'La leyenda regresa' volvió al director Potsy Ponciroli en fan del wéstern
Conversamos con el director Potsy Ponciroli sobre su wéstern estrenado en Venecia, ‘La leyenda regresa’ (‘Old Henry’), que revive a una figura del Viejo Oeste en la piel de Tim Blake Nelson.
Cuando pensamos en un wéstern, lo primero que se viene a la mente son las grandes imágenes del oeste norteamericano. John Wayne en una épica travesía de rastreo, rescate y venganza, o siete pistoleros en una misión para proteger a un pueblo. Rara vez son películas pequeñas e íntimas como La leyenda regresa (Old Henry), que llegó a plataformas de streaming mexicanas el pasado fin de semana.
Esa no es la única de sus rarezas. Esta película, estrenada mundialmente en el Festival de Venecia 2021, es un wéstern de “micropresupuesto”, como le gusta decir al director Potsy Ponciroli quien, hasta ahora, no había dirigido una sola película del género. Sus antecedentes están en la comedia, con series como Still the King o el largometraje Super Zeroes.
Para su primera producción del estilo, Ponciroli escribió una pequeña historia sobre Henry (Tim Blake Nelson), un viejo granjero viudo que vive con su hijo adolescente (Gavin Lewis) en una remota granja de Oklahoma, a la vuelta del siglo XX.
Huraño y silencioso, Henry busca llevar una vida pacífica, pero cuando un forajido herido (Scott Haze) aparece en su territorio, Henry se ve obligado a hacerle frente al peligro para proteger a su hijo, pero podría pagar el precio de revelar su misterioso pasado. Un pasado para el cual, dicho sea de paso, el director toma inspiración de un legendario personaje del Viejo Oeste.
Conversamos con el director Potsy Ponciroli sobre la creación de La leyenda regresa
Filmelier: Esta película sale un poco de la nada para ti, pues antes hacías principalmente comedias. ¿De dónde viene hacer este wéstern?
Potsy Ponciroli: Sí, mis antecedentes están generalmente en la comedia. Esto fue más un tema de decir a los estudios que queríamos hacer un wéstern. Yo sabía que podía hacerlo, pero fue uno de esos casos en los que sólo era visto como un director de comedias y es difícil conseguir algo más.
Entonces sabía que tenía que hacerlo genial para demostrar que podía hacerlo. Cuando estás contratando actores y demás, quieren ver el drama y la acción, y es difícil mostrarles eso con un currículum de comedias. Pero de ahí vino todo, de querer probar que puedes contar una historia sin importar si es una comedia, un thriller o un wéstern.
Al final de la película descubrimos la verdadera identidad del protagonista. Mientras escribías el guión, ¿qué tanto investigaste sobre quién era él, y de qué modo informó cómo lo creaste?
Totalmente. Tim Blake Nelson se unió al proyecto en el papel del viejo Henry, y has de saber que tiene la misma estatura y complexión que esa figura de la historia. Este personaje fue realmente temido e implacable, y me parecía increíble que alguien así, de esa estatura, pudiera imponer esa intimidación y destrucción.
Leí libros y vi documentales sobre él, sumergiéndome en tantas historias como pude sobre él. Algunos de los diálogos, la forma en que habla el personaje de Tim, se basa en los registros sobre él y cómo hablaba la gente en aquel entonces. Quisimos extraer todo lo posible de esas referencias para que se sintiera auténtico.
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Sin embargo, hay una gran brecha entre lo que le sucedió a él, históricamente hablando, y la edad que tiene al comienzo de La leyenda regresa. ¿Cómo rellenaron esos huecos?
Eso fue difícil, porque él fue joven a finales del siglo XIX. Tenerlo como un hombre viejo significaba entrar a 1906, que ya no era la época del Viejo Oeste. Ya había ciudades y los automóviles comenzaban a transitar por las calles, así que tuvimos que encontrar alguna región del país que se hubiera mantenido rural por entonces. Eso nos llevó a Oklahoma, que ni siquiera era un estado en aquella época, estaba disputada por los indígenas.
Así que el haber escogido a esta figura histórica nos acotó a un tiempo y una edad muy específicos para él, y eso se refleja en el guión. El personaje de Curry (Scott Haze) habla de una mina de plata durante la cena, que se basa en una historia real sobre una mina de plata falsa. Muchos de esos detalles los extrajimos de la historia, lo que hace que la narrativa se sienta más real.
Hablando de Tim Blake Nelson, parece estar volviéndose uno de los actores de cabecera para personajes toscos, o para wésterns. ¿Lo tenías en mente mientras escribías, o cómo se quedó con el papel?
Primero terminé el guión y después empezamos a buscar quién podría interpretar el papel de Henry. En definitiva, Tim estaba en los primeros lugares de nuestra lista, así que cuando finalmente le enviamos el guión y lo leyó, dijo que quería vernos.
Conversamos por Zoom, básicamente quería saber cuál era nuestra visión para la película. Nos llevamos muy bien y, al final, preguntó si podía participar con la condición de trabajar él mismo en la voz de su personaje.
Tuve el placer de conversar con él por dos o tres horas todos los días, afinando bien cómo sería este personaje, con el pasado que ha tenido y que ahora vive escondiéndose. Cómo sonaría su voz, cómo hablaría. En el proceso, nos deshicimos de la mitad del diálogo que yo había escrito. Lo hicimos más estoico, callado y reservado. Esa fue una de mis partes favoritas del proceso. Tim es increíble y tuvimos mucha suerte de contar con él.
La leyenda regresa se desarrolla en sólo un puñado de locaciones. ¿Así concebiste la película, o fue más una decisión obligada por las circunstancias?
Cuando nos aliamos con el estudio (Shout! Studios) la idea siempre fue hacer un wéstern con un micropresupuesto. Para lograrlo, sabíamos que teníamos que hacerlo muy acotado.
La inspiración para la historia me vino cuando descubrí esta pequeña propiedad de 80 hectáreas donde se desarrolla toda la película, en Tennessee. Todas las otras locaciones estaban a unos 300 metros de la casa principal. Así que acampamos en esa zona para todo el rodaje, lo que lo hizo un poco más fácil.
Aunque igual fue complicado, pues nos llegó el invierno y hay menos horas de luz solar. Rodamos La leyenda regresa en 21 días. Sigue siendo poco tiempo para todo lo que hay que hacer, pero estar en la locación.
Los tiroteos en particular resultaron muy viscerales. Considerando que no tenías experiencia en filmar secuencias así, ¿cuál fue el reto más grande?
El reto más grande es el tiempo, honestamente. Desde el comienzo quise representar que, en esa época, estas armas tan poderosas y ruidosas muchas veces eran la única defensa que tenías, y que una sola bala podía significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Todos los días, en cada escena, poníamos atención a cuántas balas había en cada pistola, o a cómo debían actuar cuando estaban recargando, porque no puedes estar ahí parado, tienes que cubrirte.
Hay un wéstern con Kevin Costner que es uno de mis favoritos, Pacto de justicia (Open Range), que nos mostró el estándar de lo que puede ser un tiroteo en una película. Y había que mostrar que estas armas no eran tan precisas. Podías pararte a tres metros de una persona y aun así fallar.
Hablando de wésterns, ¿cuáles están entre tus favoritos, o cuáles te inspiraron para hacer La leyenda regresa?
La película por la que le entré a los wésterns es Jóvenes pistoleros (Young Guns). Sé que no es uno de los clásicos, pero la vi en el tiempo y edad correctos para que me resultara emocionante, y en parte eso fue por el personaje principal.
Pacto de justicia también me inspiró. Pero cuando Tim entró al proyecto, tuvimos muchas conversaciones sobre si yo había visto tal o cual wéstern. Algunas veces me preguntó si había visto los clásicos y, cuando le decía que no, decía “llámame cuando lo veas”.
Quizá no era un gran fan del wéstern cuando comencé este proyecto. Pero sí que me volví uno al terminarlo.
Si el público pudiera llevarse una sola cosa de La leyenda regresa, ¿qué te gustaría que fuera?
Tengo hijos, así que diría que, como padres, no queremos verlos a ellos cometer los mismos errores que nosotros en la vida. Creo que tratamos de proteger a nuestros hijos de eso.
Nosotros podemos ver venir esos problemas, pero ellos no porque aún no tienen esa experiencia. Sentimos tentación de intervenir y protegerlos del mundo, pero el mundo vendrá a ellos y no puedes evitarlo. Es mejor aceptar eso y ayudarlos, prepararlos para enfrentarlo por sí mismos.
Lalo Ortega es crítico de cine. Ha escrito para publicaciones como EMPIRE en español, Cine PREMIERE, La Estatuilla y más. Actualmente es editor en jefe de Filmelier.
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