‘True Detective: Tierra nocturna’, ‘Vuelven’ y los fantasmas de la mexicana Issa López ‘True Detective: Tierra nocturna’, ‘Vuelven’ y los fantasmas de la mexicana Issa López

‘True Detective: Tierra nocturna’, ‘Vuelven’ y los fantasmas de la mexicana Issa López

‘True Detective: Tierra nocturna’ comparte temas con ‘Vuelven’, la poderosa incursión de su creadora y directora, Issa López, en el terror mexicano.

Lalo Ortega   |  
19 febrero, 2024 12:06 PM
- Actualizado 1 marzo, 2024 1:06 PM

Para comenzar, una confesión. No llegué a True Detective: Tierra nocturna (True Detective: Night Country) debido al renombre construido por la serie antológica de HBO a lo largo de sus tres temporadas anteriores. La verdad es que ni siquiera las he visto. El camino que me trajo aquí, en realidad, comenzó en el cine de terror mexicano con Vuelven, también escrita y dirigida por Issa López.

Con esto en mente, y habiendo visto Tierra nocturna hasta su conclusión este 18 de febrero, no puedo evitar pensar que esta historia no podía haber sido contada más que por un mexicano. Y entre mis connacionales, ninguno con mejor sensibilidad que la López para el trabajo. Incluso podría pensarse que ambas obras comparten un mundo.

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Por lo menos, parecen operar bajo las mismas leyes. Spoilers a continuación de ambas True Detective: Tierra nocturna y Vuelven.

Los muertos no mueren

En la historia de Tierra nocturna, situado en el ficticio pueblo de Ennis en Alaska, el crimen y lo sobrenatural parecen coexistir de forma cotidiana, pero no por ello menos inquietante. Las muertes que detonan el relato no tienen –al menos al inicio– una explicación racional. Las pruebas e investigaciones de la jefa de policía Liz Danvers (Jodie Foster) y la oficial Evangeline Navarro (Kali Reis) levantan tantas respuestas como preguntas nuevas.

Llegada la conclusión de la historia, el crimen principal encuentra su explicación lógica, pero no así todos los acontecimientos alrededor del mismo. Voces y apariciones que se manifiestan, elusivas al causal perezoso de la esquizofrenia y la alucinación, para encajar mejor en la espiritualidad del pueblo nativo iñupiat. Es la inexplicable aparición de un fantasma la que guía a un personaje hacia los cadáveres congelados en primer lugar.

Pero con la inclusión del pueblo iñupiat en la narrativa de True Detective: Tierra nocturna, Issa López añade otro elemento crucial: una mina, el eje donde convergen las dinámicas de poder económico y racial de Ennis. La mina brinda empleos y seguridad a la población, pero ha traído desgracia por el envenenamiento del agua para los más marginados (indígenas, en su mayoría). Un daño colateral aceptable para las escasas manos corporativas que se enriquecen con ello.

True Detective: Tierra nocturna, de Issa López
La opresión racial y económica es uno de los temas centrales de True Detective: Tierra nocturna (Crédito: HBO)

Este componente de injusticia social trae, como veremos después, un halo vengativo a los fantasmas de las víctimas. Esto en sí mismo merece ser analizado, pero antes, hay que viajar un poco más al sur.

Vuelven: érase una vez en México

El asunto es que antes de su incursión en True Detective, Issa López ya nos ha presentado una historia muy similar en Vuelven (internacionalmente conocida como Tigers are not Afraid), su película de 2017 ya consolidada como un clásico del terror mexicano contemporáneo.

En clave de fábula, esta es una historia que también se sitúa en un contexto de criminalidad e injusticia, aunque sus víctimas son niños mexicanos. Estrella (Paola Lara) es la más nueva en un grupo de huérfanos, cuyos padres han sido víctimas de la violencia por el narcotráfico en el país. La ciudad, en cuyos recovecos se refugian e intentan vivir algo parecido a una infancia, está en ruinas.

Sin embargo, como buena fábula, la fantasía también se manifiesta en esta historia. A veces, en formas más inocentes, como en un trozo mágico de tiza con los que Estrella puede pedir deseos. Pero a veces, también, lo hace de formas horrorosas, como muertos envueltos en plástico que acechan las visiones de la protagonista.

Pero ya desde aquí, Issa López subvierte las expectativas banales asociadas a las apariciones fantasmagóricas, y las devuelve a sus raíces góticas. El pasado ha de manifestarse en busca de venganza, de una justicia retributiva. Puede que estos fantasmas no puedan ejercerla por sí mismos, pero sí que pueden mostrarnos el camino.

Entra a este enlace y checa dónde ver Vuelven, de Issa López.

True Detective: Tierra nocturna (o Cómo aprendí a ser mexicano y amar a los fantasmas)

Nada de lo anterior podría haberse originado en otro sitio más que en México. Y no por la lamentable cotidianidad de la violencia en nuestras vidas, sino por nuestra singular relación con la muerte. Cada año, en esta tierra, nos burlamos de los vivos con las rimas populares de las calaveritas, y recibimos a nuestros muertos de regreso con brazos abiertos, iluminando sus caminos con flores de cempasúchil.

Hay algo de ese humor casual y macabro en True Detective: Tierra nocturna. Incluso enfrentados con las pasmosas imágenes alojadas por la morgue improvisada en una cancha de hockey, reímos cuando Danvers llama corpsicle a la maraña dantesca de cadáveres congelados.

Pero hay aquí mucha más profundidad en esta complicidad juguetona y prácticamente mexicana con la muerte (y sé que es presuntuoso hablar de ella como exclusiva de lo mexicano, pero sí que nos identificamos con ella).

True Detective: Tierra nocturna, de Issa López
La muerte –y la injusticia– encuentran formas de manifestarse en True Detective: Tierra nocturna (Crédito: HBO)

Quizá queremos a los fantasmas porque su existencia implica una oportunidad. Un camino para dar sentido o explicación a sus muertes, incluso para darles justicia cuando todas las alternativas del sistema han fracasado (y tanto el México de Issa López como en su ficticia Ennis, vaya que fracasan).

El fantasma es, pues, la posibilidad de retribución, pero también de sanar –como individuos y como colectivo– las heridas infligidas por una muerte cercana, las luces apagadas demasiado pronto por el azar o el capricho de los más poderosos. Para otros, también representa un dolor demasiado grande y el deseo de seguir a nuestros seres amados en el más allá.

Así, Vuelven y True Detective: Tierra nocturna bien podrían coexistir en el mismo mundo, y no sólo por vía de una superficialidad estética o temática. Su política establece que el tiempo, como afirman ciertos personajes en la serie, es un “círculo plano”: es el eterno retorno de lo mismo, ciclos que se repiten una y otra vez, casi siempre en forma de represión y violencia.

Y como nos deja ver el clímax de la serie, no hace falta que los fantasmas existan de verdad. Pero tampoco basta sólo con que los opresores crean que existen, y que volverán para completar el ciclo. Cuando la ley y la decencia fallan, será labor de los vivos ejercer la justicia de sus fantasmas.

Todos los episodios de True Detective: Tierra nocturna ya están en HBO Max.

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