Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario, de acuerdo a nuestros Términos y Condiciones de Uso, actualizados al 8 de Septiembre de 2022. Al continuar navegando en este sitio, declaras estar consciente de dichas condiciones.
Notícias > Series > Crítica de ‘Lupin’, Parte 3: la serie mantiene el impulso, aunque con menos encanto
Crítica de ‘Lupin’, Parte 3: la serie mantiene el impulso, aunque con menos encanto
Omar Sy mantiene la gracia y humor de ‘Lupin’, a pesar de ciertas decisiones narrativas esquemáticas. Aquí la crítica.
Comienzo este texto con una confesión: no había visto Lupin, la exitosa serie de Netflix, hasta que me encargaron hablar sobre la 3ª temporada. Así que la semana pasada, me sumergí en el binge watching, es decir, el proceso de ver toda una serie en un atracón. Afortunadamente, no terminó siendo sólo para tener tiempo de hablar sobre la 3ª parte, sino también por una razón que me hizo genuinamente feliz: es difícil dejar de ver los episodios de la serie francesa.
Protagonizadas por el siempre carismático Omar Sy, las dos primeras temporadas, que se lanzaron muy cerca una de otra y se grabaron simultáneamente, siguen a Assane Diop, un ladrón amable que busca vengarse de una familia adinerada por una injusticia cometida contra su padre. Inspirada en las aventuras de Arsène Lupin, la serie combina misterio y drama familiar en medidas que emocionan a cualquiera y, sobre todo, por encantarnos con las aventuras de este personaje tan francés.
Publicidad
Ahora, en la tercera temporada de la serie, las cosas cambian un poco. Assane está escondido, después de los eventos de la segunda temporada, y lejos de su esposa e hijo. La añoranza se vuelve insoportable. Es entonces cuando Assane decide regresar a París con una propuesta audaz: escapar de Francia para comenzar una nueva vida en familia en otro lugar del mundo. El problema es que los fantasmas del pasado insisten en quedarse cerca, y un regreso inesperado sacudirá todos los planes.
¿Es buena la 3ª temporada de Lupin?
Buscando mantener el éxito inesperado que Lupin logró con los estrenos de las otras dos temporadas, el showrunner George Kay (de Hijack) mantiene lo que funcionó. Al igual que en las dos partes anteriores, el drama familiar guía el guión y las emociones de los personajes, otorgando profundidad a una trama que podría ser solo sobre robos magníficos.
Omar Sy brinda carisma y vitalidad a otro personaje icónico de su carrera (Crédito: Netflix) Así, Lupin nunca pierde de vista lo que hace tan bien: poner a Assane en una serie de planes, robos imposibles, traiciones y complicadas huidas. Todo esto para financiar su escape y el de su familia a un lugar más seguro. Es difícil evitar sonreír en cada escapada inesperada y grandiosa del personaje, que cada vez se asemeja más a un Houdini moderno. Sy, que ya había cautivado al mundo con la película Amigos, vuelve a mostrar lo que lo convirtió en un actor tan querido: hace al personaje rebosante de carisma. Y eso es esencial: a pesar de que el guión de Lupin es bueno, Omar Sy es quien le da gracia a Assane. Sin el actor, la serie sería menos emocionante. Otra cosa importante: a pesar de tener un desarrollo inesperado, a partir de una serie que se dividió en partes y no en temporadas, Lupin no muestra señales de desgaste. A diferencia de lo que sucedió con La Casa de Papel, que a partir de la tercera temporada mostraba una evidente falta de creatividad, esta producción francesa repite temas y estilos, pero nunca historias. George Kay sabe cómo continuar una historia sin que parezca que fue improvisada sobre la marcha.
Sin embargo, hay demasiados giros…
A pesar de esta vitalidad de Lupin, y de que la serie logra evadir la sensación de estar repitiendo la misma historia, el showrunner necesita resolver algunos cabos sueltos de las dos partes anteriores para seguir con la serie. Por este motivo, Lupin retrocede en el tiempo con demasiada frecuencia. El guión intenta desesperadamente encontrar significado en la historia de Assane, algo que era innecesario en las dos partes anteriores, ya que se trataba de hablar del momento presente, con un final evidente.
Omar Sy es el alma, corazón y columna vertebral de Lupin (Crédito: Netflix) Ahora, preocupados no sólo por dar una base más estructurada en la tercera parte, los guionistas también comienzan a explorar en busca de un horizonte para la historia en el futuro, ¿una cuarta, quinta, sexta temporada, quizás? Estos avances y retrocesos terminan restando algo de vitalidad a la producción, que tenía un ritmo que hacía imposible dejar de ver las dos partes anteriores. La historia se vuelve un poco más lenta y cansada, pero aún muy divertida e intensa. Así que Lupin tiene un interesante regreso en la tercera parte: aunque se vuelve más esquemática que antes, lo que enciende las alarmas para el futuro de la serie, esta producción de Netflix logra mantener gran parte de su vitalidad. Omar Sy demuestra una vez más que es una de las grandes estrellas de su generación, ayudando a mantener el carisma de la producción. Después de ver todo seguido, una temporada tras otra, no podría estar más encantado con Lupin. Esperamos que las posibles continuaciones no pierdan esta fuerza para que la serie sepa, en algún momento, cómo concluir.
