De Hitchcock a Fritz Lang: las referencias de ‘La mujer en la ventana’

El thriller La mujer en la ventana es uno de los más recientes estrenos de Netflix. Protagonizado por Amy Adams, Gary Oldman y Julianne Moore, el largometraje llegó al streaming el pasado 14 de mayo, y quienes la han visto notaron que la película está repleta de referencias a clásicos de Hollywood.

Por eso, Filmelier trae aquí las principales inspiraciones y referencias de La mujer en la ventana, no sólo para satisfacer la curiosidad, sino también para sumergirnos en verdaderas joyas del pasado.

La primera gran referencia es el propio título de la película, que alude muy directamente a la obra de Fritz Lang, La mujer del cuadro (1944), precisamente titulada en inglés The Woman in the Window. Y nada más por hablar de la mujer del título, Amy Adams es, sin duda, uno de los motivos para ver la película.

La producción es adaptación del libro homónimo del estadounidense A.J. Finn, seudónimo del también editor Daniel Mallory.

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Leer el libro provoca un gran déjà-vu de otras obras literarias, una sensación que gana fuerza al ver la película. La narrativa es una mezcla de La ventana indiscreta (Rear Window, 1954), clásico del director británico y “maestro del suspenso”, Alfred Hitchcock; con La chica del tren, libro de Paula Hawkins que incluso ya tuvo dos adaptaciones cinematográficas –una con Emily Blunt y otra india, Mira, la chica del tren–.

La mujer en la ventana sigue a Anna Fox, una psicóloga confinada a su casa por padecer de agorafobia, el trastorno de ansiedad que impide a una persona salir a lugares desconocidos, o que están fuera de su control. Así, su pasatiempo es observar la vida de sus vecinos, hasta que es testigo de un crimen en la casa de enfrente,

Ese es uno de los puntos narrativos que más se asemejan a La ventana indiscreta. En la trama, el fotógrafo Jeff está limitado a su departamento después de romperse una pierna. A partir de ahí, mata el tiempo contemplando lo que acontece en el vecindario con su cámara. Un día, él presencia un asesinato.

En La mujer en la ventana, la forma en que la cámara retrata los edificios de la calle es semejante a la película de Hitchcock. Esa primera impresión, al mismo tiempo que trae nostalgia por la referencia, acaba dando una sensación de algo ya visto, y que quizá la película no es tan interesante.

Sin embargo, más adelante hay un rompimiento con dicha expectativa cuando el guion ahonda en la confusión, y aunque sea difícil de creer, es uno de los méritos de la historia. Algo similar se ve recientemente en El padre (The Father), ganadora del Oscar al Mejor guion adaptado y a Mejor actor (Anthony Hopkins) este año. Esa confusión dialoga con la mente del protagonista, que nos hace dudar de su cordura.

La chica del tren

La constante duda en la trama es entender si anna está delirando, pues hace uso de remedios psicológicos como bebidas alcohólicas, o bien, si en verdad presenció algo. En la narrativa, ella llama a la policía para reportar lo sucedido, pero es desacreditada por su propio historial.

En este sentido, otra de las referencias de La mujer en la ventana es a La chica del tren. En la trama, Rachel (Emily Blunt) sufre del mismo prejuicio por tener problemas con el alcohol. Ella está obsesionada con un matrimonio aparentemente perfecto que vive en una casa cercana a su ruta diaria del tren. Cierto día, Rachel presencia algo sospechoso y comienza su propia investigación.

La mujer del cuadro

El aspecto psicológico de la trama es genuinamente interesante, y eso nos hace volver a la primera referencia que citamos, La mujer del cuadro, del también director de Metrópolis, Fritz Lang. Además del tema titular, las dos historias se enfocan en el estudio de la mente. En el largometraje del director alemán, un profesor universitario de psicología se ve envuelto en un asesinato, y el guion mismo fue inspirado por las teorías del psicoanalista Sigmund Freud.

Así como con Anna, quien es psicóloga en La mujer en la ventana, cosa que nos es recordada constantemente. Hay un cierto moralismo al ver a un personaje decir lo contradictorio de beber mientras se usan medicamentos controlados.

Laura

La protagonista claramente usa la bebida como escape, y hace lo mismo con el cine. En diversos momentos presenciamos que Anna mira películas de los años 40 y 50. Incluso en una de las escenas cerca del inicio, hay un fragmento de la propia La ventana indiscreta. Al avanzar la trama, entre sus periodos de apagones y lucidez, ella aprecia el cine de la Era de Oro de Hollywood.

Anna mira la película de suspenso, Laura (1944), de Otto Preminger, e incluso cita sus diálogos. Ese momento fue atinadamente colocado por el director Joe Wright, pues precede al crimen que el personaje de Amy Adams atestigua por la ventana.

Laura es uno de los más conocidos film noir de la década de 1940, y sigue al detective Mark McPherson (Dana Andrews), quien investiga el asesinato de una ejecutia, Laura Hunt:

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Cuéntame tu vida

Una más de las referencias de La mujer en la ventana es a otro largometraje de Hitchcock, Cuéntame tu vida (Spellbound, 1945). En una escena, Anna está dormida mientras vemos la película proyectada en el fondo, específicamente la secuencia del sueño –que contó con el diseño de Salvador Dalí–.

Nuevamente hay un vínculo con la psicología, pues en la película del “maestro del suspenso”, Ingrid Bergman interpreta a una psicóloga que trabaja en una clínica especializada en padecimientos mentales.

La senda tenebrosa

El gusto cinematográfico de la protagonista es de lo más refinado, pues en otro momento ella ve La senda tenebrosa (Dark Passage, 1947), otro clásico noir con Humphrey Boggart y Lauren Bacall.

En la trama, un hombre condenado por matar a su esposa, escapa de prisión para probar su inocencia. Para no volver a prisión, se hace una cirugía plástica para modificar su rostro. Al recuperarse de la cirugía, se enamora de una mujer que lo ayuda durante el proceso.

Jane Russell

Esta no es tanto una inspiración de la película, pero la actriz Jane Russell, conocidísima durante las décadas de los 40 y 50, es un punto importante en la trama. El personaje que lleva el mismo nombre es gran objeto de obsesión de Anna.

La actriz protagonizó muchas producciones como El proscrito (The Outlaw, 1943), Los caballeros las prefieren rubias (Gentlemen Prefer Blondes, 1953) junto a Marilyn Monroe.

Todas las películas arriba mencionadas tienen tramas repletas de mentiras, asesinatos no resueltos, intrigas y mucho suspenso, así que todos de alguna forma fueron inspiraciones para el autor de La mujer en la ventana.

El nuevo largometraje puede no ser del agrado de todos, pero es un hecho que está lleno de homenajes y referencias a grandes clásicos de Hollywood. ¿Qué tal si aprovechas el pretexto para conocer todos los clásicos que mencionamos?

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