Crítica de ‘Sundown’: riquillos catatónicos Crítica de ‘Sundown’: riquillos catatónicos

Crítica de ‘Sundown’: riquillos catatónicos

‘Sundown: Secretos en Acapulco’, lo nuevo del director Michel Franco (‘Nuevo orden’) nos brinda a un Tim Roth deambulando por el lado violento de Acapulco y no mucho más. Acá la crítica.

Lalo Ortega   |  
4 mayo, 2023 6:17 PM
- Actualizado 12 mayo, 2023 11:04 AM

En la presentación del estreno comercial de su más reciente película, Sundown: Secretos en Acapulco, el cineasta mexicano Michel Franco (Nuevo orden) mencionó la importancia de que sea vista en México. Sólo los mexicanos, en sus palabras, podemos entender las particularidades de la famosa ciudad costera. Iazua Larios, una de las actrices en el elenco, añadió con algo de misterio que la producción aborda un tema que nos concierne a todos como mexicanos.

En la superficie, es fácil ver por qué. Todo mexicano que haya viajado a Acapulco está consciente de su reputación –es, quizá, el destino turístico más famoso del país a nivel mundial–, pero también de su profunda división social, pues aloja lujosos y exclusivos hoteles muy atractivos por los extranjeros, pero también está sumida en una profunda crisis de violencia criminal.

Por motivos narrativos, ambas facetas están representadas en Sundown. Sin embargo, es difícil establecer por qué, exactamente, la historia mostrada en pantalla ha de interesar al espectador mexicano de a pie, más allá de ver –una vez más– la sórdida representación del crimen organizado ya típica del cine mexicano.

Publicidad

En todo caso, es difícil conectar con lo que Franco nos muestra en Sundown en un nivel humano básico. Y no porque el tema central de su película no sea universal; sino porque el director y su actor protagonista, Tim Roth (Perros de reserva) nos entregan a un personaje de una distancia emocional imposible, a quien el guión encierra en una costera Fortaleza de la soledad.

La insoportable levedad de… algo 

Sundown, de Michel Franco
Sundown comienza con una familia apesadumbrada por la pérdida (Crédito: Cinépolis Distribución)

Sundown comienza con nuestro protagonista, Neil Bennett (Roth) en unas lujosas vacaciones en Acapulco junto a su hermana Alice (Charlotte Gainsbourg) y los hijos de ésta (Samuel Bottomley y Albertine Kotting McMillan). El sol golpea duro mientras Neil observa unos peces muriendo, hasta que sus sobrinos lo arrancan del trance.

La familia pasa su descanso entre cenas costosas (con todo y show de Ely Guerra) y meseros que desfilan con margaritas, hasta que Alice recibe una perturbadora llamada: la madre de ambos está enferma en el hospital. El grupo decide empacar y volver de inmediato pero, en el camino, reciben la noticia de que su madre ha muerto. Devastada, Alice se ve obligada a regresar acompañada sólo por sus hijos cuando Neil anuncia, con toda tranquilidad, que no encuentra su pasaporte.

El extravío, sin embargo, es mentira: Neil sale del aeropuerto, toma un taxi de regreso a Acapulco, y se aloja en un destartalado hotel de las zonas más decadentes –e inseguras– de la ciudad. Mientras Alice lo insta a ir al consulado para recuperar su pasaporte, él bebe cerveza, come pescado por días en restaurantes baratos y toma el sol tranquilo en las abarrotadas playas. Pasan más días y, mientras ignora las llamadas de su hermana, comienza un romance con una mujer local, Berenice (Larios).

En un comienzo, y por buena parte del metraje, Sundown no nos explica los motivos del comportamiento de Neil. El hombre se mantiene apático, casi catatónico, incluso ante incidentes de cotidiana violencia extrema a su alrededor.

Cuando la película nos revela, un poco más tarde, que él y su familia son los absurdamente ricos propietarios de una corporación, quedan en el aire las preguntas de por qué el personaje ha decidido abandonar a su familia para vivir en una de las peores zonas de Acapulco y, todavía más, renunciar a su herencia a cambio de una “pequeña” pensión mensual (“¿son suficientes 10 mil libras al mes para vivir?”, le preguntan).

La gran revelación viene hasta el final del metraje y, aún así, quedan más interrogantes sobre el protagonista. ¿Es sólo un misántropo, o un hombre que quiere la oportunidad de encarar la vida sin los artificios del dinero?

Sundown, de Michel Franco
Nosotros también, Tim. Nosotros también. (Crédito: Cinépolis Distribución)

Con ambos pies plantados en la ambigüedad, Franco apuesta porque el misterio alrededor de su protagonista sea suficiente para mantener al público interesado por más de una hora y averiguarlo. Pero más allá del shock de su violencia repentina –de la que hablaremos a continuación–, la frigidez formal y narrativa del director tiene el efecto contrario.

Visit México

A estas alturas de su carrera, podemos hablar de un Michel Franco experto en representar la brutalidad de la violencia. La frialdad de sus encuadres sólo logra exacerbar la brusquedad implacable de la muerte, sin importar si es instada por un Estado represor o por un padre abrumado por el dolor.

Es en Sundown, sin embargo, donde esa violencia no se siente justificada por otra causa más allá de la criminalidad y el desorden social, en abstracto. Nuestro protagonista, un visitante extranjero y adinerado, apesadumbrado por un hastío existencial poco explicado, no tiene nada que ver con ella. Esa violencia sólo existe para mostrarnos cómo él, en su letargo, es incapaz de ser impactado o conmovido por la muerte de los humanos que le rodean. Eso, y un giro argumental chocante y francamente gratuito.

Sundown, de Michel Franco
Sundown nos presenta al Acapulco marginado (Crédito: Cinépolis Distribución)

“No es coincidencia que Sundown se sitúe en Acapulco”, dijo Franco en su declaración para el Festival de Venecia 2021, donde la película fue presentada en competencia. “Es impactante para mí presenciar que la ciudad donde pasé vacaciones durante mi infancia se ha vuelto un epicentro de la violencia”.
Sundown surge de una necesidad de explorar un lugar que parece cada vez más distante y ajeno. Esta exploración de todas las perspectivas presentes en Acapulco es también un estudio de personaje, así como un estudio de las dinámicas familiares”, concluye.

El asunto es que Franco no dota de suficiente sustancia al personaje para un estudio. Y su interés no está en explorar la problemática social de un Acapulco sumido en la violencia, sino en explotarla para presentarnos el letargo de un personaje antipático. Por fortuna, todo pasa en menos de hora y media.

¿De qué trata Sundown: Secretos en Acapulco?

Checa la sinopsis oficial del Festival de Venecia:

“Alice y Neil Bennett están al centro de una adinerada familia británica de vacaciones en Acapulco son sus integrantes más jóvenes, Colin y Alexa, hasta que una emergencia distante corta su viaje de tajo. Cuando un miembro de la familia rompe el rígido orden familiar, tensiones sorprendentes emergen a la superficie”.

Checa el tráiler de Sundown: Secretos en Acapulco

Sundown: Secretos en Acapulco ya está en salas de cine. Para saber más de la película o comprar boletos, entra aquí.