Crítica de ‘Nyad’, de Netflix: el arte de superarse a través del deporte

Confieso que fui a ver Nyad, película que llega a Netflix este 3 de noviembre, con reservas. Al fin y al cabo, para mí, que sólo había visto unos breves comentarios sobre la película y algunos de sus materiales promocionales, parecía otra historia como tantas sobre la superación a través del deporte, como Rocky o Un sueño posible. Sin embargo, a pesar de que sí está plagada de clichés, Nyad tiene algo de lo que muchas películas convencionales carecen: emoción genuina.

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Dirigida por Jimmy Chin y Elizabeth Chai Vasarhelyi, dúo conocido por su trabajo en el oscarizado documental Free Solo y Rescate en las profundidades, la película cuenta la historia real de Diana Nyad (Annette Bening), una mujer de unos 60 años que decide lograr una hazaña que no pudo realizar cuando era más joven: cruzar a nado el mar que separa Cuba de Florida. Es algo que muchos consideran improbable (por no decir imposible), especialmente a a su edad.

Evidentemente, como en toda película de deportes de superación, Nyad también cuenta con un reparto secundario para formar el equipo de Diana. Están la entrenadora Bonnie (Jodie Foster), el experto en navegación John (Rhys Ifans), el timonel Dee (Karly Rothenberg), etc. Son ellos, principalmente Foster e Ifans, quienes dan el soporte para que la emoción aflore en la pantalla, como si fueran los espectadores animando a la protagonista a triunfar en el deporte.

Nyad: un drama de manual, pero que funciona

Evidentemente, de esta descripción se desprende que el guión de la joven Julia Cox, debutando en largometrajes, sigue todas las pautas más convencionales del género. Está el reto inicial de que esa persona no lo logrará, intentos fallidos, un equipo de apoyo, uno u otro personaje absolutamente disfuncional (aquí, en la figura de John). Inmediatamente reconocemos estos elementos y nos sumergimos en las posibilidades, incluso limitadas, de este subgénero.

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Sin embargo, a pesar de estos estándares, Nyad escapa de lo típico y de la emoción habituales. Para empezar, este deporte es mucho más complejo que el boxeo o el fútbol americano: debe nadar durante horas y horas en mar abierto, con muy poca protección y sin paradas. Es un deporte extremo, muy similar a lo que vemos en Free Solo. Diana está más a su merced que en otros deportes. En cualquier momento, con cualquier error, podría morir.

Las cosas se vuelven mucho más emocionantes e intensas; confieso que estuve tenso en todos los intentos del personaje, con curiosidad por saber qué podría salir mal. Algo poco común en este género, donde sabemos que todo, en algún momento, saldrá bien.

Entre aciertos y errores

Es necesario destacar la actuación de Bening. Aunque se habla mucho sobre una posible nominación de Foster, no se acerca a lo que ofrece su coprotagonista aquí. La actriz estadounidense, conocida por sus papeles principalmente en Belleza americana y Mujeres del siglo XX, lo entrega todo: no sólo en las escenas en las que nada, practica deporte, sino en su forma de ver el mundo. Es una interpretación muy particular, que lleva a Bening a otro nivel.

La película cae en algunas malas decisiones de guión, especialmente al final, cuando comienza con una charla de un entrenador (a pesar del buen mensaje contra la discriminación por edad) y flashbacks que nunca terminan. Todo esto provoca cierto cansancio y sensación de que nos han sacado de la historia. Aun así, Nyad es una excelente sorpresa que, a pesar de todos los clichés de este subgénero sobre el deporte y la superación, todavía encuentra espacio para ser emotiva. Vale la pena verla.

Nyad ya está disponible en Netflix. Entra aquí para verla.

Publicado primero en la edición brasileña de Filmelier News.