‘Salvando almas’: el debut de Rose Glass, directora de ‘Amor, mentiras y sangre’ ‘Salvando almas’: el debut de Rose Glass, directora de ‘Amor, mentiras y sangre’

‘Salvando almas’: el debut de Rose Glass, directora de ‘Amor, mentiras y sangre’

Antes de impresionar con ‘Amor, mentiras y sangre’, Rose Glass impactó con su largometraje debut, ‘Salvando almas’ (‘Saint Maud’).

Lalo Ortega   |  
18 abril, 2024 10:31 PM

Desde su estreno mundial en el Festival de Sundance, Amor, mentiras y sangre (Love Lies Bleeding) ha sido una de las películas de 2024 que más han despertado comentarios y expectativas. Difícil creer que se trata de un segundo largometraje, y que su directora, Rose Glass, ya había impactado al público antes con Salvando almas (Saint Maud), su perturbador largometraje debut.

En la superficie, no podrían ser un par de obras más distintas, ni parecerían de la misma directora. Pero como ellas mismas dejan de manifiesto, dejarse llevar por las simples apariencias es quedarse con la historia incompleta.

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Para comenzar, basta con decir que, en su estreno en el marco del Festival de Toronto de 2019, Salvando almas también impactó al público y generó expectativa por su estreno comercial. Y algo más que ambas tienen en común, es que emplean elementos de terror para contar historias sobre mujeres llevadas a extremos psicológicos y sexuales, con fatales consecuencias.

Salvando almas: fe, culpa y enfermedad mental

Amor, mentiras y muerte no podría ser más sobre la expresión física y el deseo si lo intentara. En su centro están Lou (Kristen Stewart) y Jackie (Katy O’Brian), mujeres abiertamente lesbianas en el mundo del fisicoculturismo de los Estados Unidos en los años 80. La carne, el tacto, los fluidos están al frente y al centro del encuadre constantemente.

La narración y estética de Salvando almas operan en sentido contrario: conducen la mente hacia los oscuros terrenos de la represión sexual y sentimental, a la sombra de la fe fanática y otros problemas más complejos.

La primera película de Rose Glass, según cuenta, bebe de fuentes tan diversas como El bebé de Rosemary de Polanski y Persona de Bergman. Es la historia de una joven mujer devota de la fe católica, que trabaja ahora como enfermera privada. Maud, como se hace llamar (interpretada por Morfydd Clark, eventualmente famosa por El señor de los anillos de Prime Video) queda a cargo de Amanda (Jennifer Ehle), una bailarina lesbiana y atea con cáncer terminal.

Salvando almas (Saint Maud)
Fe, culpa y humillación, algunos de los temas al centro de Salvando almas (Crédito: A24)

Amanda afirma no creer en la vida después de la muerte, y se refugia en la compañía de su amante, Carol (Lily Frazer). Maud, en cambio, cree sentir a Dios en su propio cuerpo, y adopta como misión personal “salvar” el alma de la enferma. La enfermera parece conectar con Amanda en un nivel más profundo y, justificada por su fe, pide a Carol no distraer a su paciente en el proceso de encontrar su vínculo con Dios.

Las cosas, como es de esperarse, no son tan sencillas. Humillada y despedida, Maud cae en la soledad. Salvando almas nos revela la oscuridad de un pasado repleto de hedonismo, culpa, violencia e inestabilidad, que la orillan a una conexión más profunda con su Dios. Esto, claro, si eso es lo que en realidad está sucediendo, en primer lugar.

De Saint Maud a Love Lies Bleeding: entre la realidad y la subjetividad

Desde su primer largometraje, Rose Glass ha demostrado maestría para llevar a la pantalla la percepción subjetiva de sus personajes, borrando las líneas entre la realidad objetiva y la percepción, a veces con efectos horripilantes como irónicos.

Sin adelantar detalles sobre Amor, mentiras y sangre, basta con decir que Glass no teme romper con el realismo percibido de la realidad fílmica para entrar al terreno del surrealismo y el terror para traer al frente la psique de sus personajes.

Salvando almas (Saint Maud)
Rose Glass es experta en representar la perturbadora interioridad de sus protagonistas (Crédito: A24)

Esta marca autoral también se percibe en Salvando almas. Maud, en su existencia reprimida, experimenta lo que para ella son contactos divinos, y que para el espectador pueden ser alucinaciones. ¿Están sucediendo en realidad, o son producto de su imaginación?

La respuesta es lo de menos. Lo primordial es representar el mundo interior de una mujer reprimida por su propia culpa, adoctrinamiento y soledad, reflejándose a sí misma en un Dios martirizado.

Maud podría ser muy diferente a Lou y Jackie, sexualmente liberadas e iracundas, pero comparte con ellas su marginalidad y búsqueda de control sobre su propia vida. Incluso si es en términos mal encaminados, que han de conducirlas por el camino de la fatalidad.

Está por verse si Rose Glass seguirá las rutas temáticas trazadas por Salvando almas y Amor, mentiras y sangre en sus futuras películas. Pero, por lo mientras, ha demostrado una habilidad incomparable para retratar, en los términos más viscerales e imaginativos, la interioridad de personajes tan fascinantes como repugnantes e imperfectos.

Salvando almas, de la directora de Amor, mentiras y sangre, está disponible en streaming. Checa dónde verla online.