Crítica: ‘Secretos de un escándalo’ se ríe de la sociedad a partir de la tragedia

Mucho se discutió, desde su nominación en las categorías de comedia de los Globos de Oro, si Secretos de un escándalo (May December) realmente encaja en el género. ¿Cómo puede ser una comedia una película así? A final de cuentas, todo en la película– que se estrena este jueves 8 de febrero en salas de cine de México– indica que es un dramón, tal vez incluso un melodrama, sobre los escándalos de una familia que vive con el pasado acechando su presente.

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Pero aclaremos algo: realmente se puede ver la nueva película de Todd Haynes como una comedia. La trama sigue a la actriz Elizabeth (Natalie Portman) visitando a la persona que inspirará su próximo personaje en el cine. Esa inspiración es Gracie (Julianne Moore), un ama de casa aparentemente tranquila que siempre está horneando pasteles para el vecindario, y que tiene una extraña relación con Joe (Charles Melton), un hombre considerablemente más joven que ella. Peor aún: a pesar de tener sólo 36 años, él ya tiene una hija en la universidad y otros dos terminando la escuela preparatoria. La cuenta no cuadra. A partir de esta diferencia de edad, expuesta en una incómoda conversación entre Elizabeth y Joe, el director Todd Haynes nos sumerge en este huracán familiar. Sin embargo, no te equivoques: la película va mucho más allá de estos conflictos.

Secretos de un escándalo: los signos de la comedia

Y aquí es donde volvemos a la discusión sobre la categoría en la que Secretos de un escándalo fue nominada en los Globos de Oro. En esta trama, que puede parecer una historia de típica telenovela pero ambientada en los suburbios estadounidenses, no hay nada banal. Nada clásico. Haynes regresa a sus raíces como cineasta provocador (véase la excelente Lejos del cielo) y se ríe de las mentiras colectivas.

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Después de todo, hay algo de cómico en una mentira. ¿Por qué, exactamente, una persona miente? Para parecer mejor que otra. Para fingir que las cosas van bien cuando en realidad se están derrumbando como un castillo de naipes. Para mantener el statu quo. Todo esto, al final, es ridículo. Es burdo. Haynes lo sabe y aplica esa sensación en la película. El director no toma en serio a Elizabeth y Gracie, como se puede ver en la escena al principio de la película, cuando el personaje de Julianne Moore abre la puerta de la nevera, la cámara se acerca, la banda sonora suena estruendosa y al final, solo la escuchamos quejarse de que necesita más salchichas. Él sabe que estos dos personajes viven en una farsa y, por lo tanto, los muestra en una comedia del ridículo social. Secretos de un escándalo se ríe de la sociedad. Más aún: Haynes, a partir de esta trama escrita por dos debutantes, Samy Burch y Alex Mechanik, también condena al cine mientras se ríe de la maquinaria de Hollywood. Junto con una actuación impecable de Natalie Portman (en su mejor papel desde El cisne negro), muestra cómo funcionan los engranajes de esta industria. Elizabeth demuestra interés, pero todo es solo para apaciguar su ego y responder a los reporteros. Al final, es explotación.

Cada risa termina en llanto

Sin embargo, no pienses que Secretos de un escándalo se limita a un solo género, a un solo comentario descarado. Después de evidencias el absurdo del todo, el cineasta señala con el dedo a quienes más importan: aquellos que realmente están sufriendo en medio del chisme y la frivolidad. La sociedad se sostiene en mentiras, pero alguien está pagando las consecuencias.

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Los últimos 30 minutos de la película son espectaculares. Haynes invierte la narrativa y, de inmediato, convierte la comedia en tragedia. Melton, que apenas destacaba en la puesta en escena hasta ese punto, entrega una de las grandes actuaciones del año. Y la película, que tiene todo para ser una de las mejores de 2024, termina en una nota muy alta, señalando hacia nosotros, la sociedad, y preguntando: ¿qué estamos consumiendo? ¿Sobre qué mentimos? ¿Quién está pagando por nuestras mentiras? ¿Por qué mentimos? Un puñetazo en la cara sería menos doloroso.

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Publicado primero en la edición brasileña de Filmelier News.