Crítica: ‘Atlas’, de Netflix, no sabe lidiar con temas complejos Crítica: ‘Atlas’, de Netflix, no sabe lidiar con temas complejos

Crítica: ‘Atlas’, de Netflix, no sabe lidiar con temas complejos

‘Atlas’, con Jennifer Lopez, ni siquiera propone nada nuevo en una discusión planteada por el cine hace más de 20 años. Checa la crítica.

Matheus Mans   |  
24 mayo, 2024 1:39 PM

No es fácil hacer películas sobre inteligencia artificial en estos tiempos. La tecnología —¿amenaza?— es cada vez más cercana y presente. Cuando se trata como la villana de una trama, es malo convertirla en sólo una cosa etérea que nos acecha. Es el talón de Aquiles de Misión: Imposible – Sentencia Mortal y, también, de Atlas, que llega al catálogo de Netflix de este viernes, 24 de mayo.

La historia, que se desarrolla en un futuro distópico, sigue a Atlas Shepher (Jennifer Lopez), una mujer en busca de venganza. En el pasado, cuando era niña, convivió con una inteligencia artificial avanzada, interpretada por el siempre apático Simu Liu (Shang-Chi), que terminó siguiendo un camino maligno. Huyó de la Tierra y, ahora, se ha convertido en una amenaza para la existencia de la vida en el planeta.

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Dirigida por Brad Peyton (de joyas como Rampage y Terremoto: la falla de San Andrés) y escrita por Leo Sardarian y Aron Eli Coleite (en el largometraje debut de ambos), se vale de esta premisa, sobre una IA con planes de destruir el mundo, para delinear los objetivos de todos sus personajes —que son pocos, con un enfoque excesivo en Atlas. El principal punto de apoyo es Smith (Gregory James Cohan), el robot.

Jennifer Lopez en Atlas, de Netflix
Jennifer Lopez en Atlas, sobre robots buenos y malos (Crédito: Netflix)

Atlas: como escrita por ChatGPT

El largometraje, aunque de manera torpe, intenta jugar con la dualidad de dos versiones distintas de inteligencias artificiales —el robot bueno que Atlas necesita aprender a querer y el robot malo que debe ser destruido. Solo que esto termina cayendo en un pantano de ideas sin vida, cuando Peyton apuesta por una especie de Prometeo con Atlas tratando de escapar del mundo de la IA.

El hecho es que, al final de cuentas, nada aquí emociona. La discusión sobre inteligencias artificiales no propone nada nuevo ante tramas que se plantearon hace 20 años o más, como Terminator o, por supuesto, 2001: Odisea del espacio, de Stanley Kubrick. Parece, así, un eterno regreso de temas y discusiones en una guión que no tiene mucho que decir o agregar.

¿Y la acción? Tampoco es la gran cosa. Por más esfuerzo que hace Jennifer Lopez (Estafadoras de Wall Street), queda prisionera de una película sobre un personaje intentando escapar de un mundo sin chispa creativa alguna y que no convence. El villano, mientras tanto, parece alimentarse de la apatía de Liu, sin crear nunca un momento de amenaza palpable. Él termina estando incluso por debajo del secuaz Casca (Abraham Popoola), que aporta más fuerza e imponencia física.

Atlas, así, es una película anticuada, que no logra proponer ningún tema nuevo al género de la ciencia ficción ni a sus discusiones sobre la creación –y rol– de la inteligencia artificial. Las discusiones están obsoletas, la trama es maníquea, la acción es apática.

Y queda la duda: ¿qué nos queda después de una película como esta? Sin gracia, sin novedades. Esa es, lamentablemente, la cara actual de Netflix.

Publicado primero en la edición brasileña de Filmelier News.