Putin, dirigida por Patryk Vega, ofrece un retrato fascinante de uno de los líderes más poderosos y controvertidos del mundo. La película revela las contradicciones entre su tiranía y vulnerabilidad personal, explorando el impacto de sus decisiones y el peso de la fama política. Una producción provocadora que invita al espectador a reflexionar sobre el poder, el miedo y la humanidad detrás de la imagen pública.
20 Días en Mariupol es una película impactante, por decir lo menos. Después de todo, el documental ganador del Oscar es el resultado de un trabajo arriesgado de Mstyslav Chernov, un periodista ucraniano que decidió quedarse en la ciudad que da nombre a la película incluso cuando los rusos ya estaban entrando con tanques por las calles. A partir de ahí, en un relato lleno de sangre y lágrimas, seguimos la grabación cruda de lo que sucedió en esos 20 días de asedio en Mariupol, con la narración muy personal de Chernov agregando detalles de los horrores de esta guerra. Es una película fuerte que exige compromiso del espectador y nos hace cuestionar muchas cosas, desde lo que impulsa una guerra hasta la ética del periodismo.
El director Daniel Roher (Once Were Brothers: la historia de The Band) se sumerge de lleno en el fuego cruzado de la política rusa para explorar la historia de Alexei Navalny, líder de la oposición política en la Rusia de Vladimir Putin. Navalny tiene cándidas entrevistas y testimonios del propio protagonista, quien infamemente ha sido víctima de intentos de asesinato y ha sido encarcelado desde 2021. Un documental esencial para los interesados en conocer el denso clima de corrupción e impunidad que rodea la actual política rusa.


