En Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero, James McAvoy se destaca como el fauno Tumnus, una criatura mítica que desempeña un papel crucial al guiar y proteger a la joven Lucy Pevensie. Su actuación se caracteriza por una combinación de ternura y complejidad, estableciendo un vínculo emocional con el público y ayudando a crear la atmósfera mágica de la película. Este papel fue un hito importante en la carrera de McAvoy, ya que lo presentó al gran público global y abrió puertas a oportunidades futuras en papeles destacados.
En X-Men: Primera generación, James McAvoy interpreta a Charles Xavier, el joven e idealista líder de los X-Men. Su actuación aporta una nueva profundidad al personaje, mostrando la evolución de Xavier de un joven esperanzado a un líder decidido. Esta película fue un punto de inflexión significativo para McAvoy, ya que consolidó su imagen como un actor versátil capaz de aportar matices e intensidad a papeles icónicos en grandes franquicias.
Aquí, McAvoy retoma su papel como Charles Xavier, ahora lidiando con un Xavier más amargado y desilusionado. Su interpretación explora las consecuencias del pasado y el peso de las decisiones, aportando una profundidad emocional que enriquece la narrativa.
En Atómica, James McAvoy interpreta a David Percival, un agente doble en medio de la turbulencia de la Guerra Fría. El papel de Percival es un ejemplo del rango de McAvoy para interpretar personajes multifacéticos y moralmente ambiguos, destacando su versatilidad y talento para papeles no convencionales.
Fragmentado, dirigida por M. Night Shyamalan, presenta a James McAvoy en una actuación impresionante como Kevin Wendell Crumb, un hombre con múltiples personalidades. McAvoy se sumerge profundamente en cada una de las identidades distintas del personaje, ofreciendo una actuación multifacética que fue ampliamente aclamada por la crítica.