Crítica: ‘Anatomía de una caída’ cuestiona qué es la verdad

Anatomía de una caída, ganadora de la Palma de Oro que se estrena este jueves 25 de enero en cines de México, no pierde el tiempo tiempo. En sus primeros 15 o 20 minutos, seguimos a la protagonista, Sandra Voyter (Sandra Hüller), intentando dar una entrevista en su sala de estar. Pero no puede. Su esposo no deja de escuchar música a todo volumen, en bucle. Es infantil, molesto, irritante. Se ve obligada a interrumpir la conversación. La entrevistadora se va, el hijo sale a pasear al perro. Es entonces cuando ocurre una tragedia: el hombre cae desde el segundo piso de su casa y muere.

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Así es como el largometraje de Justine Triet (Victoria y el sexo) muestra su objetivo. Sandra es tratada inmediatamente como sospechosa y su vida da un giro de 180 grados. Le toca a ella, de inmediato, tener que probar su inocencia. Pero, ¿cómo? ¿Cómo llegar a la verdad? Peor aún: ¿cómo demostrar que su verdad es lo que todos quieren oír y/o creer?

Anatomía de una caída: ¿cuál es tu verdad?

En la superficie, Anatomía de una caída es una película judicial, que incluso recuerda a las historias genéricas de John Grisham, con la diferencia de que la dirección de Triet se enfoca más en los personajes que en la dinámica del tribunal, mucho más espectacular en las historias hollywoodenses del autor estadounidense. Sin embargo, las obersaciones sobre la película van más lejos. Triet no quiere hablar sobre una mujer contra un único sistema, sino sobre la búsqueda de la verdad.

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Al igual que Secretos de un escándalo analiza con humor cómo una historia se transforma a lo largo de los años, Anatomía de una caída analiza cómo un hecho (en este caso, la muerte del hombre) se interpreta de manera diferente, desde el momento del impacto, con diferentes emociones. La caída se refleja de maneras distintas en la vida de Sandra, del hijo, del abogado de Sandra, del fiscal e incluso del perro. Cada uno tiene su verdad, creada a partir del momento en que este acontecimiento choca con sus emociones. ¿Cómo encontrar, entonces, un denominador común?

Al igual que en la película de Todd Haynes, en Anatomía de una caída también hay una buena dosis de humor. La escena de la reconstrucción del lugar del crimen, por ejemplo, es una mezcla de tragedia y humor, con un cuerpo inerte siendo arrojado repetidamente desde la ventana del cuarto del esposo. Todo se hace de cualquier manera, de un modo bastante burdo, como es la búsqueda misma de una verdad universal. Triet se une a Haynes riéndose de ese deseo social de esclarecerlo todo fuera de cualquier duda.

En última instancia, sin embargo, la verdad es más complicada al ser una construcción social de varias capas, versiones y ópticas. Claro que hay una verdad sobre si el hombre fue arrojado o no desde la ventana, pero eso no es a lo que el guión de Triet y su esposo, Arthur Harari, quiere llegar. El hecho en sí mismo es un hecho, no necesariamente una verdad.

Marcha lenta

En esta exhaustiva discusión, sin embargo, vale la pena destacar que Anatomía de una caída peca bastante por el ritmo impreso por Triet en esta historia de dos horas y 31 minutos de metraje. Como no hay un final realmente claro y el guión quiere evitar un final que dé respuestas obvias, la película termina dando algunas vueltas en el mismo lugar y no todos los recursos son realmente factibles o funcionales. Una escena en la que una antigua grabación sale a la luz dice mucho sobre esta construcción de la verdad, pero se aleja un poco de la plausibilidad que la directora francesa siempre intenta buscar.

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De esta manera, Anatomía de una caída nos presenta un camino difícil y sinuoso, con caminos muy complejos, pero que se recorre a paso lentísimo. La búsqueda de un análisis de la situación y la emoción de los personajes en detrimento de un espectáculo judicial, al que estamos tan acostumbrados, quita muchas expectativas y disminuye aún más el ritmo con el que avanza la historia.

Pero, con la excelente actuación de Sandra Hüller y las buenas preguntas planteadas en el texto de Triet y Harari, llegamos a una película que se ha ganado su buen recorrido por la temporada de premios.

Esa es, al menos, mi verdad.

Anatomía de una caída llega a salas de cine este 25 de enero. Entra aquí para comprar tus boletos.

Publicado primero en la edición brasileña de Filmelier News.