Crítica de ‘El poder de los centavos’: ¿vencer al sistema? Crítica de ‘El poder de los centavos’: ¿vencer al sistema?

Crítica de ‘El poder de los centavos’: ¿vencer al sistema?

‘El poder de los centavos’ (‘Dumb Money’) simplifica el mundo de las finanzas para contar una historia inspirada en hechos. Checa la crítica.

Lalo Ortega   |  
26 octubre, 2023 5:57 PM
- Actualizado 3 noviembre, 2023 10:34 AM

A veces, la pandemia de COVID–19 –y la crisis económica adyacente– se siente como un periodo tan cercano que resulta curioso abordarlo en retrospectiva. Mucho más extraño, aún, es colocar la lupa sobre uno de sus acontecimientos financieros más sui generis: el caso de estrangulamiento de GameStop, retomado por la película El poder de los centavos (Dumb Money), en salas de cine a partir del 26 de octubre.

Bajo la dirección de Craig Gillespie (Yo, Tonya) e inspirada en el libro The Antisocial Network de Ben Mezrich, la película adopta una estrategia similar a La gran apuesta (The Big Short), de Adam McKay: tomar un libro que desmenuza una de las coyunturas financieras más importantes en la historia reciente de los Estados Unidos, y llevarla a la gran pantalla de manera semi-ficcionada y semi-cómica.

El poder de los centavos: historias del ciudadano de a pie

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Incluso fuera de los Estados Unidos, muchos recordamos la pandemia de manera similar: aislamiento en casa, trabajo remoto en el mejor de los casos, o desempleo y ocupaciones precarias en los peores.

La trama de El poder de los centavos se enfoca, en su mayoría, en una versión dramatizada de Keith Gill (Paul Dano), un analista financiero y youtuber por hobby que fue conocido por el seudónimo de “Roaring Kitty”, que comparte sus opiniones sobre la bolsa de valores en Reddit y en YouTube.

Durante 2020, en la cúspide de la pandemia, Gill se percata de que las acciones de GameStop, la cadena de tiendas de videojuegos, están en caída. Al descubrir que los fondos de cobertura están comprando acciones en corto, apostando por la quiebra de la empresa para generar ganancias, él decide arriesgar todos sus ahorros y apostar en contra.

Sin embargo, el verdadero corazón de El poder de los centavos está en todo lo que ocurre alrededor de eso. Gill, popular en YouTube y Reddit, comparte su método con el resto de la gente, y así conocemos a otras personas en dificultades económicas que deciden seguirlo en su apuesta.

El poder de los centavos
America Ferrera encabeza un elenco de ciudadanos comunes que intentan salir adelante (Crédito: Sony Pictures)

Está, por ejemplo, la enfermera y madre soltera, Jennifer (America Ferrera, Barbie); el trabajador de GameStop, Marcos (Anthony Ramos, Transformers: el despertar de las bestias); y la pareja de universitarias endeudadas, Riri (Myha’la Herrold, Muerte muerte muerte) y Harmony (Talia Ryder, Nunca, rara vez, a veces, siempre). La película dedica aunque sea unas cuantas escenas a conocer las dificultades y aspiraciones de cada uno.

El irreverente contrapunto está en los acomodados, cínicos y hasta despiadados CEOs de los fondos de cobertura, que discuten operaciones millonarias –con repercusiones para millones de personas– como niños intercambiando carritos de juguete. Y luego, aunque con un menor desarrollo, están los creadores de la infame aplicación de inversiones, Robinhood (genialmente interpretados por Sebastian Stan y Rushi Kota), “tech-bros” delirantemente desconectados del funcionamiento del mundo.

Evidentemente –y con razón–, la narrativa de El poder de los centavos se inclina por la gente común, que decide organizarse para aprovechar una pequeña falla en un sistema ya sesgado a favor de los ricos, para apostarlo todo y, quizá, aspirar a una pizca de esa riqueza.

¿David vs. Goliat?

En dicho sentido, El poder de los centavos logra hacer comprensible el mundo de las finanzas y las inversiones para los económicamente menos versados (como quien escribe). No hay escenas de Margot Robbie explicando principios de la Bolsa de valores en un baño de burbujas, pero Gillespie logra replicar ese mismo tono irreverente.

El poder de los centavos
El poder de los centavos es irreverente, pero un poco laxa con los hechos (Crédito: Sony Pictures)

El resultado es una feel-good movie que, de forma casi totalmente acrítica, logra convertir su historia en una versión financiera de David contra Goliat; y a Keith Gill/ Roaring Kitty casi en un Prometeo, un héroe popular que, haciendo uso de la supuesta gran arma del pueblo (internet), logra poner a Wall Street de rodillas. Y es fácil presentar a cualquiera como un héroe cuando los villanos ven a la bolsa de valores como un juego de niños.

La verdad, como siempre, suele ser más compleja y matizada (o, por lo menos, no tan idealizada). La película, si bien no omite este hecho, sólo alude a algunas de las trampas del mundo de las finanzas, donde algunos deben perder necesariamente para que otros ganen.

El caso GameStop arrojará diversos tipos de lecciones durante mucho tiempo, siempre que se le estudie con cuidado. El poder de los centavos funciona como un primer acercamiento y como una historia inspiradora que encuentra un entretenimiento divertido en un mundo complejo.

El poder de los centavos ya está en salas de cine. Entra aquí y compra tus boletos.

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