El terror, al menos en la apreciación de quien escribe, es más poderoso cuando opera para expresar las ansiedades contemporáneas, problemáticas sociales recurrentes traducidas como entes sobrenaturales o espirales de descenso hacia la locura. La descripción podría aplicarse a Huesera, largometraje debut de Michelle Garza Cervera que trata sobre Valeria (Natalia Solián), una joven mujer que resulta embarazada, motivo de felicidad para ella y su pareja. Sin embargo, conforme progresa su gestación –y sus ansiedades y presiones al respecto–, comienza a experimentar las apariciones de un ente extraño y violento, poco a poco cuestionándose si no está perdiendo la cabeza. Desde influencias tan variadas como David Lynch y David Cronenberg (entre otras), Huesera balancea temas que van desde la maternidad y la identidad hasta la sexualidad, cuestionándolas ante el ideal de madre consagrado en la sociedad sexista y conservadora de un México católico. Se trata de uno de los debuts de terror y del cine mexicano más potentes en años recientes, un clásico instantáneo del género y de la cinematografía nacional. Lee más en nuestra crítica de Huesera.
Presentada en el Festival de Cannes 2021 (donde obtuvo una mención especial), ‘La civil’ es una película con una temática tristemente actual en México: la desaparición de personas –principalmente jóvenes mujeres– en el norte del país, víctimas del crimen organizado. La historia sigue a Cielo (la gran Arcelia Ramírez), una madre soltera cuya hija sufre ese mismo destino, y jamás es devuelta a pesar de pagar los rescates solicitados, por lo que la mujer decide tomar el asunto en sus manos ante la apatía de las autoridades. ‘La civil’ es la clase de película que parte de confirmar la lamentable realidad ya conocida por el público mexicano, reiterando temas ya bastante explorados por el imaginario fílmico nacional. Sin embargo, y si bien su segunda mitad podría escapar de la verosimilitud, presenta una provocación moral que puede ser interesante, por lo que cabe señalarla como parte de un “tríptico” no oficial con otras dos películas recientes de mujeres cineastas que abordan el mismo tema: ‘Noche de fuego’, de Tatiana Huezo; y ‘Sin señas particulares’, de Fernanda Valadez.
Seleccionada en Berlinale y en el Festival Internacional de Cine de Morelia de 2022, esta película es escrita y dirigida por Alejandra Márquez Abella, la mente detrás del mundialmente ovacionado drama Las niñas bien. El norte sobre el vacío además posee el atractivo de inspirarse en una historia verídica: la del empresario y cazador mexicano, Alejo Garza Tamez, quien en 2010 hizo frente al crimen organizado. Esta adaptación cinematográfica, sin embargo, se enfoca más en plantear relevantes preguntas sobre la valentía, la masculinidad y el heroísmo.
Dirigida por la aclamada directora argentina Lucía Puenzo (El médico alemán) y producida por la actriz mexicana Karla Souza (Nosotros los Nobles), La caída es un poderoso drama con elementos de thriller psicológico que explora las consecuencias psicológicas del abuso sexual. La historia comienza con Mariel (Souza), una veterana clavadista que se prepara para competir en sus últimos Juegos Olímpicos junto a otra joven clavadista. Sin embargo, cuando la madre de ésta (Fernanda Borches) denuncia al entrenador (Hernán Mendoza) de ser un abusador, el mundo interno de Mariel se viene abajo conforme descubre verdades sobre sí misma y su pasado. Con una sutileza que poco a poco devela los misterios de la trama, La caída es una excelente película que retrata con empatía las profundas heridas que puede dejar el abuso en las personas.
El debut de la cineasta Anabel Caso, Trigal, toca un tema que podría ser muy espinoso en la superficie. Cuenta la historia de dos chicas pubertas, primas y amigas, que pasan juntas un verano de intrigas y descubrimientos. Fuera de los problemas en casa, las dos se ven envueltas en un triángulo amoroso con un campesino 20 años mayor que ellas. Caso no cae en una visión explotadora ni melodramática del asunto: retrata, con sensibilidad, el conflictivo paso de dos chicas de la niñez al mundo adulto, no sólo en su despertar sexual, sino en la búsqueda de su individualidad.