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Aunque también brillan otros cineastas japoneses como Yasujirô Ozu y Kenji Mizoguchi, hay que comenzar esta lista de grandes cineastas asiáticos con Akira Kurosawa. Y a pesar de que las obras emblemáticas del director no están disponibles en plataformas –como ‘Rashômon’ o ‘Los siete samuráis’–, ‘Los sueños de Akira Kurosawa’ no es menos merecedora de un lugar en esta lista. Se trata de una antología de historias literalmente inspiradas en los sueños de su director, una secuencia de mágicas ensoñaciones que abordan temáticas vitales, desde la espiritualidad a la relación del humano con la naturaleza, visualizadas de formas alucinantes.
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Si nos vamos a Hong Kong, uno de los autores consagrados más emblemáticos de la cinematografía nacional, es Wong Kar-wai, conocido por sus películas melancólicas de romances frustrados o inalcanzables, con narrativas fragmentadas y ambientaciones con una belleza que evocan los anhelos de sus personajes. Sus películas a menudo se sitúan alrededor de hitos históricos hongkoneses. Aunque su producción insignia a nivel mundial es ‘Deseando amar’, esta vez optamos por recomendar ‘Chungking Express’, que si bien rescata muchos de los elementos antes mencionados del director, añade bastante humor a las dos narrativas que contiene.
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Ya que estamos en Hong Kong, vale mencionar que la cinematografía del país brilló durante los años 60 y 70 por las películas de artes marciales, y no hubo exponente mayor a nivel internacional que el chino-estadounidense Bruce Lee. En su momento, el actor y artista marcial desafió todos los estereotipos que se tenían de los asiáticos en Hollywood, gracias a la popularidad de las películas que protagonizó. Eventualmente, con ‘El furor del dragón’, Lee dio el salto a la silla de director.
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Incluso dentro del cine de artes marciales hay diferencias, y otro de los subgéneros más famosos a nivel mundial es el de las películas wuxia, que trata de artistas marciales de la antigua China con un enfoque fantástico. Aunque existen desde hace mucho tiempo, quizá el ejemplo moderno más conocido es ‘El tigre y el dragón’, que si bien se trató de una coproducción entre Taiwán, China, Hong Kong y Estados Unidos; fue dirigida por el hongkonés Ang Lee, quien a su vez ha gozado de una saludable carrera como cineasta en occidente.
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En Corea del Sur, si vamos a hablar de grandes cineastas asiáticos, hay que incluir a Park Chan-wook, uno de los más aclamados y populares de su país a nivel mundial. Indudablemente es conocido por las temáticas brutales de sus películas –a menudo equilibradas con saludables dosis de humor negro–, mejor expresadas en su ‘Trilogía de la Venganza’, cuya segunda entrega, ‘Oldboy’, es su película embema. Esta vez optamos por recomendar ‘Sed de sangre’, también conocida como ‘Thirst’, que por vía de un protagonista a la vez católico y vampírico ante una violencia brutal, explora las contradicciones entre el dogma y el deseo.
