Esta película, mejor conocida por su título original de ‘The Lost Boys’, es un ejemplo del fenómeno “tan mala que es buena”: la premisa es un poco absurda (hay niños cazavampiros) y las actuaciones son algo exageradas, y sin embargo es muy disfrutable de ver. Puntos extra por el jovencísimo Kiefer Sutherland.
La verdad de las cosas es que ‘Armageddon’ le apuesta a la espectacularidad, incluso si es a costa de la lógica. Sin embargo, este mismo absurdo es lo que hace las películas de Michael Bay tan atractivas. Y claro, siempre está el pretexto para cantar ‘I Don’t Wanna Miss A Thing” de Aerosmith.
Hay comedias bobas, y luego está ‘Tres Amigos’. Tan boba que resulta encantadora, más por tener como protagonistas a grandes comediantes de los ochenta como Steve Martin, Chevy Chase y Martin Short.
Sí, esta comedia romántica adolescente de Netflix tiene sus problemas (no es exactamente progresista). Sin embargo, ‘El stand de los besos’ tiene el encanto de recordarnos los tiernos (y torpes) romances de la adolescencia, con su buena dosis de drama de por medio. Además está la aparición de Molly Ringwald para recordarnos nuestras viejas favoritas del género.
Las películas con Adam Sandler no brillan por sus guiones inteligentes (todo lo contrario, por lo general). Sin embargo, el concepto de ‘Como si fuera la primera vez’ en combinación con su química en pantalla con Drew Barrymore, bastan para darle encanto a esta comedia.