Crítica de ‘Invasión secreta’ (Ep. 1 y 2): Marvel entra al thriller de espías

“Imagina un mundo donde no puedas confiar en la información”, nos dice una voz narradora al comienzo del primer episodio de Invasión secreta (Secret Invasion), nueva serie del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) que llega a Disney+ el 21 de junio. “Los noticieros dicen una cosa, los sitios web dicen otra. La sociedad se empieza a desgarrar”.

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Con semejante sentencia, la serie de Marvel Studios hace lo que debería hacer todo buen thriller político y de espionaje: plantar con firmeza ambos pies en una realidad contemporánea y espinosa. Para el caso: la desinformación intencionada para fines políticos, bélicos o económicos, sea justificar insurrecciones en tiempos electorales o invasiones militares. Hasta aquí, temáticamente, es toda una sorpresa por parte de uno de los estudios más poderosos y menos arriesgados de Hollywood, a juzgar por los dos episodios que Disney proveyó a Filmelier de manera anticipada. Por lo menos, el equipo creativo promete: dirige Ali Selim (Hand of God), mientras que Kyle Bradstreet (Mr. Robot) funge como creador y productor ejecutivo. ¿Seguirá Marvel estos hilos de subtexto político? Habrá que ver si al estudio no le gana su característica tibieza. Pero, por lo mientras, el estudio brinda en Invasión secreta un entretenido thriller de espionaje de un modo que no habían realizado antes.

¿De qué se trata Invasión secreta?

De acuerdo a la sinopsis oficial de la serie:

“Nick Fury se entera de una invasión clandestina en la Tierra por una facción de Skrulls que cambian de forma. Fury se une a sus aliados, incluidos Everett Ross, Maria Hill y el Skrull Talos, quien estableció su vida en la Tierra. Juntos emprenden una carrera contra reloj para frustrar una inminente invasión Skrull y salvar a la humanidad.”

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Se trata de la adaptación audiovisual del exitoso megaevento homónimo de Marvel Comics, publicado entre 2008 y 2009, donde los alienígenas metamorfos Skrulls se infiltraron en la sociedad humana al suplantar las identidades de varios conocidos superhéroes. Esta serie de Disney+ es mucho menos ambiciosa en su enfoque, pero se beneficia de ello. Aunque los eventos se desprenden de lo visto en Capitana Marvel y la conclusión de Spider-Man: Lejos de casa, aquí no hay grandes superhéroes con identidades suplantadas. Sólo un puñado de agentes humanos enfrentándose a un escenario imposible, pero más íntimo (“Sólo podemos confiar en las personas a las que amamos. Pero, ¿y si esas personas no fueran quienes creíamos?”, nos recuerda la voz narradora del comienzo). Los riesgos son reales y palpables, pues. Lo que, para ser sinceros, resulta refrescante en extremo para el UCM, una franquicia aquejada por historias tan enredadas como repetitivas sobre multiversos, variantes y realidades en riesgo de colapsar. Invasión secreta es pura intriga –al menos hasta ahora– con un hombre clave en el centro: Nick Fury (Samuel L. Jackson), en su tardío pero muy necesario primer protagónico de la saga.

Episodios 1 y 2 de Invasión secreta: Aliens vs. espías

Hay, como con toda producción de Marvel, mucho terreno que cubrir. Además de la narrativa principal, suelen estar las obligadas referencias a otras películas y series del UCM, así como la introducción de nuevos personajes con la promesa de que aparecerán en futuras entregas de la franquicia. Por fortuna, al menos hasta los primeros dos episodios de Invasión secreta, nos alegra decir que no ha sido el caso. Hay un par de referencias a Los Vengadores aquí y allá, pero en general la narrativa se enfoca en desarrollar a las múltiples facciones en conflicto, con Nick Fury en el centro.

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La última vez que vimos a Fury en el UCM fue en Spider-Man: Lejos de casa, donde eventualmente descubrimos que estaba en el espacio. Previo a eso, en Capitana Marvel, sabíamos que las relaciones entre él y los Skrulls eran amigables. ¿Qué pasó en todos esos años, y cómo llegamos al punto en que una facción de Skrulls busca la aniquilación humana para apoderarse de la Tierra? Incluso si se excede con el diálogo expositivo por momentos, Invasión secreta hace un buen trabajo explicando lo que pasó en esas tres décadas, reintroduciendo a viejos personajes (como Talos, el líder Skrull interpretado por Ben Mendelsohn) y presentando a nuevos. De particular interés son Olivia Colman (ganadora del Oscar por La favorita) como una agente de alto rango de MI6; y Emilia Clarke (Game of Thrones) como una Skrull de motivaciones conflictivas. Por un lado –y tomando una página del manual de Los usurpadores de cuerpos (Invasion of the Body Snatchers) y su subtexto de paranoia por la Guerra Fría–, la serie logra mantener una tensión constante debido a que cualquiera, sin excepción, podría no ser quien dice. Todos pueden ser un Skrull y todos pueden ser un doble agente. Si bien el UCM ya había incursionado en el thriller de espías (Black Widow y Capitán América y el Soldado del invierno), aquí el espectáculo cede los reflectores a la intriga política.

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Por otro lado, al colocar a Fury como protagonista, Invasión secreta se permite desarrollarlo más allá del superagente rudo que no está para juegos. Tenemos aquí a un hombre aguerrido y calculador, pero viejo y desilusionado, un Jack Ryan en un ocaso de hastío que, sin embargo, debe seguir adelante en un delicado juego donde aliados de pronto no lo son, y un error puede desestabilizar a las potencias mundiales. En otras palabras: aquí, menos es más. Y sobre todo, Invasión secreta acaba brindando muy necesaria variedad a una franquicia que ya se siente monótona, más enfrascada en tejer una red de referencias que en contar una historia cohesiva y apasionante. Esperemos que, en los episodios siguientes, Marvel no haya sucumbido a su propia “marvelitis”. Pero por ahora, promete. El primer episodio de Invasión secreta llega a Disney+ el 21 de junio de 2023.