Películas

Crítica de ‘¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret’: cuando se juntan pubertad y crisis existencial

¿Qué más se puede hacer o decir sobre el género de coming-of-age? Protagonistas jóvenes que se enfrentan con las vicisitudes físicas, morales, psicológicas e interpersonales de crecer y enfrentarse al mundo adulto. No se puede reinventar la rueda, pero ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret (Are You There, God? It’s Me, Margaret) la hace relucir a punta de sinceridad y corazón.

La película, que adapta la clásica novela juvenil de Judy Blume, llega a salas de cine mexicanas este 7 de septiembre. El estreno brinda una curiosa y contradictoria sensación de anacronismo: por un lado, la historia se sitúa en los 70, época en que se publicó el libro y provocó polémica e indignación por su frontalidad para tratar temas como la menstruación y la religión (la propia Blume recuerda que fue señalada de “comunista” por ello).

Por otro lado, más de cinco décadas después de su publicación, la película se siente igual de fresca y relevante. En parte, porque aún es poco el cine comercial que no rehuye a tratar estas temáticas con la naturalidad de esta película. Y en parte, porque no parecemos haber aprendido mucho con las que sí se han hecho.

¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret: no es una típica pubertad

Publicidad

Esta adaptación de ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret, dirigida por Kelly Fremon Craig (Mi vida a los diecisiete), comienza también en 1970. La joven Margaret Simon (Abby Ryder Fortson, de Ant-Man) llega a casa en Nueva York después del campamento de verano para recibir una agridulce noticia de sus padres, Barbara (Rachel McAdams) y Herb (Benny Safdie): debido a un ascenso de su padre, se mudarán a un nuevo vecindario en Nueva Jersey, aunque tendrán que irse lejos de la abuela paterna, Sylvia (Kathy Bates). En su nueva casa, el mundo adulto parece llegar como una oleada. Apenas se están instalando los Simon cuando Margaret es reclutada por una vecina de su edad, Nancy (Elle Graham), para su club de chicas. Las amigas han de hablar de todos sus secretos juveniles: los chicos que les gustan, si les crecen los senos y si les llega la primera menstruación.
¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret lidia con las expectativas –dañinas o no– del género femenino (Crédito: Sony Pictures)
A través de las reglas arbitrarias del grupo (todas deben usar brasier, por ejemplo), Margaret se obsesiona con el desarrollo de su cuerpo. Sin embargo, una tarea escolar despierta en ella dudas más profundas: ella no creció bajo ninguna religión, a pesar de que su madre es cristiana, su padre es judío y su abuela paterna es devota practicante del judaísmo. ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret sigue a su protagonista conforme ella comienza a reflexionar e investigar sobre estas cuestiones y, con ello, a decidir cuál es su lugar en su comunidad y qué quiere para sí misma.

Crecer entre la fe y la feminidad

¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret, pues, presenta a su joven protagonista con el cóctel perfecto para una crisis existencial. Por un lado, está aprendiendo sobre las implicaciones de convertirse en mujer, y las expectativas –dañinas o no– que vienen con ello. Por el otro, poca cosa, se cuestiona si existe una deidad omnipresente y omnipotente, y qué rol juegan las religiones organizadas en su relación con ella, de ser así. En ambos frentes, la película respeta la frontalidad y autenticidad de su material de origen. Aunque no podamos decir que reinvente la fórmula del coming-of-age (es bastante predecible en ese sentido) ni que llegue a las resoluciones más profundas, sí es cierto que tampoco las suaviza cuando llegan.
Aunque su papel es menor, Rachel McAdams es crucial para ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret (Crédito: Sony Pictures)
Ese impacto se logra al contar la historia siempre desde la perspectiva de Margaret, inicialmente inocente. Por ello, claro, el resto de los personajes son como satélites de su mundo, y pueden sentirse poco desarrollados (sobre todo Benny Safdie y Kathy Bates, que son brillantes en sus contados momentos en pantalla). En el guión, Kelly Fremon Craig toma la atinada decisión de hacer a la madre de Margaret, Barbara, la única excepción a esta regla, por la sencilla razón de que ella es un espejo que representa tanto complicidad como muchos de sus miedos. Rachel McAdams es fenomenal para dotarla de un delicado balance entre calidez, dulzura, frustración y dolor. Aunque no es la protagonista de la historia, la película no se sostendría del todo sin su actuación como contraparte a la de Abby Ryder Fortson. ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret es, en resumen, un bellísimo coming-of-age que no teme a las complejidades emocionales, físicas y espirituales de crecer, y las aborda sin condescendencia hacia su público.

¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret llega a salas de cine de México el 7 de septiembre.

Lalo Ortega

Lalo Ortega es crítico y reportero de cine, Maestro en Arte Cinematográfico por el Centro de Cultura Casa Lamm, y ganador del 10º Concurso de Crítica Cinematográfica Alfonso Reyes ‘Fósforo’ de FICUNAM 2020. Ha colaborado con Empire en español, Revista Encuadres, el Festival Internacional de Cine de Los Cabos, CLAPPER, Sector Cine y Paréntesis.com, entre otros. Actualmente es editor en jefe de Filmelier.

Escrito por
Lalo Ortega

Notícias recentes

Crítica de ‘Amigos imaginarios’: alegría y fugas mentales

‘Amigos imaginarios’ (‘IF’) es una tierna propuesta familiar que brilla por su originalidad, pero se…

3 días atrás

‘The Last of Us’: ¿Qué esperar de las temporadas 2 y 3 de la serie de HBO?

¡Ve las primeras imágenes de The Last of Us, elenco y todo lo que sabemos…

3 días atrás

Crítica de ‘El hombre de los sueños’: manual de autodestrucción

Con un contenido Nicolas Cage, ‘El hombre de los sueños’ es una ácida deconstrucción de…

4 días atrás

Todo sobre Amazon Prime Video en 2024: cómo suscribirse, precios, cómo cancelar, mejores películas, mejores series

¿Quieres ver Amazon Prime Video en 2024? Conoce los precios actualizados, cómo suscribirte, cancelar la…

4 días atrás

Crítica de ‘Fuego interior’: la poesía del infierno

Con las imágenes creadas por los Krafft, Werner Herzog hace de ‘Fuego interior’ un poema…

4 días atrás

Crítica: ‘Tarot de la muerte’ es tan mala, que ni la comedia involuntaria la salva

'Tarot de la muerte' se tambalea entre ideas poco originales y una historia que se…

5 días atrás