Crítica de ‘Háblame’: terror de traumas, depresión y adicciones Crítica de ‘Háblame’: terror de traumas, depresión y adicciones

Crítica de ‘Háblame’: terror de traumas, depresión y adicciones

‘Háblame’ toca temas como las adicciones, el trauma y la soledad, pero también es una entretenida película de terror. Checa la crítica.

Lalo Ortega   |  
9 agosto, 2023 8:21 PM
- Actualizado 17 agosto, 2023 11:18 AM

Lo social y lo psicológico han acompañado al cine de terror desde sus albores expresionistas. Sin embargo, esta faceta pocas veces es bien balanceada con el entretenimiento popular, la otra faceta del género buscada por el público. Háblame (Talk to Me) es uno de esos grandes casos de éxito que logra el complicado equilibrio entre ambos elementos.

Laureada como una de las mejores películas de terror y en general en últimos años (debatible, aunque no del todo inmerecido), el largometraje debut de los hermanos Danny y Michael Philippou (conocidos por el canal de YouTube Racka Racka), producción australiana independiente respaldada por el sello A24, es elegante y eficiente en su dirección.

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Con sus modestos recursos económicos y a pesar de apoyarse en cierta previsibilidad, logra ser una película de terror que funciona como entretenimiento puro, pero cuyo subtexto también toca temas relevantes asociados a la salud mental.

(No es) otra película de posesiones demoníacas

Un vistazo rápido a los avances y otros materiales promocionales de Háblame dan un buen resumen superficial de la trama: un grupo de adolescentes decide jugar con una mano embalsamada que, misteriosamente, les permite ser poseídos por demonios e interactuar con ellos. Los chicos se divierten grabando todo para TikTok y, para evitar riesgos, establecen un límite de tiempo para las posesiones.

Háblame (Talk to Me)
Adolescentes juegan con objeto sobrenatural y, obvio, todo sale mal (Crédito: Diamond Films)

La protagonista es Mia (Sophie Wilde), una chica cuya madre falleció hace un tiempo, y que no ha podido superar la pérdida. Su relación con su padre se ha deteriorado, no tiene facilidad para hacer amigos, y sólo puede apoyarse en su amiga Jade (Alexandra Jensen) y en el hermano de ésta, Riley (Joe Bird), para socializar.

Luego del primer contacto con la extraña mano, Mia no tarda en obsesionarse con ella gracias a la emoción y sensación de éxtasis. Esto, a pesar de que su primer contacto pareció traer una amenaza para Riley. Previsiblemente, las cosas no tardan en salirse de control, arrojando a Mia a una espiral de culpa luego de una sesión en la que, al parecer, se encuentra con el espíritu de su madre.

Háblame es un escalofriante abordaje de la salud mental

Para este punto, la película apenas esconde sus metáforas sobre la soledad, el duelo, el trauma, la culpa y las adicciones. Mia, perteneciente a una generación cuyas interacciones sociales a veces se reducen a padres distantes y mensajes en redes sociales, se encuentra emocionalmente aislada, deprimida e incapaz de conectar. Encuentra refugio, como suele ser el caso, en una adicción que sólo agrava sus problemas.

Sin embargo, con Háblame, los directores logran un abordaje del tema que es, a la vez, perturbador pero humano. El sufrimiento de la protagonista –brillantemente representado por Wilde– jamás es trivializado. Es fácil no sólo simpatizar con ella, sino también acercarnos a la experiencia solitaria de la depresión.

Háblame (Talk to Me)
La actuación de Sophie Wilde en Háblame nos acerca a la experiencia de la depresión, la soledad y la adicción (Crédito: Diamond Films)

En ese sentido, esta película logra ser una representación equilibrada, sin caer en la explotación, de las enfermedades mentales. Más emocionante y comercialmente apta que Relic, por ejemplo, pero mucho menos burda que la fallida Sonríe.

Pero debido a ello, y a pesar de que los hermanos Philippou no insisten en la metáfora, es inevitable sentir el desenlace un tanto moralizante si se le da esta lectura a la película. No le quita mérito a una dirección eficiente que logra dosificar la tensión narrativa sin caer en los sobresaltos (jump scares) baratos.

Dicho lo anterior, Háblame también cumple como una propuesta de terror en el plano del entretenimiento superficial. Y eso siempre se agradece, independientemente de que una película aspire a esa abstracta condición de “terror elevado” (lo que sea que eso signifique).

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