‘Gato con botas: el último deseo’ es lo mejor de la saga desde ‘Shrek 2’
Antonio Banderas regresa al rol titular en ‘Gato con botas: el último deseo’
El cine de los 2000 y mucho de lo que vino después –animado o no– no se entiende sin Shrek, hoy considerado un clásico sólo superado por su sucesora. Y como tantas otras franquicias mediáticas, DreamWorks Animation la extendió más de lo necesario: la tercera y cuarta entrega son mediocres en el mejor de los casos. Lo último que vimos de ella fue un spin-off de Gato con botas de 2011… y luego nada. Eso hasta hoy, con el estreno en salas de cine Gato con botas: el último deseo (Puss in Boots: The Last Wish) este 22 de diciembre de 2022.
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Gato con botas: el último deseo es una fábula simple y colorida para niños, pero con algo para los adultos
La trama de Gato con botas: el último deseo es sencilla, en la superficie. La estrella de los deseos es el pretexto para lanzar al protagonista en una aventura junto a un Perrito (Harvey Guillén) y su antigua rival/enamorada, Kitty Patitas Suaves (Salma Hayek). Escarbando más en el canon de los cuentos de hadas, los coguionistas Paul Fisher (Los Croods 2) y Tommy Swerdlow (El Grinch) introducen a nuevos villanos: por un lado, el codicioso Jack Horner (John Mulaney), quien quiere poseer todos los artefactos mágicos del mundo. Por el otro, una Ricitos de Oro (Florence Pugh) convertida en ruda mercenaria junto a su familia de Osos (voces de Olivia Colman, Ray Winstone y Samson Kayo), que no se detendrán ante nada por conseguir la estrella. En otras palabras, Gato con botas: el último deseo es una road movie en la que tres facciones compiten por llegar a la meta, enfrentando retos y transformaciones (o no) en el camino. Eso, por sí mismo, da lo suficiente para una aventura entretenida y perfectamente apta para toda la familia. Pero hay más. Lo primero es la espectacular dirección de arte, que ha sido descrita como el equivalente de un libro de cuentos para lo que Spider-Man: Un nuevo universo hizo con el arte de los cómics. Al igual que con Los tipos malos (también estrenada este año), lo que DreamWorks tiene aquí es otra maravilla que mezcla diferentes estilos de animación, texturas y hasta velocidades de fotogramas, para dar como resultado una dinámica bomba de color que, en efecto, parece un libro de cuentos animado. Es suficiente para llenarle el ojo a cualquier niño, pero para tratarse del regreso de la franquicia de Shrek –o cuando menos de su spin-off–, se agradece que el estudio haya optado por hacer algo diferente, en vez de meramente replicar la dirección de arte de sus predecesoras.- Lee también: Spider-Man: A través del Spider-verso: tráiler y fecha de estreno de la película animada