‘Sailor Moon’, ‘Demon Slayer’ y la ola de animes que viven en el pasado ‘Sailor Moon’, ‘Demon Slayer’ y la ola de animes que viven en el pasado

‘Sailor Moon’, ‘Demon Slayer’ y la ola de animes que viven en el pasado

Los animes aún refuerzan una estética que el mundo debería dejar atrás, algo que queda todavía más claro con el estreno de las películas de ‘Sailor Moon’ en Netflix.

11 junio, 2021 2:19 PM

Los animes –forma abreviada de la palabra en japonés para animación– nunca dejaron de ser populares, principalmente en América Latina. Desde el comienzo de los años 90, las adaptaciones de mangas dominaban los canales abiertos de la televisión, como Dragon Ball, Los caballeros del Zodiaco, Sailor Moon, Sakura Card Captor y muchos otros.

En la era del streaming, estos continúan teniendo éxito. Crunchyroll y Funimation son las plataformas más conocidas, pero no son las únicas. En los últimos años, Netflix ha invertido en las animaciones japonesas y una de las sagas de mayor éxito, Demon Slayer, estrenó su primera película en 2020.

Pretty Guardian Sailor Moon Eternal: La película
Pretty Guardian Sailor Moon Eternal: La película está disponible en Netflix (Imagen: Netflix).

Para seguir la tendencia, la plataforma de VOD por suscripción se aseguró los derechos de distribución para Pretty Guardian Sailor Moon Eternal: La película, una compilación de dos largometrajes basados en el manga creado por Naoko Takeuchi en 1991, que llegó a Netflix la semana pasada.

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Hay que recordar que la primera adaptación animada del manga llegó a México a través del canal Azteca 7 de TV Azteca.

El remake o la segunda adaptación, Sailor Moon Crystal, comenzó a transmitirse en la misma cadena a partir de 2018. La estética de esta nueva versión se acerca más a la del manga, distinta a la que estaba acostumbrado el público del anime original.

El diseño del remake de Sailor Moon no agradó del todo a los fans. (Imagen: Toei Animation).

En las nuevas películas, lanzadas internacionalmente este año por Netflix, los trazos se aproximan a los originales, trayendo consigo toda la nostalgia de la trama. Sin embargo, algunas cosas podrían parecer caducas para quienes no son asiduos del anime, especialmente si nos detenemos a analizar la representación de las mujeres.

Sailor Moon viene de un concepto que intenta coquetear con el feminismo. Se trata de guerreras cósmicas que protegen la Tierra de las fuerzas del mal. Cada una de ellas representa un planeta (o satélite natural) del sistema solar. La serie incluso habla abiertamente de sexualidad y tiene dos personajes lesbianas. Sin embargo, ¿es eso suficiente si pensamos en la manera en que ellas son retratadas en la historia?

Sexismo, aún presente en los animes

Los personajes femeninos –villanas y heroínas– continúan sexualizadas, en un nivel que llega a incomodar. La producción tiene algunas cuestiones problemáticas sobre niñas queriendo tener el cuerpo idealizado de una mujer adulta. Claro que si sólo buscamos entretenimiento por entretenimiento, es posible ignorar estos problemas.

Por supuesto, si solo buscamos entretenimiento por entretenimiento, es posible deshacerse de estos problemas.

Pero ¿no sería hora de que los dibujos animados –o aquellos dirigidos al público infantil y juvenil– comiencen a bailar al son de la música? En otros animes, como en el caso de Demon Slayer, ese lado sexista no es explorado de la misma manera que en Sailor Moon. Y sin embargo, existe. 

Las villanas de Pretty Guardian Sailor Moon Eternal: La película (Imagen: Netflix).

Esa sexualización también es vista en los mangas y está presente en casi todos los animes. Tanto que existe un nicho para eso, el del hentai. Por ello, aunque se trata de dibujos para un público que no está interesado en la pornografía, tal vez va siendo hora de que dejen de sexualizar a las mujeres y niñas representadas en estos contenidos.

Aunque vale la pena señalar que, en la infancia, no vemos las cosas desde una perspectiva misógina. Es sólo que ese tipo de imagen acaba moldeando nuestro imaginario, especialmente cuando hablamos de chicas que crecen viendo a heroínas con estándares corporales prácticamente imposibles.

Independientemente de ser un rasgo –cultural o no–, que es el argumento con el que los fans del anime defienden este tipo de estética en los foros de internet, no deja de ser un descuido. Ya vivimos en la era del #MeToo –en un Hollywood que está intentando cambiar su forma de representar e incluir a las mujeres en los medios–, pero que aún reproduce este lado tan contradictorio.

Todo esto sólo hablando del lado misógino. Al final, si lo analizamos de una manera aún más amplia, da para explorar muchas otras problemáticas. Hay que resaltar que no se trata de tachar a los animes como un contenido malo. Sólo hay que decir que serían incluso mejores si dejaran esos problemas de lado.

El creador del manga One Piece y las proporciones absurdas en sus personajes

Un anime que ha dado de qué hablar a cuenta de sus representaciones del cuerpo femenino, es One Piece. Su creador, Eiichiro Oda, reveló en una sesión de preguntas que el estilo excéntrico de sus diseños es precisamente para vender su historia.

Todo comenzó cuando un lector preguntó por qué el autor resumió a su protagonista a un poder tan bobo. Para el caso, la trama habla de piratas y su personaje principal tiene la capacidad de transformar su cuerpo en goma. Oda respondió que esta habilidad se presta al ridículo para que su serie siga siendo popular.

Nami, de One Piece
La progresión del personaje de Nami de One Piece a lo largo de los años (Imagen: Foros NEOGaf).

“La respuesta es simple. Elegí la habilidad más ridícula. Si el protagonista fuera el típico tipo fuerte, dudo que podría continuar con esto por mucho tiempo. No importa lo seria que se ponga la historia, Luffy está ahí para estirarse e inflarse. Él siempre me da la oportunidad de jugar. Esa es la clase de manga que quería escribir”, dijo el autor en la sesión.

Eiichiro Oda puede no haber hablado específicamente de sus personajes femeninos, pero su respuesta abre la puerta a la reflexión sobre su estilo. Es posible relacionarlo al hecho de que ciertos patrones problemáticos siguen vigentes debido a la popularidad de los animes.

Incluso, aún en el caso de One Piece, las mujeres de la serie fueron cambiando con el paso de los años. Antes tenían cuerpos más infantiles, pero después obtuvieron curvas femeninas demasiado exageradas.

La falta de representación

No es novedad que los animes acaban fallando en el tema de la representación. Recientemente, Netflix presentó la serie Yasuke, anime sobre el primer samurái negro. La historia, basada en hechos, fue creada por el estadounidense LeSean Thomas.

Yasuke, de Netflix.
Yasuke, anime sobre el primer samurái negro (Imagen: Netflix).

La serie de anime cuenta con la animación del estudio japonés MAPPA Co., Ltd., con la dirección de Takeshi Koike y producción estadounidense. LaKeith Stanfield (Perdón por molestarlo) da voz al protagonista, mientras que Thomas funge como productor y creador.

Texto adaptado de su versión original en portugués.