‘Rápidos y Furiosos 9’: La cumbre de la generación millennial ‘Rápidos y Furiosos 9’: La cumbre de la generación millennial

‘Rápidos y Furiosos 9’: La cumbre de la generación millennial

En tiempos de memes y discusiones entre generaciones en redes sociales, con ‘Rápidos y Furiosos 9’ la franquicia se encamina hacia su final como el retrato de la cultura de quienes nacieron a partir de los 80.

25 junio, 2021 3:03 PM
- Actualizado 29 junio, 2021 8:49 AM

Era difícil imaginar lo que estaba por venir en septiembre de 2001, cuando la primera Rápido y Furioso se estrenó en cines de México (y varios territorios del mundo). Casi 20 años después, la franquicia alcanza su noveno episodio –Rápidos y Furiosos 9–, que finalmente llega a la pantalla grande. Y es sorprendente constatar todo lo que cambió en esas dos décadas, revelando que aquella vieja máxima del vino, que mejora con el tiempo, también se aplica a los blockbusters.

La primera película, inspirada por un artículo periodístico sobre carreras clandestinas en las calles de Los Ángeles, era protagonizado por los entonces desconocidos Vin Diesel, Paul Walker, Michelle Rodriguez y Jordana Brewster. El poder de la historia estaba justamente en dialogar con el espíritu de aquella época, cuando los jóvenes nacidos entre los años 70 y el comienzo de los 80 (en el cambio de la generación X a la de los millennials) querían autos “tuneados” y con nitro, poniendo el volumen a tope con música de artistas como Ashanti, Limp Bizkit, DMX y Ja Jule.

Rápido y Furioso
El elenco de generación X de la primera Rápido y Furioso: un regalo para los millennials que vinieron después (Imagen: Universal Pictures).

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Se convirtió en un fenómeno. Todo adolescente o joven adulto de los dosmiles fue extremadamente impactado por la película dirigida por Rob Cohen. Carros como Nissan Skyline GT-R, Mitsubishi Eclipse y el Dodge Charger R/T se convirtieron en la marca sobre ruedas de este intercambio generacional, tal como el característico sonido del óxido nitroso al entrar en las cámaras de combustión de los motores.

El momento de la reinvención

Eventualmente Diesel, Walker y Rodriguez fueron en busca de nuevos aires en sus carreras. La tercera entrega, Rápido y Furioso: Reto Tokio partió al oriente e intentó sumergirse en otro fenómeno de la época: el drifting. No funcionó. Aquel parecía el final de la franquicia. Su momento había pasado.

En 2009, ya ocho años después del lanzamiento de la primera parte, el director Justin Lin cambió las reglas. El cineasta, que también había dirigido la tercera entrega, finalmente pudo contar con el regreso del cuarteto original, lo que permitió realizar una especie de reboot de la serie.

Pero no, no se trató de contar la misma historia desde el comienzo, sino que aprovechó a los personajes originales para restablecer las bases de dicho universo. No en balde, la nueva entrega se llamó Rápidos y Furiosos (Fast & Furious) – casi el mismo título de la original, Rápido y Furioso (The Fast and the Furious)–.

Rápidos y Furiosos
Con el tiempo, las escenas de acción y elementos de espionaje cobraron más importancia en la franquicia de Rápidos y Furiosos (Imagen: Universal Pictures).

Lo cual no quiere decir que Lin no haya traído elementos nuevos. El chino taiwanés ya tenía el ojo en el cambio de enfoque del cine y su público, con los superhéroes abarcando un gran espacio en Hollywood. Incluso sin superpoderes, los personajes de Dominic Toretto, Brian O’Conner y Letty Ortiz obtuvieron aires de invisibilidad, saltando de un auto en movimiento a otro, desviando balas como cualquier cosa.

No era como que la franquicia tuviera el favor de la crítica antes, pero el resultado con esta cuarta entrega fue incluso peor en ese sentido. Se trata, a la fecha, del peor promedio de la serie en el compilador de críticas, Rotten Tomatoes, con apenas 28%.

Pero no importó. La historia finalmente hizo sentido para el público, para Universal Pictures y, principalmente, para el elenco. La longevidad de Rápidos y Furiosos estaba consolidada ahí, con la serie finalmente abrazada por la generación del milenio, los nacidos entre 1981 y mediados de los años 90.

No por nada, los diez largometrajes de la serie (incluido el spin-off de Hobbs & Shaw) suman hasta ahora una recaudación en taquilla de 6.2 miles de millones de dólares en conjunto, con dos de ellos rebasando la marca de los mil millones.

El auge con Rápidos y Furiosos 9

Ahora, con retraso de un año debido a la pandemia, Rápidos y Furiosos 9 llega con una fórmula ya consolidada y el regreso del director Justin Lin. Como pocos hubieran logrado, él y el guionista Daniel Casey reúnen en la misma mezcla elementos de superhéroes, espionaje y películas de acción de los años 80. No hay innovación alguna y la pantalla se desborda de clichés, pero eso es justamente lo que el público espera a estas alturas.

En esa evolución para adaptarse a los tiempos, es curioso ver que los autos perdieron parte de su protagonismo en la trama. Finalmente, con la llegada de Uber y la revolución de los servicios online, con debates sobre la necesidad de poseer contra sólo utilizar, los autos ya no están en el zeitgeist de quienes nacieron a partir de mediados de los 80.

La industria automotriz, en todo el mundo, vende cada vez menos.

El Dodge Charger R/T en Rápidos y Furiosos 9
El Dodge Charger R/T también regresa en Rápidos y Furiosos 9, aunque los autos ya tienen un peso mucho menor en la franquicia (Imagen: Universal Pictures).

Coincidencia o no, la transformación iniciada por Justin Lin en 2009 llega a 2021 completamente adaptada a eso. Aún están los autos y tienen su relevancia –incluso hay un segmento dedicado a la NASCAR–, pero están más como referencias para los fans más acérrimos. Suman muy poco a la acción en pantalla.

En tiempos en que el debate entre las generaciones millennial y Z ha tomado las redes sociales, Rápidos y Furiosos ha sabido cómo aprovechar las ambiciones del ocaso de la generación X y cambiar el enfoque a quienes vinieron después, que hoy tienen entre 25 y 39 años.

Ahora, con los nacidos desde 1997 entrando finalmente al mercado de consumo, Rápidos y Furiosos ya marcó su despedida con su décimo capítulo, que llegará a cines en el futuro próximo.

Ciertamente, con el perdón de los fans, la serie pasará a representar el inicio y auge de la cultura millennial –incluso más que Harry Potter–, y sin duda causará bastante pena ajena (el famoso cringe) para las generaciones posteriores.

Ellos se lo pierden.

Texto publicado originalmente en la versión en portugués de Filmelier News.