El director Shane Black tiene alguna manía porque sus películas sucedan durante o alrededor de las fiestas navideñas (‘Iron Man 3’, ‘Dos tipos peligrosos’), pero lo que sucede en ellas tiene poco de paz y amor. En ‘Entre besos y tiros’, un ladrón mediocre es frustrado robando juguetes en Navidad, y en su huida acaba audicionando para un papel como actor de Hollywood. Esta extraña y divertida aventura lo acaba implicando con un detective y una actriz de poca fama en una misteriosa investigación por asesinato.
Quizá nada diga “Navidad” como un relato sobre el bien cada vez más desesperado y abrumado por la sombra incontenible del mal. Al menos de eso va, en parte, ‘Sin lugar para los débiles’, una de las mejores películas de este siglo (y de la filmografía de los hermanos Coen, que ya es decir mucho). Un hombre roba dinero del narco, un asesino es contratado para recuperarlo, y un viejo alguacil los persigue a ambos antes de que sea tarde.
La temporada decembrina a veces se siente como una manera forzada de socializar con otros, sin que haya necesariamente una conexión. Ver ‘Anomalisa’ es la ruta contraria para experimentar empatía: presenciar la historia de un hombre incapaz de sentirla. Escrita y codirigida por el genial Charlie Kaufman, esta animación stop-motion trata de Oliver, un hombre gris que percibe a todas las personas como uniformes, hasta que conoce a una mujer única: Lisa.
Si tu Navidad está llena de mucho color y demasiada humanidad, basta con viajar al mundo postapocalíptico y persecuciones de alto octanaje de ‘Mad Max: Furia en el camino’, quizá la mejor película de acción de la década. En esta secuela-reboot de la saga ochentera creada por George Miller, Max se alía con un grupo de mujeres, lideradas por la comandante Furiosa, para escapar del tirano Immortan Joe en busca de un paraíso en la Tierra.
“La Navidad es época de dar”, dicen. Su antítesis natural es Patrick Bateman, para quien todo es recibir… a menos, claro, que se trate de brutales formas de morir, porque entonces reparte con singular alegría. En esta satírica comedia de horror podrás ver a Christian Bale interpretar a un sádico asesino serial que, también, es un yuppie que celebra la vanidad, el egocentrismo y el materialismo.