Manada voraz (The Dogs) es una película de terror sobrenatural que no escatima tensión, atmósfera ni sustos. La historia sigue a Cameron y a su madre, quienes huyen a una granja aislada para escapar de un pasado violento, pero se encuentran atrapados en algo mucho más aterrador. A medida que Cameron comienza a oír voces y a ver cosas imposibles, el espectador se sumerge en un clima de paranoia y miedo creciente, donde nada es lo que parece. Con una cinematografía oscura y giros escalofriantes, Manada voraz es el tipo de película que te mantiene el corazón acelerado hasta el último segundo.
El libro ‘Soy leyenda’ de 1954, escrito por Richard Matheson, ha sido un parteaguas crucial en la ficción literaria y cinematográfica, que ha influenciado novelas como las de Stephen King o películas como ‘La noche de los muertos vivientes’, de George A. Romero. Esta versión, protagonizada por Will Smith, es la tercera adaptación fílmica después de ‘Seres de las sombras’ (‘The Last Man on Earth’, de 1964) y ‘La última esperanza’ (‘The Omega Man’, de 1971). Se trata más de un thriller de acción postapocalíptica que de horror, con mayor énfasis en el espectáculo visual, incluso si los efectos especiales no están del todo bien logrados y el guion cae en algunos clichés. Sin embargo, el carisma de Will Smith la ha convertido en una de sus películas más populares, una que representa el perfecto balance de su filmografía: espectáculo banal pero disfrutable, con suficiente emotividad transmitida por el actor para mostrarnos cómo sería la soledad de ser el último ser humano en la Tierra.
Good Boy: Confía en su instinto es una película de terror con una premisa singular: es narrada desde la perspectiva de Indy, un protagonista canino. La trama lo sigue mientras acompaña a su humano, Todd (Shane Jensen), quien decide viajar a la remota casa rural que heredó de su abuelo. Él es inconsciente de que el lugar está embrujado, mientras que Indy puede percibir a las presencias inusuales que ahí habitan. Es una película que brilla por la originalidad de su perspectiva narrativa y por algunos sustos ingeniosos en el camino, pero también hay que decir que el recurso se agota a medio camino, además de que la premisa sólo se sostiene porque el perro parece ser bastante más listo que su humano. Sin embargo, el encanto del protagonista canino es suficiente por sí solo para generar angustia ante los terrores que se ocultan en la oscuridad.


