‘Los Fabelman’ y el cine como nuestra bella mentira ‘Los Fabelman’ y el cine como nuestra bella mentira

‘Los Fabelman’ y el cine como nuestra bella mentira

Con ‘Los Fabelman’, Steven Spielberg entrega su obra autobiográfica

Lalo Ortega   |  
26 diciembre, 2022 2:00 AM
- Actualizado 31 enero, 2023 9:41 AM

Pareciera que, llegado cierto punto de sus carreras, los artistas consagrados tienden a mirar hacia atrás para ver sus vidas con la perspectiva del tiempo, obteniendo resultados muy variables al llevarlas a la pantalla. En los últimos años hemos visto Roma de Alfonso Cuarón, Belfast de Kenneth Branagh, e incluso El tiempo del Armagedón de James Gray. A la lista se suma el legendario Steven Spielberg con Los Fabelman (The Fabelmans), que llegará a salas de cine mexicanas el 26 de enero de 2023.

Se trata de un ejercicio autobiográfico que, sin embargo, llenó a Spielberg de aprehensión. El cineasta estadounidense había pensado en ello desde finales de los 90, e incluso lo tituló I’ll Be Home en aquel entonces.

“Mi gran miedo es que no les guste a mi madre y padre, crean que es un insulto y no compartan mi amorosa pero crítica perspectiva de lo que fue crecer con ellos”, dijo en 1999 a The New York Times. El propio Spielberg refirió que sus propios padres, Leah Adler y Arnold Spielberg, le insistieron que hiciera una película sobre sus vidas, antes de sus respectivas muertes en 2017 y 2020.
Así, pues, Los Fabelman acaba siendo la película más personal del cineasta más grande de Hollywood gracias a que opta por lo pequeño y lo íntimo: su vida familiar. Sí, es la historia de cómo el rey del blockbuster familiar se enamoró de las películas y del refugio que le ofrecían. Pero también es la historia de una familia que se rompe, como tantas otras en la filmografía del director.

Los Fabelman
El momento en que todo cambió para Sammy Fabelman/Steven Spielberg… y para el cine estadounidense (Crédito: Universal Pictures)

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Como la otra gran historia en su ADN, la de Sammy Fabelman (álter ego de Spielberg), comienza con un tren. O con el choque de uno, mejor dicho. En 1952, el pequeño Sammy es llevado por primera vez al cine por sus padres, Mitzi (Michelle Williams) y Burt (Paul Dano). La película es El espectáculo más grande del mundo (The Greatest Show on Earth), de Cecil B. DeMille.

Sammy se obsesiona tanto con la escena del tren en la película, que pide un modelo de tren para chocar una y otra vez. Al ver eso, su madre decide regalarle una cámara de 8mm y el resto, como dicen, es historia.

A partir de ahí, Los Fabelman se convierte en una película sobre un chico que ve la vida por medio del cine. Sammy lo filma todo, desde pequeñas aventuras infantiles con sus hermanas hasta las escapadas a acampar con sus padres y Bennie Loewy (Seth Rogen), mejor amigo de Burt, cuya presencia acaba siendo disruptiva en la dinámica familiar.

Entonces Sammy crece, la familia se muda, él se enamora. Spielberg recorre todos los puntos en el manual del coming-of-age, pero lo hace conservando ese espíritu de asombro de aventuras como E.T. o Encuentros cercanos del tercer tipo. Porque descubrir el cine, filmar sus películas amateur y descubrir su vocación es una aventura para Sammy Fabelman.

Michelle Williams en Los Fabelman
Michelle Williams brinda la actuación más poderosa de la película (Crédito: Universal Pictures)

Eso a pesar de los obstáculos, como los bullies y los rompimientos familiares en el camino. Ya un experto en ello, Spielberg –ayudado por una Michelle Williams capaz de rompernos el corazón en cada aparición– nos recuerda constantemente que la tragedia y los corazones rotos siempre están ahí, aunque sea escondidos en un rincón del encuadre.

Los Fabelman es sobre la necesidad de contarnos historias

Quizá más que las otras obras autobiográficas de sus congéneres, Los Fabelman justifica su existencia al retratar lo que las historias –y crearlas– significa para Sammy/Steven. ¿Por qué narramos, y por qué nos gusta escuchar?

La película de Spielberg nos recuerda el enorme poder de las historias para vernos a nosotros mismos, hacernos sentir identificados y menos solos. O quizá, como intuye la madre de Sammy al ver a su hijo repetir el choque de trenes una y otra vez, nos hace sentir más en control a través del artificio. A través de la mentira, incluso.

Y esto no quiere decir que Los Fabelman esté repleta de imprecisiones sobre la vida de Spielberg –a decir verdad, es bastante fidedigna a sus experiencias–. Pero sí nos habla de encontrar verdades filmadas en el celuloide y moldearlas como queramos en la sala de edición.

¿Para qué? Para hacer ver a un bully como un héroe, quizá. O para hacer catarsis sobre lo vivido y darnos cuenta de que no fue tan malo. O puede que sí. Pero lo que importa es cómo escribimos la historia a partir de ello.

Los Fabelman ya está en salas de cine de México. Para saber más de la película y comprar boletos, entra a este enlace.