Grandes películas de directoras mexicanas

"Lo personal es político", y pocas demostraciones de ello como este documental, ganador del premio del público en el Festival de Morelia de 2022. Ahora que estamos juntas es la historia de una mujer que, al conocer a activistas feministas, comienza a entender cuál ha sido su propia historia de violencia patriarcal cotidiana.

La cineasta Lila Avilés ya había hecho bastantes olas con su largometraje debut, La camarista, pero Tótem se consagró casi de inmediato como una de las mejores películas de directoras mexicanas en tiempos recientes. Se trata de un tierno relato del tránsito de una niña a la vida adulta, cuando ella y su madre acuden a una reunión familiar pensada para celebrar el cumpleaños de su padre, quien padece de cáncer terminal. Lee más en nuestra crítica de Tótem.

En el cine de género, ha habido pocos debuts tan contundentes para directoras mexicanas como con Huesera, película de terror de Michelle Garza Cervera. La película sigue a una mujer aparentemente feliz con su matrimonio e inminente maternidad, pero durante la gestación, empieza a sufrir espeluznantes apariciones de una entidad sobrenatural. Al mismo tiempo, se debate si su verdadero deseo es ser madre, o si está siendo meramente arrastrada a cumplir las expectativas de otros. Lee más en nuestra crítica de Huesera.

Alejandra Márquez Abella ya tenía un largometraje a su nombre cuando dirigió Las niñas bien, pero esta es la película que la confirma como una de las directoras mexicanas más prometedoras (fue, además, ganadora de cuatro Premios Ariel). La historia se inspira en el libro homónimo de Guadalupe Loaeza sobre las mujeres de la clase acomodada en plena crisis económica de los ochenta.

Ópera prima de María José Cuevas, en la que también fungió como guionista fotógrafa. Bellas de noche es un retrato sensible que simpatiza con sus protagonistas, mujeres que añoran sus viejas glorias, que se quedaron en los tiempos del cine de ficheras y los cabarets.

Salvadoreña naturalizada mexicana, Tatiana Huezo se convirtió en la primera mujer ganadora del Ariel, el máximo reconocimiento del cine mexicano. Nada más. Tempestad es un poderoso documental sobre dos mujeres que luchan contra las peores injusticias, pero se mantienen firmes y con esperanza.

La mexicana Yulene Olaizola tiene a su crédito varios largometrajes documentales como Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo y Epitafios, además de Paraísos artificiales en la ficción. Sin embargo, ninguna otra película suya ha alcanzado las alturas de Selva trágica, la historia de una mujer que, en 1920, escapa a la jungla maya para zafarse de un matrimonio arreglado, en una persecución que parece tomar tintes sobrenaturales.

Sofía Gómez-Córdova se suma a la lista de directoras mexicanas que debutan con una contundente película. La suya es Los años azules, un filme que encuentra su poder en la belleza de la cotidianidad, a partir de las vidas de cinco jóvenes adultos que comparten una vieja casa en Guadalajara.

‘Los adioses’, segundo largometraje de Natalia Beristáin, fue merecedor del premio a mejor película en el Festival de Cine de Morelia 2017 (hazaña que ya había logrado con ‘No quiero dormir sola’), así como el premio del público y ocho nominaciones al Ariel. La película no sólo destaca por sus actuaciones, sino por su tema: la vida de una de las escritoras más importantes de México, Rosario Castellanos – interpretada por Tessa Ia y Karina Gidi –.

La ópera prima de la directora mexicana Claudia Sainte-Luce es una íntima historia sobre familias improvisadas, y también sobre la muerte. Merecedora de varios premios internacionales y múltiples nominaciones al Ariel, Los insólitos Peces Gato narra cómo una solitaria mujer acaba integrándose a la familia de una paciente con SIDA.

De las directoras mexicanas en esta lista, María Novaro es sin duda la más experimentada, ganadora de dos premios Ariel y un premio en el Festival de Sundance, entre varios otros. Tesoros destaca en su filmografía por ser una película pensada para los niños (y filmada con los nietos de la directora como protagonistas), pero que invita a toda la familia a maravillarse y conmoverse.

Dariela Ludlow es, de lejos, una de las mejores fotógrafas trabajando hoy (fotografió Las niñas bien y Los adioses, por citar dos ejemplos de esta lista). Un día menos es el documental con el que debutó como directora de largometrajes, y cuenta la conmovedora historia de una pareja de ancianos cuyo amor sobrevive al paso del tiempo.