‘Te nombré en el silencio’: el dolor de una madre es el dolor de todas ‘Te nombré en el silencio’: el dolor de una madre es el dolor de todas

‘Te nombré en el silencio’: el dolor de una madre es el dolor de todas

Te nombré en el silencio es la historia real de las Rastreadoras del Fuerte, Sinaloa. Un grupo de mujeres que están unidas en la fortaleza y el dolor que supone tener que salir al campo a buscar los cuerpos de sus hijos desaparecidos.

2 septiembre, 2022 3:15 PM
- Actualizado 9 septiembre, 2022 12:38 PM

Al inicio de la película, una mujer se hinca para rascar en la tierra hasta que encuentra algo. Son los restos de su hijo Roberto. Quiebra en llanto y se desgarra frente a una cámara que con discreción captura un horror que lastimosamente no corresponde a la ficción. Una inscripción entonces nos pone en contexto y nos da la bienvenida a Te nombré en el silencio, documental que sigue a Las Rastreadoras del Fuerte, Sinaloa, un grupo de mujeres que armadas con herramientas caseras, manos dispuestas y pañuelos en el rostro, salen al campo a buscar los restos de sus familiares desaparecidos.

Las Rastreadoras del Fuerte, Sinaloa

El eje del relato pertenece a Mirna Nereyda Medina Quiñónez, la madre de Roberto y fundadora de Las Rastreadoras. Tras la desaparición de su hijo en 2014, luego de que las autoridades se negaran a ayudarla, decidió iniciar la búsqueda por cuenta propia. A través de redes sociales contactó con otras madres en circunstancias similares a la suya, hasta que se dio la conformación de un grupo inicial de 34 mujeres que dos veces por semana se dedica a rastrear los campos, las carreteras y los páramos salvajes de Sinaloa con la esperanza de encontrar a sus hijos, o a los hijos de otras. 

Con palas y picos propios, e incluso herramientas creadas por ellas mismas, como una varilla que se sumerge en la tierra y que sirve para detectar olores, es como esperan encontrar a sus “tesoros”. Así ellas llaman a sus familiares que desaparecieron como consecuencia de la llamada guerra contra el narco iniciada por Felipe Calderón en el 2006. 

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Sus operaciones no serían necesarias, de no ser porque las autoridades de la zona se niegan a brindar cualquier apoyo. Ya sea por complicidad con el crimen organizado, por indolencia, o simplemente porque no les importa. Una de ellas hace notar que para los gobernantes en turno es mejor no encontrar a los desaparecidos, porque una vez hallados se adhieren a las cifras de muertos y a unas estadísticas que prefieren mantener bajo control.

Incluso las mismas autoridades, también son sus enemigos. En cierto momento Mirna relata que hace algunos años fue arrestada por haber encontrado cinco cuerpos. La policía se preguntaba por qué ella era capaz de encontrar las fosas y ellos no. Argumentaban que quizás tuviera conexiones con el crimen organizado, o contacto con informantes al interior. Lo que en realidad les enojaba, cuenta ella, es que ponía en evidencia su ineptitud.

Te nombré en el silencio: el largometraje documental

El documental coloca al centro una temática tan turbia, como desoladora, pero difícilmente deja que la narrativa se vea seducida por el drama o por entrevistas varias en donde se encamine al espectador al juicio de valor o a alguna resolución de opiniones. 

Su director José María Espinosa, rodea el camino de los datos duros, y en cambio simplemente se apoya de los testimonios. En este caso no de expertos, sino de personas que viven en carne propia un infierno que habla por sí mismo sin necesidad de investigaciones profundas, ni documentos que lo respalden. En este largometraje no hace falta más que las voces de un grupo de madres quienes están dispuestas a compartir su dolor. 

Las Rastreadoras del Fuerte se muestran enteras y regias. Así deben actuar y así deben ser, si pretenden sobrevivir en un entorno tan violento. La principal de ellas desde luego es Mirna, quien cuenta a la cámara la intimidad de su dolor, pero al mismo tiempo afirma que aquello le ha brindado las fuerzas para ayudar a otros y sostener una organización en la que entre varias se apoyan, no solo para encontrar a sus familiares, sino también para seguir adelante. 

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La cámara de Daniel Zúñiga (el director de fotografía) está presente en los momentos complicados, pero también en aquellos felices y divertidos. A pesar de su dolor Las Rastreadoras de pronto festejan y ríen entre ellas. También bailan, toman cerveza, y la pasan bien cuando están juntas. Así deben vivir, explica una de ellas, porque no saben si quizás ese día sea el último de sus vidas. 

Una de ellas señala que cuando se encuentra sola en casa, la desolación y el dolor aquejan. Solo cuando se coloca el uniforme (una playera con el rostro de su hijo), la gorra y las botas para salir a buscar, es cuando se siente completa y con un propósito. Para muchas de ellas ya no importa que su familiar ya haya sido encontrado. Las Rastreadoras del Fuerte ahora son su familia y continúan en el grupo para ayudar a otras a encontrar los cuerpos de sus hijos. Porque son los hijos de todas y el dolor y la tragedia es también el de todo un país. 

La labor como documentalista de Espinosa es notable porque en la simplicidad de sus recursos, es en donde encuentra su mayor efectividad para con la narrativa. Al largometraje no le hace falta hacer una denuncia directa, o exponer a la administración gobernante con datos o capturas en video incómodas. Simplemente le brinda una puerta al espectador para que escape de su burbuja y comprenda otras realidades. La historia de Las Rastreadoras habla por sí misma.

Te nombré en el silencio es la primera película de José María Espinosa y por su labor recibió una nominación a los Premios Ariel como Mejor ópera prima. De igual forma la obra compite en la categoría de Mejor documental. 

Te nombré en el silencio está disponible para ver en plataformas de streaming. Si quieres saber más sobre la película, ver el tráiler o encontrar todos los enlaces directos para verla, entra aquí.

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