Crítica de ‘Lazos de vida’: aunque banal, sabe conmover Crítica de ‘Lazos de vida’: aunque banal, sabe conmover

Crítica de ‘Lazos de vida’: aunque banal, sabe conmover

‘Lazos de Vida’ es poco más que otra historia sobre la Segunda Guerra Mundial, pero Anthony Hopkins marca la diferencia. Checa la crítica.

Matheus Mans   |  
14 marzo, 2024 1:40 PM
- Actualizado 18 marzo, 2024 11:30 AM

¿Cuántas películas sobre los horrores del nazismo y la Segunda Guerra Mundial existen? Mejor dicho, ¿cuántas buenas películas sobre el tema existen? Respondiendo a la segunda pregunta, quizás unas dos decenas. ¿Menos? Es bastante impresionante lo poco que destacan las películas sobre este período y cómo muchas de ellas siguen el mismo patrón. La nueva Lazos de vida (One Life), que se estrena en cines de México este jueves, 14 de marzo, no logra sobresalir. Se queda en la mediocridad pero, por lo menos, conmueve.

Dirigida por James Hawes, conocido por películas para televisión como Enid y series como Slow Horses, la producción narra la historia de Nicholas Winton, uno de esos héroes de la Segunda Guerra Mundial que mucha gente nunca ha oído mencionar, pero debería. El británico, ante las primeras ofensivas de Adolf Hitler, decidió actuar: viajó a Praga, donde se cernía la amenaza del nazismo y, utilizando sus contactos y conocimientos, salvó vidas. Por su trabajo, casi 700 niños fueron enviados a Londres, a salvo.

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La visión se centra únicamente en Winton, ya sea en su vejez, cuando es interpretado por Anthony Hopkins (de El padre y El silencio de los inocentes), o en su vida adulta, cuando está salvando a los niños, momento en el que es interpretado por el menos conocido Johnny Flynn (de Emma. y El sastre de la mafia).

Lazos de vida (One Life)
En Lazos de vida, Johnny Flynn interpreta a Winton en su juventud, cuando luchaba por salvar niños (Crédito: Diamond Films)

No hay un intento de crear una película realmente diferente de lo que estamos acostumbrados a ver. Vemos un acto de heroísmo ocurrido durante la guerra y que recuerda historias que ya hemos visto, como la aclamada y más conocida La lista de Schindler, también sobre alguien que salva judíos mediante la burocracia, manipulando el papeleo tedioso. Es un drama de manual: emociones puntuales aquí y allá, un viaje con dificultades en el camino y así sucesivamente. Nada más.

Lazos de vida: una oportunidad perdida

Lo peor es que, a medida que avanza la película, queda la sensación de que Lazos de vida podría haber sido mucho más de lo que es. No vale la pena buscar alternativas narrativas para lo que podría haber sido esta película, ya que esta es la visión de Hawes y de los guionistas Lucinda Coxon (ganadora del Oscar por La chica danesa) y Nick Drake (de Rómulo, mi padre). Pero para no dejar: la película habría ganado mucho en calidad e intensidad si se hubiera centrado en una sola operación específica, revelando su alcance solo después.

La fotografía es protocolaria, siempre con una paleta de colores que no tiene ningún impacto en lo que se está contando. La banda sonora es muy británica, orquestal en los momentos más importantes, pero casi desaparece en el resto. Es difícil recordar siquiera un acorde al final. La dirección de arte sigue la fórmula para recrear escenarios de destrucción. Puede ser competente, pero tampoco transmite personalidad, y mucho menos audacia. Es casi como una película para televisión.

Lazos de vida (One Life)
Helena Bonham Carter interpreta a la madre de Winton en Lazos de vida (Crédito: Diamond Films)

Pero nada de esto no significa que Lazos de vida no pueda conmover. Después de todo, la historia en sí misma es tan impactante e interesante para aquellos que gustan de los héroes de la Segunda Guerra Mundial, que basta con contarla correctamente para que las lágrimas corran por el rostro. Cuando Hopkins llora, la sala de cine llora con él: los sollozos y suspiros, hay que decir desde ya, serán inevitables.

El actor, además, es el punto más destacable de la producción. Aunque el esfuerzo de Flynn es loable como ese joven Nicholas Winton, el alma de la película reside en su vejez. Cuando aparece Hopkins, sin saber qué hacer con su pasado, es cuando la película gana algunos puntos adicionales. El actor de 86 años sabe modular sus emociones de confusión, sin saber cómo liberarse de un pasado que lo persigue y atormenta. Y todo culmina en un final que lo dice todo sobre Lazos de vida: es difícil contener las lágrimas con la escena, pero tampoco podría ser más banal.

Lazos de vida ya está en salas de cine de México. Entra aquí para comprar tus boletos.

Publicado primero en la edición brasileña de Filmelier News.

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