Studio Ghibli está asociado, casi de forma inseparable, al nombre de Hayao Miyazaki, maestro de la animación que fue uno de sus cofundadores y director de casi todas las animaciones más icónicas del estudio, como Mi vecino Totoro o El viaje de Chihiro. Por ello, es fácil olvidar a otro de sus cofundadores y al igual de Miyazaki como maestro de la animación: Isao Takahata, creador de maravillas no tan fantasiosas, pero sí igual de magistrales, como Recuerdos del ayer. Su película más reconocida es La tumba de las luciérnagas, basada en la novela homónima del escritor Akiyuki Nosaka, inspirada en sus experiencias como joven durante la Segunda Guerra Mundial. La historia sigue al adolescente Seita y su hermana pequeña, Setsuko, quienes quedan huérfanos y desamparados tras bombardeos estadounidenses en Kobe, Japón. La película recupera con fidelidad las dificultades que atravesaron muchos niños en Japón durante la guerra, y si bien no cae en el miserabilismo, tampoco se toca el corazón para retratar la dura realidad a la que los niños protagonistas son arrojados. Es una de las películas más auténticas, conmovedoras, pero devastadoras, que se han hecho sobre la Segunda Guerra Mundial. Yo, por lo menos, no he podido verla más de una vez.
Basado en su propio manga homónimo de 1982, ‘Nausicaä del Valle del Viento’ es apenas el segundo largometraje como director del renombrado animador japonés, Hayao Miyazaki (‘El viaje de Chihiro’), y aunque no fue producido por su eventual estudio de animación, Studio Ghibli, sí se le asocia con éste por presentar varias de las marcas que definirían su trabajo posterior. Se trata de una fábula de pacifismo, con una marcada estética steampunk y una moraleja sobre la coexistencia de la humanidad con el mundo natural que le rodea, bellamente animada (para su tiempo, pues sí hay una notoria diferencia con las posteriores animaciones de Ghibli), apta para toda la familia y esencial para cualquier fan de Miyazaki.
Se trata del tercer largometraje animado como director del artista japonés Hayao Miyazaki, una de las mentes más influyentes en la animación mundial contemporánea. ‘El castillo en el cielo’ es, además, el primer largometraje del hoy prestigioso Studio Ghibli, cofundado un año antes por Miyazaki (en conjunto con Toshio Suzuki, Isao Takahata y Yasuyoshi Tokuma). Como tal, no sólo es una bella película por sí misma, con su conmovedora historia de aventura con influencias steampunk; también captura la esencia de las futuras producciones del estudio: colorida animación de primer nivel para dar vida a bellas fábulas de infancia, esperanza, pacifismo, y la relación del ser humano con la naturaleza y la tecnología. Un clásico imperdible, seas fan o no del cine de animación.
El cuarto largometraje como director del aclamado animador japonés, Hayao Miyazaki (y su segundo bajo el sello de su entonces incipiente casa de animación, Studio Ghibli), ‘Mi vecino Totoro’ podría parecer una empalagosa aventura infantil en la superficie, pero como buena obra de arte, logra ser todavía más que sólo eso. Aunque su historia captura la inocencia y la magia de la infancia, también es una hermosa y honesta fábula sobre realidades de la vida como la tristeza y la muerte, pero también la capacidad de sentir alegría a pesar de ellas. Aunque en su momento no fue un éxito en taquilla, la película se ha convertido en una de las más aclamadas de Miyazaki, popularizando a Totoro a tal grado que se volvió la mascota oficial del estudio.
Se trata del quinto largometraje como director del aclamado Hayao Miyazaki (y su cuarto producido con su estudio de animación, Studio Ghibli). Basada en la novela infantil homónima de Eiko Kadono, ‘Kiki: entregas a domicilio’ se inserta tanto en la fantasía como en el género “coming of age”, un conmovedor relato sobre una joven aprendiendo a ser independiente y autosuficiente, pero también vulnerable. Quizá no sea la película más conocida de Miyazaki ni de Ghibli, pero puedes esperar el mismo estándar de calidad narrativa y de animación que las otras obras de arte del estudio.