Mad Max: Furia en el camino fue tal éxito en buena medida gracias al personaje de Furiosa (Charlize Theron), que prácticamente roba el protagónico al personaje titular. El rol en esta precuela/spin-off recae en Anya Taylor-Joy, en el que es fácilmente su papel protagónico más grande a la fecha. En Furiosa, vemos el origen del personaje, desde que fue arrancada de su familia y su idílica tierra, y decide luchar para encontrar el camino de regreso.
Thomasin en La bruja, también debut del director Robert Eggers, fue el papel que puso a Anya Taylor-Joy en el mapa. Situada en la década de 1630 en Nueva Inglaterra, la película sigue a una familia de exiliados mientras intentan sobrevivir en el inclemente bosque, invitados por tentaciones y desafiados por el miedo.
Uno de los papeles menos conocidos de Anya Taylor-Joy, junto a la igualmente brillante (y hoy más famosa) Olivia Cooke. Pura sangre es la retorcida historia de dos amigas que reconectan, aunque son polos opuestos: una no puede experimentar ningún sentimiento en absoluto, y la otra lo siente absolutamente todo. Sus dispares personalidades dan lugar a un complot de asesinato, cuando una de ellas sugiere deshacerse de su padrastro abusivo.
Es fácil olvidar que Anya Taylor-Joy también protagonizó una película de superhéroes bajo la dirección de M. Night Shyamalan. En Fragmentado, interpreta a una adolescente con serios problemas de salud mental, que cae víctima de un villano con múltiples personalidades (James McAvoy). Su historia continúa en la secuela, Glass.
Anya Taylor-Joy brilla en esta adaptación de la clásica novela de Jane Austen, Emma. Adinerada y egocéntrica, la protagonista se inmiscuye en las vidas amorosas de sus amigos, aunque también debe lidiar con su propia búsqueda del amor.