Crítica de ‘Indiana Jones y el Dial del destino’: una película perdida en el tiempo Crítica de ‘Indiana Jones y el Dial del destino’: una película perdida en el tiempo

Crítica de ‘Indiana Jones y el Dial del destino’: una película perdida en el tiempo

‘Indiana Jones y el Dial del destino’ promete ser la última aventura de Harrison Ford como uno de los personajes más emblemáticos del cine.

Matheus Mans   |  
28 junio, 2023 3:44 PM
- Actualizado 6 julio, 2023 11:17 AM

Una de las primeras escenas de Indiana Jones y el Dial del destino (Indiana Jones and the Dial of Destiny), después de una secuencia llena de efectos especiales en un tren nazi, presenta a nuestro héroe de una manera que nunca antes imaginamos ver. Interpretado por quinta vez por Harrison Ford, lo vemos cansado, avejentado y desencantado con un mundo obsesionado por la carrera espacial, donde los recuerdos de sus aventuras tienen poca importancia. Indy ya no es el mismo y este es un excelente punto de partida para la película, que se estrena este jueves 29 de junio.

Dirigida por James Mangold (Logan), quien asume la silla de director después de cuatro películas dirigidas por Steven Spielberg, la película introduce rápidamente una buena dosis de aventura, como esperamos en una historia de Indiana Jones, cuando la ahijada del protagonista (Phoebe Waller-Bridge, de Fleabag) aparece en busca de un artefacto extremadamente raro. Es ahí donde el pasado regresa, encarnado por el nazi Dr. Voller (Mads Mikkelsen).

¿Es Indiana Jones y el Dial del destino una buena película?

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Promocionada como la “última aventura de Indiana Jones”, la película hace un complicado acto de equilibrismo entre el pasado, el presente y el futuro. El guión de Mangold, Jez Butterworth (Al filo del mañana), John-Henry Butterworth (Contra lo imposible) y David Koepp (Jurassic Park) necesita evocar la nostalgia del pasado, con todo lo que aprendimos a amar de la franquicia; pero también necesita ser una buena película para nuestro tiempo; y, finalmente, marcar los pasos hacia el futuro de la franquicia, ya que Disney ha estado trabajando sobre esta propiedad últimamente.

Indiana Jones y el dial del destino
Indiana Jones está más viejo y cansado, pero aún en busca de aventuras (Crédito: Lucasfilm)

Y es en esta cuerda floja donde las cosas se vuelven más complicadas e inestables. La película se siente indecisa, yendo hacia adelante y hacia atrás: se enfoca en lo que está por venir, principalmente con Waller-Bridge y la dirección de Mangold, pero el pasado acaba siendo más fuerte. Es como un imán que atrae a la historia y a los personajes todo el tiempo. Y Mangold, a pesar de los buenos resultados que ha obtenido en Logan y Contra lo imposible, no es Spielberg. La aventura, que es el punto culminante de Indiana Jones, parece sólo un recuerdo.

Después de todo, el cineasta intenta todo el tiempo emular lo que ya ha tenido éxito en algún momento, como las aventuras aleatorias en Marruecos, y la aparición de un personaje infantil que no aporta nada a la historia, por no hablar de los látigos que, hoy en día, ya no tienen sentido en comparación con las armas de fuego. Al observar las escenas de acción y aventura de películas más recientes que han tenido éxito en estos géneros, como Top Gun: Maverick y Avatar: El camino del agua, todo aquí carece de originalidad y frescura, solo repite lo que ya hemos visto.

Al menos el elenco está bien cohesionado y se divierte. Harrison Ford, quien ya había emocionado al público cinéfilo al volver al papel de Han Solo en Star Wars: El despertar de la Fuerza, demuestra que todavía tiene energía a sus 80 años. Mientras tanto, Phoebe Waller-Bridge no tiene grandes momentos en la historia, siempre queda a la sombra del propio viaje de Indy, sin brillar por sí sola; además está el niño, que acaba por opacarla aún más.

Una película en la encrucijada del tiempo

En esta quinta película de Indiana Jones, la gran búsqueda es por un artefacto mágico que, según la leyenda, tiene la capacidad de hacer que las personas viajen en el tiempo. Y es el tiempo lo que arruina la película: no sólo la cuestión de estar atrapado en el pasado, sino también cuando el viaje en el tiempo se trata con mayor profundidad en el tercer acto. Esta última parte de la historia de Indiana Jones y el Dial del destino es un verdadero caos.

Indiana Jones y el dial del destino
Phoebe Waller-Bridge es una gran adición al elenco, pero acaba más opacada de lo que debería (Crédito: Lucasfilm)

Aunque hay algo de fantasía aquí, lo que amplía las posibilidades de agradar a los niños, el final de la película presenta algo que parece sacado de Doctor Who y que está completamente fuera de lugar en lo que la franquicia creada por George Lucas y Steven Spielberg nos ha ofrecido hasta ahora. Una vez más, es el problema de la cuerda floja del tiempo, entre el pasado, el presente y el futuro: en su afán por crear nuevos caminos para Indiana Jones, Mangold acaba arriesgándose con algo que no funciona.

Quedan ganas de ver más a ese Indiana Jones que aparece sólo durante 10 o 15 minutos, explorando la vida anónima como profesor universitario o montando a caballo en el metro. Esas escenas son mucho más emocionantes que todo lo demás que nos presenta la película. Indiana Jones y el Dial del destino no es una película mala ni desastrosa, pero le falta corazón. Y ese es el mayor pecado en una franquicia como esta.

Después de todo, a pesar de los tropiezos en su historia, la franquicia siempre será recordada por ser una aventura emocionante que combina elementos históricos con un personaje divertido y una banda sonora que ha perseguido a Ford durante años. Aquí hay intentos de emular todo eso, pero con poca eficacia. Al menos nos queda la trilogía clásica, con una primera película casi impecable, para adentrarnos en lo mejor del personaje.

Indiana Jones y el Dial del destino llega a salas de cine este 29 de junio. Para comprar boletos y saber más de la película, entra aquí.

Publicado primero en la edición brasileña de Filmelier News.

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