Recordando cómo ‘Las Tortugas Ninja’ conquistaron Hollywood

Las Tortugas Ninja (Teenage Mutant Ninja Turtles) han sido una franquicia mediática tan ubicua, que múltiples generaciones la conocen de una u otra forma. Ya sea como los cómics en que se originaron en 1984, la famosísima serie animada de 1987, los videojuegos de los 90 o la próxima producción animada Caos mutante de 2023. Sin embargo, mucho de su éxito puede rastrearse a su primera película en live-action, de 1990.

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El salto de las tortugas al cine es especial por varios motivos. Sin embargo, lo principal es que se trata de un producto fundamentalmente de su tiempo: una película como ésta sería imposible hoy en día, por no decir impensable. Se produjo en 1989, mucho después de la conclusión trilogía original de Star Wars, con sus innovaciones y refinamientos en efectos especiales por computadora; pero años antes de que Spielberg y su equipo empujaran sus límites con Jurassic Park.

Tampoco había en el horizonte una tecnología capaz de capturar la expresividad que caracterizaba a los protagonistas. Así que Las Tortugas Ninja de 1990 fue realizada de la única forma que podía hacerse: en live-action, mezclando actores de carne y hueso con marionetas y animatronics. El resultado tiene un look un tanto bobo para sensibilidades actuales, pero que funciona como una cápsula del tiempo de su época.

Los inicios: de los cómics indie a sensación televisiva

Cuando Kevin Eastman y Peter Laird lanzaron su primer cómic de las tortugas, de manera independiente, el objetivo era llegar a un público más maduro. El arte era en blanco y negro de alto contraste, con historias más aterrizadas y violentas.

Creadas como parodia de varios elementos populares de los cómics (en particular Daredevil y los X-Men), Teenage Mutant Ninja Turtles estableció varios de los elementos fundamentales de la mitología de la franquicia: cuatro tortugas entrenadas en el ninjutsu por el maestro Splinter, para hacer frente a Shredder y el siniestro clan de El Pie.

Debido a la popularidad de las tortugas en el impreso, el agente de licencias Mark Freedman propuso a la compañía Playmates Toys crear una línea de figuras de acción. Sin embargo, debido al alto riesgo para una línea basada en una línea de juguetes, Playmates solicitó primero crear una serie de televisión.

Así surgió la serie animada que, quizá, es la producción más responsable por la popularidad de la franquicia. Con una duración de 10 temporadas que se extendieron hasta 1996, la producción convirtió a Las Tortugas Ninja en una sensación entre el público infantil, e introdujo otros elementos clave de su identidad: las bandanas de colores, el amor de las tortugas por la pizza, la expresión “¡Cowabunga!” y el trabajo de April O’Neil como reportera (era una asistente de laboratorio en los cómics).

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Entre los cómics, la serie de televisión, una auténtica marea de juguetes y adaptaciones a videojuegos, las tortugas eran un fenómeno cultural aunque con dos identidades diferentes: una para el público adulto y otra para el infantil. Esto sería un problema en el camino a conquistar la última frontera: Hollywood.

Las Tortugas Ninja, entre Michael Jackson y Jim Henson

El descomunal éxito de las tortugas en otros medios abrió las puertas para las primeras conversaciones sobre una película. Eastman y Laird buscaron mantener el control creativo de su franquicia, y sólo aceptaron la oferta de la compañía productora Golden Harvest, responsable por películas de artes marciales como El furor del dragón con Bruce Lee y Armas invencibles (Police Story) con Jackie Chan.

Por otro lado, ninguno de los grandes estudios estadounidenses quiso arriesgarse con la distribución (dado el fracaso en taquilla de Los amos del universo algunos años antes), con la excepción de New Line, que estaba detrás de franquicias como Pesadilla en la calle del infierno.

El director elegido para encabezar el proyecto fue Steve Barron, quien por entonces era más conocido por haber dirigido el icónico videoclip para Billie Jean, de Michael Jackson. Aunque New Line no lograba decidirse por qué línea seguir con la película –si crear algo más oscuro como los cómics, o más infantil como la serie–, Barron fue quien logró conciliar ambas visiones en una producción apta para todo el público.

En ese sentido, el segundo gran problema era cómo traer a las propias tortugas a la vida de una manera que pareciera creíble para una Nueva York realista y contemporánea, pero que no dejase de ser reconocible. Para ello, no había nadie a quién llamar más que al legendario Jim Henson, el hombre detrás de creaciones como Los Muppets, Plaza Sésamo y El cristal encantado. Éste sería uno de los últimos proyectos de Henson antes de su muerte en 1990.

Su compañía, Jim Henson’s Creature Shop, se dio a la tarea de encontrar el mejor método para dar vida a las tortugas. La solución a la que llegó fue emplear actores en trajes de látex, con máscaras animatronics, que incluían meticulosos mecanismos en los ojos y todo el rostro. Las expresiones podían ser programadas y animadas a detalle desde una computadora, y el conjunto era alimentado por una batería oculta en los caparazones de los trajes.

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Así, Las Tortugas Ninja de 1990 podría definirse como una síntesis de lo que la franquicia era hasta ese momento. Una historia situada en un mundo urbano y oscuro, con una estética hasta cierto punto sucia, cuyos protagonistas eran graciosas tortugas mutantes expertas en artes marciales, amantes de la pizza y con coloridos atuendos.

El éxito en taquilla y el declive

A pesar de todas las reservas, complicaciones y lo arriesgado de su concepto, Las Tortugas Ninja de 1990 logró convertirse en un éxito de taquilla. Con un presupuesto pequeñísimo para su época de 13.5 millones de dólares (mdd), contra una recaudación de 202 mdd, se convirtió en la película independiente más exitosa de la historia hasta ese punto. Tuvo que llegar El proyecto de la bruja de Blair casi una década después para superarla.

Con el éxito logrado en Hollywood, la franquicia ya era, oficialmente, un fenómeno de la cultura pop. Y como suele suceder en estos casos, los ejecutivos de New Line no podían ver la hora para seguir explotando a la gallina de los huevos de oro.

Menos de un año después, Las Tortugas Ninja II: El secreto de los mocos verdes (Teenage Mutant Ninja Turtles II: The Secret of the Ooze) ya estaba en salas de cine, aún con el respaldo de la compañía de Jim Henson. Sin embargo, la producción trajo a un nuevo director menos visionario, atravesó cambios en el elenco, y optó por un tono mucho menos violento (instado por presión mediática de padres y médicos), además de un extraño cameo de Vanilla Ice.

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La secuela no cumplió las expectativas. Había costado casi el doble que su predecesora, pero no logró recaudar ni 80 mdd en taquilla. Para cuando la tercera película llegó a salas de cine en 1993, su destino estaba sellado. Aunque se apostó por un tono intermedio entre sus dos predecesoras, el cierre de la trilogía carecía de la magia de la original. Recaudó todavía menos que la segunda parte. El camino de las Tortugas Ninja en el cine había terminado, al menos por un tiempo.

En otros medios, la franquicia estaba bastante sana. La serie animada se mantuvo con vida hasta bien entrados los 90, así como los cómics y videojuegos en diversas plataformas. Incluso hubo una serie en live-action, The Next Mutation. No es la favorita de los fans, pero mantuvo un poco el espíritu de las películas originales.

Con ello, la década terminó por consolidar a Las Tortugas Ninja como una de las franquicias mediáticas más fértiles y lucrativas de su tiempo, incluso con sus altibajos. Desde entonces, los 2000 trajeron diversas iteraciones animadas. A la vuelta del milenio, Eastman vendió su parte de los derechos a Laird, quien a su vez los vendió a Viacom (hoy Paramount Global) en 2009.

La compañía se ha encargado de mantener la franquicia viva por medio de diversas series animadas en Nickelodeon, además de dos películas live-action (producidas por Michael Bay). El proyecto más nuevo es Tortugas Ninja: Caos mutante, animación en una línea muy similar a Spider-Man: Un nuevo universo que se estrenará en cines de México este 10 de agosto.

¿Dónde ver Las Tortugas Ninja de 1990?

Actualmente, puedes ver la primera película de Las Tortugas Ninja en diversas plataformas. Aquí tienes los detalles.

En Prime Video:

La película de Las Tortugas Ninja de 1990 está incluida en el catálogo de la plataforma con tu suscripción, sin costo adicional. Da clic aquí para verla.

En plataformas de compra y renta:

Si prefieres poseerla en tu biblioteca digital, debes saber que la primera película de Las Tortugas Ninja también puede comprarse y rentarse. Puedes encontrarla en Apple TV, Google Play y en Películas de YouTube.

En Pluto TV:

Por último, la película también está disponible actualmente en Pluto TV, donde la encontrarás gratis, aunque con anuncios. Da clic aquí para verla.