Realiza bajo la dirección de su compatriota, Baz Luhrmann, Amor en rojo (Moulin Rouge!) es uno de los roles definitivos en la carrera de Nicole Kidman, merecedora de una nominación al Oscar por su trabajo. Se trata de una frenética historia de amor situada a finales del siglo XIX, con música ecléctica y un estilo de filmación propios del XXI.
No lo arruinemos para quienes no lo conocen, pero el giro argumental de Los otros es uno de los más característicos del cine de terror contemporáneo. La atmósfera angustiosa es sostenida en gran parte por el trabajo de Nicole Kidman como la protectora madre de dos hijos fotosensibles, quienes experimentan acontecimientos extraños luego de la llegada de nuevos sirvientes a su hogar.
En su versatilidad, Nicole Kidman también ha incursionado en los thrillers criminales. Sin salida (Trespass) es además, notablemente, la última película del director Joel Schumacher (Los muchachos perdidos). Aquí, ella y Nicolas Cage interpretan a una desafortunada pareja que son secuestrados por criminales en busca de dinero, sin saber que, lamentablemente, están en la bancarrota.
Dado que la carrera de Kidman se ha distinguido por protagónicos dramáticos, resulta inusual –pero refrescante– verla abrazar el camp como villana en una comedia familiar. En Paddington, ella es una taxidermista obsesionada con atrapar al osito protagonista para convertirlo en parte de su macabra colección.
Otro rol inusual en la carrera de Nicole Kidman llegó en El hombre del norte, épica nórdica de venganza dirigida por Robert Eggers (La bruja). Aquí, interpreta a la madre del protagonista, un príncipe vikingo cuyo padre fue asesinado mientras él fue abandonado a morir. Sin embargo, la verdad resulta ser algo más complicado –y Kidman trae la ambigüedad necesaria a la gran revelación.




