Timothy Spall, recordado para siempre como Colagusano en la saga de Harry Potter, aporta su talento a un thriller criminal lleno de tensión y suspenso. En La red de corrupción (The Corrupted), interpreta a un empresario poderoso y corrupto que manipula tanto el mundo del crimen como a las altas esferas del gobierno para mantener su dominio. Con una presencia imponente y una mirada calculadora, Spall encarna a un villano frío e implacable, convirtiéndose en el epicentro de la tensión del filme.
Si crees que Daniel Radcliffe solo empuña varitas mágicas, espera a verlo en Manos a las armas (Guns Akimbo). Aquí, el eterno Harry Potter cambia Hogwarts por un mundo caótico de batallas en línea y despierta con pistolas literalmente atornilladas a sus manos. Con un humor alocado y una energía frenética, Radcliffe se entrega por completo a un papel que exige tanto físico como carisma, demostrando una vez más que su carrera después de Potter está lejos de ser predecible.
Junto a un elenco estelar, Emma Watson brilla como Meg March en la sofisticada adaptación de Mujercitas, dirigida por Greta Gerwig. Muy diferente a la Hermione que la hizo famosa, aquí encarna con delicadeza y madurez a la hermana mayor de la familia March, capturando las complejidades de una joven que sueña con el romance, pero que también debe enfrentar las realidades de la vida adulta.
Rupert Grint, siempre recordado por la torpeza encantadora de Ron Weasley, mantiene su gran sentido del humor en Lunáticos (Moonwalkers). En esta historia, se ve envuelto en una conspiración disparatada para falsificar el alunizaje del Apolo 11, mezclando comedia y acción con un tono irreverente. Su habilidad cómica y su impecable timing lo convierten en el alma de esta película independiente llena de estilo.
Mucho antes (o después, dependiendo de cómo lo veas) de ser el enigmático Snape, Alan Rickman ya robaba la escena como Hans Gruber, uno de los villanos más icónicos del cine de acción. En Duro de Matar, cambia los hechizos por un acento alemán marcado y una presencia magnética, convirtiendo un simple atraco a un rascacielos en un espectáculo de inteligencia y tensión.