada en un futuro no muy distante. Como tal, se trata de un retrato distante y frío de la apatía de los millonarios y educados hacia las crisis humanitarias a su alrededor, insensibilizados por sus intereses particulares y sus vidas dotadas de lujo que, paradójicamente, los dejan con hambre de conexiones reales – hecho simbolizado, en parte, por el aislamiento total del protagonista en su limusina equipada con tecnología de punta e insonorizada –. Los diálogos son un tanto acartonados, quizá para reflejar la frialdad de una élite obsesionada con el raciocinio y el dinero, lo que acentúa un tanto el ritmo tedioso de la película. Seleccionada oficial del Festival de Cannes de 2012, y con las participaciones de la gran Juliette Binoche, Paul Giamatti y Sarah Gadon.

La mosca
Si el director canadiense es uno de los maestros del horror corporal, entonces 'La mosca' ('The Fly') es sencillamente una de sus obras maestras (y una de sus más conocidas). Basada en el cuento corto de George Langelaan y remake de la versión homónima de 1957, esta película sigue a un excéntrico científico que se utiliza a sí mismo como sujeto de pruebas en sus experimentos de teletransportación. Tiene éxito, pero cuando descubre que una mosca estaba presente en las cápsulas de teletransportación al mismo tiempo, su cuerpo comienza a mutar lentamente en un híbrido mitad humano, mitad insecto. El guion coescrito por Cronenberg hace un excelente trabajo en sumergirnos en la psique de su protagonista (Jeff Goldblum en uno de los roles que definieron su carrera), una figura obsesiva y a la vez trágica. La cereza del pastel, claro, son las grotescas imágenes de mutaciones, descomposición y mutilaciones, logradas con los tradicionales efectos prácticos del cine hollywoodense de los años 80. Sin duda, un clásico indispensable para los fans del cine de terror.

Crimes of the Future
“La cirugía es el nuevo sexo”, susurra Timlin (Kristen Stewart) en cierto momento de Crimes of the Future. Dirigida y escrita por David Cronenberg (La mosca), esta película se sitúa en un lugar entre Cuerpos invadidos (Videodrome) y Crash: extraños placeres. Aquí, los cambios corporales son algo menor. El foco, en realidad, son los cambios internos, dentro del cuerpo mismo, creando nuevos órganos y provocando una “evolución” casi artificial. Al centro de todo están Saul Tenser (Viggo Mortensen) y Caprice (Léa Seydoux), artistas performáticos que “producen” nuevos órganos, los tatúan aún dentro del cuerpo de las personas y, después, los retiran en exhibiciones públicas. Una muestra no sólo de la capacidad de ese hombre casi moribundo de producir tejidos internos, sino también de ella para hacer modificaciones artificiales perfectamente.En paralelo a eso está la trama de Dotrice (Scott Speedman), un hombre que, luego del asesinato de su hijo, comienza a perseguir a Saul. ¿El motivo? Quiere que el artista haga la autopsia como una obra de arte.Con un estilo noir muy sombrío y con el personaje de Saul en ese escenario, Crimes of the Future presenta reflexiones muy buenas. Aunque no haya novedad en ello, la búsqueda del placer por vía del dolor es presentada como un escenario extremo, con secuencias de gore que seguro provocarán náuseas en los más sensibles. Es interesante mostrar ese dolor y mutilación en una fase artística de ese futuro distópico. Porque, si el dolor es placer, ¿tenemos aquí presentaciones profanas, tal vez pornográficas? Es una nueva e interesante perspectiva del voyeurismo, que da pie a una pregunta pertinente: ¿hasta dónde podemos llegar?

Un método peligroso
Dirigida por David Cronenberg (La mosca), esta coproducción entre Alemania y Canadá (pero filmada en inglés) mezcla realidad y ficción para retratar una de las relaciones más turbulentas en la historia de la ciencia: la de Carl Jung y Sigmund Freud, con Sabrina Spielrein (la primera mujer psicoanalista) entre ellos. Excelentemente dirigida por Cronenberg, aunque lo más destacado de Un método peligroso (A Dangerous Method) son las actuaciones de Viggo Mortensen, Keira Knightley y Michael Fassbender.
Comedia

Welcome al Norte
Polito, es gerente de una sucursal de mensajería y paquetería en Izamal, Yucatán, que busca cumplir su sueño de recibir un ascenso y ser enviado a Cancún con su esposa e hijo. Pero sus planes se arruinan cuando es enviado a trabajar a Tijuana por dos años. Sólo y en un lugar diferente, el yucateco deberá encontrar la forma de adaptarse al norte de México hasta poder regresar a su tierra.

Rotting in the Sun
A medio camino entre el falso documental y la comedia trash, Rotting in the Sun sigue al cineasta Sebastián Silva (Crystal Fairy, La nana), quien se aventura a una playa nudista gay y conoce al comediante y celebridad de redes sociales estadounidense, Jordan Firstman. En la narrativa, Silva acepta, de mala gana, dirigir el nuevo proyecto de Firstman, pero repentinamente desaparece y corta contacto con él. Obsesionado, Firstman va a buscarlo a la Ciudad de México, donde sospecha que la señora de la limpieza del edificio (Catalina Saavedra, de La nana) es la responsable de su desaparición. Alocada, caótica y por momentos autoindulgente, se trata de otra maravillosa apuesta de Silva con el falso documental para abordar, con un ácido humor, temas que van desde la identidad queer al estado actual del arte, la depresión, el clasismo y el suicidio.

La cita de Carl
Carl acepta a regañadientes tener una cita con una amiga, pero sin tener ni idea de cómo funcionan las citas hoy en día. Dug, su servicial amigo, lo ayuda a calmar los nervios antes de la cita y le ofrece algunos consejos de probada eficacia para hacer amigos… si eres un perro.

El Conde
Dirigida por el cineasta chileno Pablo Larraín (Spencer), El conde es (o pretende ser) una sátira que reimagina a Augusto Pinochet (Jaime Vadell) como un dictador que, en vez de haber muerto en 2006, ha perdurado como un vampiro que no sólo se rehúsa a desaparecer, sino cuyos orígenes datan de la Revolución Francesa. A pesar de su premisa interesante, la película de Larraín es básicamente eso: premisa. El director y guionista no logra trascender lo obvio en una sátira didáctica (y, paradójicamente, poco incisiva) que se resume en una burla a un fascismo que, perdonado con demasiada facilidad, perdura en un ataúd y en quienes aprendieron a ser parásitos de un orden violento y glorificado. Lee más en nuestra crítica completa de El Conde.
