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¿Por qué ver esta película?
Esta es una de las colaboraciones más creativas y refrescantes de la comedia comercial en mucho tiempo. Por lo general, el nombre de Seth Rogen es señal de una comedia con cierta originalidad e ingenio. ‘Ni en sueños’ ('Long Shot') pone el humor al servicio de las reflexiones sobre la imagen pública, los medios de comunicación y los roles de género en nuestra época. Con un tono humorístico similar a ‘Ligeramente embarazada’ o ‘Una loca entrevista’, se salva de la mayoría de los clichés. Además, esta película es una demostración más de que Charlize Theron lo puede todo.

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Nuestras recomendaciones
Un desempleado e incendiario periodista, Fred Flarsky, se reencuentra por casualidad con el primer amor de su infancia, Charlotte Field, ahora Secretaria de Estado de los Estados Unidos. Con miras en la presidencia, Charlotte contrata a Fred para redactar sus discursos, pero la química entre ambos conducirá a algo más.
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Mi novio es un zombie
‘Mi novio es un zombie’ (‘Warm Bodies’) es una película que apuesta por una temática bastante inusitada, por mezclar dos elementos inesperados. Tenemos, en primer lugar, una película de zombis en la que ocurre un brote y quedan pocos sobrevivientes peleando por sus vidas; pero somos introducidos a este universo desde otra óptica: nuestro protagonista y narrador es un zombi, y conocemos los acontecimientos desde su perspectiva. Además de eso, la otra gran diferencia es que la película no es realmente de terror, sino una comedia romántica. Sí, una comedia romántica con zombis. Es una película ligera, simpática y divertida, que trata temáticas adolescentes con una historia llamativa para el público joven. Una buena elección para relajarse, mezclando secuencias de acción con zombis y momentos graciosos entre los protagonistas.
Comedia

Wobble Palace
Película estadounidense de presupuesto diminuto que, situada en la víspera de la “era Trump” de Estados Unidos, pretende ser una cápsula del tiempo de la generación millennial, con todas sus excentricidades y complicaciones económicas, relacionales e identitarias. Wobble Palace sigue a una joven pareja al borde del colapso (ella queer y él, hetero), por lo que deciden separarse. Excepto que no lo hacen del todo: deciden dividir la casa que compartían los fines de semana, para así probar su vida separados. La película tiene varios momentos hilarantes y algunas revelaciones sobre las contradicciones de la generación. Con menos de hora y media de duración, es una opción divertida si buscas algo interesante y distinto.

La ley de Herodes
Probablemente la película que acabó de colocar a Luis Estrada en el mapa como uno de los principales exponentes de la sátira política en el cine mexicano, que refinaría después con propuestas como El infierno. Estrenada en 1999, ocaso del régimen de 70 años bajo el Partido Revolucionario Institucional (PRI), La ley de Herodes es ya un clásico que, en su microcosmos, expone cómo funciona el corrupto –y absurdo– sistema de la política mexicana bajo los dedazos, compadrazgos y el cinismo del partido. La historia se sitúa en el remoto y pobre pueblo de San Pedro de los Saguaros en 1949, cuando los habitantes ejecutan a su alcalde por intentar robar el dinero municipal. El PRI, de cara a unas importantes elecciones, decide poner a Juan Vargas (Damián Alcázar, en la primera de sus fructíferas colaboraciones con Luis Estrada) como un alcalde “títere” para controlar la situación entretanto. Pero las buenas intenciones iniciales de Vargas pronto se ven corrompidas por las retorcidas dinámicas de poder en el pueblo y en el partido, naturalmente resultando en un desastre.

¡Que viva México!
El director Luis Estrada (La ley de Herodes, El infierno, La dictadura perfecta) ya es bien conocido por sus sátiras sociales y políticas, y ¡Que viva México! se suma a su filmografía en la misma línea, contando la historia de un hombre de clase media (Alfonso Herrera), quien viaja con su esposa (Ana de la Reguera) e hijos a su ruinoso pueblo natal de La Prosperidad, donde su pobre familia lo espera para saber sobre la herencia que le ha dejado su abuelo. La película aborda aquí, de forma superficial y un tanto problemática, los conflictos, prejuicios y resentimientos de clase, sin llegar a plantear reflexiones y perpetuando muchos estereotipos. Con su duración por demás extensa, quizá valdrá más la pena para los seguidores más acérrimos de Luis Estrada. Lee más en nuestra crítica de ¡Que viva México!

Si tuviera 70
Después de una fin de semana muy salvaje, Rita (Diana Keaton) se da cuenta que tienes 40 años más. Sin desearlo ahora tendrá que convivir con su yo de 70 años de edad. Totalmente nos recuerda a ‘13 Gone 30’ , el miedo, la poca pericia y el inevitable paso de la edad hacen de esta comedia una gran opción para reír y divertirse.
