Pocos pueden presumir de ser uno de los nominados más jóvenes a una de las categorías del Oscar, pero Saoirse Ronan puede decirlo por su nominación al Oscar a Mejor actriz de reparto por Expiación, deseo y pecado (Atonement) a los 12 años. En la película de Joe Wright, adaptada de la novela homónima de Ian McEwan, ella interpreta a la precoz niña que, al presenciar juntos a su hermana (Keira Knightley) y su amante (James McAvoy), hace una acusación que cambia el curso de sus tres vidas para siempre. Ya desde entonces, Ronan demostró un talento actoral envidiable, que sólo mejoraría con el paso de los años.
Si bien uno de los roles más conocidos de la actriz irlandesa en su juventud fue en Desde mi cielo (The Lovely Bones), es su papel en el thriller de venganza Hanna el que hace más justicia a su versatilidad. La película sigue a una niña que fue criada por un exagente de la CIA para ser la asesina perfecta, cosa que tendrá que poner a prueba cuando es enviada a una peligrosa misión en Europa, donde será perseguida por implacables agentes de inteligencia. Se trata de una sólida propuesta con excelentes escenas de acción, que además pone a Ronan codo a codo con actrices como Cate Blanchett.
Con mayor notoriedad y apenas dos décadas de vida, Saoirse Ronan colaboró por primera vez con Wes Anderson en el que sería uno de los roles más icónicos de su carrera hasta ese momento, en El Gran Hotel Budapest (The Grand Budapest Hotel). Su personaje es Agatha, una encantadora repostera con un extraño lunar con la forma de México en su mejilla, que en realidad es un poco satelital a la trama principal, siendo el interés amoroso de Zero (Tony Revolori), en una excéntrica comedia que involucra un complot de asesinato, una herencia, y una ocupación militar. Sin embargo, entre su actuación y el diseño del personaje, Agatha es difícil de olvidar.
La segunda nominación al Oscar para Saoirse Ronan vendría al año siguiente con Brooklyn: un nuevo hogar, una película que lidia con la dislocación y la nostalgia que padecen los inmigrantes. Situada en los años 50, la película sigue a Eilis, una joven inmigrante irlandesa en Estados Unidos que añora su hogar, pero que comienza a adaptarse luego de enamorarse de un hombre estadounidense. Sin embargo, una emergencia la llama a volver a su país, y entonces ella debe decidir cuál de los dos países es su verdadero hogar.
La primera colaboración de Ronan con la directora Greta Gerwig resultó en el que, sin duda, es el papel más icónico en la carrera de la actriz (hasta ahora). Situada a inicios de los 2000, la historia sigue a la rebelde Christine McPherson, quien decide hacerse llamar “Lady Bird” mientras cursa su último año de preparatoria en una escuela católica. Aunque siente prisa por irse de su pueblo en Sacramento, los encontronazos con su madre y sus primeras experiencias amorosas comienzan a cambiar su perspectiva de las cosas. Con esta película, la irlandesa obtuvo su tercera nominación al Oscar.