Películas coreanas de acción para ver online

Una ovación que duró cuatro minutos tras la exhibición del largometraje en el Festival de Cine de Cannes. 'A Vilã' es la película más reciente de los creadores de 'Invasão Zumbi'. Con escenas increíbles, excelentes coreografías de lucha y un movimiento de cámara de primera se narra la historia de una niña que ha sido criada para convertirse en una asesina despiadada, al más puro estilo 'Nikita: Criada para Matar', con un toque que recuerda a la saga 'Bourne'. Recomendado para los fanáticos del cine asiático de acción.

Siguiendo la línea de películas de acción coreanas protagonizadas por mujeres, como La Villana y Kill Boksoon, la película Bailarina tampoco teme impactar, exagera conscientemente en la sangre, la adrenalina y los combates. La historia, mientras tanto, sigue a una antigua guardaespaldas que, sufriendo la pérdida de su mejor amiga después de no poder protegerla, hará todo lo posible para cumplir su último deseo: venganza. Es una película estéticamente audaz que logra al mismo tiempo traer lo mejor del cine de acción coreano: grandes coreografías y una trama que involucra y estimula.

‘Estación zombie’ (cuyo título original se traduce como ‘Tren a Busán’) filtra las convenciones de su subgénero a través de la lente del cine surcoreano. La diferencia de su perspectiva tanto geográfica como social resulta en una película de temática bien conocida, pero con una capa de pintura nueva. Así, trae mucho entretenimiento para quien gusta del terror o de la acción desenfrenada, pero también utiliza el terror para delinear una crítica social enfática. La película hace un gran manejo del espacio para desarrollar su historia y crear una atmósfera de claustrofobia y horror, con todos los elementos de los blockbusters asiáticos que marcan el ritmo, transitando fluidamente entre la tensión y momentos álgidos que emocionan al público, logrando ser una obra completa que va a gustar a los fans del terror. No por nada Edgar Wright, el director de ‘El desesperar de los muertos’ ('Shaun of the Dead'), la llamó “la mejor película de zombies que haya visto jamás”.

Después de Estación zombie, ha quedado claro que en Corea del Sur saben cómo hacer buenas películas de zombis de manera más humanizada, y #Alive es buen ejemplo de ello, con el sello de producción original de Netflix que la llevó a recorrer varios cines de Asia, además de la distribución internacional del streaming. La película muestra cómo sería vivir en el mundo actual con un virus mortal que transforma a las personas en zombis, además de que explora el uso de las redes sociales y otros recursos tecnológicos en la lucha por sobrevivir. Ese abordaje es lo que la distingue de otras producciones del género, donde raramente hay internet o celulares funcionando (en ‘Estación zombie’ vemos algo semejante, pues también vemos la evolución gradual del virus y, poco a poco, la interrupción de las comunicaciones). En #Alive el internet nunca deja de existir y acaba siendo una gran aliada para quienes no han sido infectados en el transcurso de la trama. Es difícil ver la película y no trazar los paralelismos con la situación del mundo a partir de 2020 (con la pandemia de COVID–19), y es interesante analizar la cotidianidad del protagonista de la película, que está aislado de todos en su departamento para no morir (claro que no enfrentamos zombis en la vida real, pero salir de casa sin necesidad se ha vuelto un riesgo). La película está bien realizada, tiene una trama intrigante y buenas actuaciones, que muestran el lado más humano de la gente en situaciones difíciles, una de esas producciones que no hacen perder la esperanza en la vida.

Una pandemia zombi arrasa con el mundo, un hombre despierta sin recuerdos de su identidad o su pasado, y hay una bomba en su boca. Lo único que evitará que explote, es que cumpla con rescatar a una niña que podría contener la respuesta para frenar la pandemia, antes que agentes norcoreanos o de la CIA lo logren primero. Así comienza la película surcoreana Carter, una producción exclusiva de Netflix. Pero la trama –que de por sí ya mezcla elementos de varios géneros– no es lo que llama la atención aquí, sino la ejecución, pues Carter es una de esas películas de acción contadas en tiempo real y filmadas en plano secuencia (o que disfrazan sus cortes para parecerlo). La producción dirigida por el surcoreano Jung Byung-gil (La villana) aspira a la sofisticación de 1917, la oscarizada película de Sam Mendes, aunque en realidad se parece más a la frenética Hardcore: Misión extrema (Hardcore Henry). El uso del plano secuencia, en vez de resultar inmersivo, hace que la película parezca una prolongada escena de un videojuego. Lo anterior, sumado a una trama que mezcla tantos géneros y subtramas, da como resultado una película que tropieza con sus proìas ambiciones, aunque puede resultar entretenida si buscas una película de acción con una ejecución fuera de lo común.