Borderlands es una película que se comentó durante mucho tiempo, pero parecía que nunca avanzaba—el éxito del videojuego era atractivo, pero la maldición alrededor de las películas basadas en videojuegos parecía pesar más. Hasta que, de manera bastante improbable, el cineasta Eli Roth (Hostel) asumió el liderazgo del proyecto. De hecho, "improbable" es un adjetivo que funciona bien para este título: no solo es sorprendente que haya salido del papel, sino que gran parte del elenco parece no encajar aquí (especialmente Cate Blanchett y Jamie Lee Curtis). La historia, después de todo, es desfachatada: un grupo de mercenarios debe rescatar a la hija de un poderoso mientras hay una carrera para encontrar un tesoro en un planeta en la periferia de la galaxia. Divertida, aunque exagerada en su tono, la película transita entre una audiencia infantil y ciencia ficción para fanáticos de Star Wars en todo momento, sin saber nunca hacia qué lado inclinarse. Aun así, debería divertir a aquellos que buscan una ópera espacial despreocupada y relajada, sin preocuparse por crear mundos y universos muy complejos—además de toda la sorpresa con Blanchett, en su papel más extraño hasta la fecha.
La saga de videojuegos Tekken no goza del mismo éxito que otras más conocidas, como Street Fighter o Mortal Kombat, y aunque también tiene muchos elementos fantasiosos –y hasta un poco ridículos, en línea con las sensibilidades japonesas–, se percibe como una historia más aterrizada sobre venganzas, luchas y algo de intriga corporativa en la mezcla. La adaptación Tekken de 2010 es competente en rescatar la mayoría de esos elementos: la historia se sigue tratando de Jin, un joven peleador que entra al torneo del título para conseguir venganza contra la compañía Mishima Zaibatsu y su presidente, Heihachi Mishima –su abuelo–, a quienes culpa por la muerte de su madre. Hay combates y una trama curiosa que parece mezclar elementos de sagas como Los juegos del hambre. Si eres fan de los videojuegos originales y de sus historias estrafalarias, pero también buscas entretenimiento sin grandes pretensiones, la disfrutarás.
Super Mario Bros. La película (The Super Mario Bros. Movie) es el salto definitivo de la mascota de Nintendo al cine (después de un terrible primer intento en 1993). Producida en alianza con el estudio de animación Illumination (responsable de franquicias como Minions y La vida secreta de tus mascotas), la película sigue la premisa básica de todos y cada uno de los videojuegos de Mario: el malvado Bowser (voz en inglés de Jack Black) invade el Reino Champiñón y es responsabilidad del plomero (voz de Chris Pratt) embarcarse en una épica aventura para derrotarlo. La animación es preciosa y hay algunas decisiones de guión muy acertadas (como poner al hermano de Mario, Luigi, como la “damisela en peligro” y dar un rol más activo a la Princesa Peach), aunque, en general, es una película que opta por un humor muy clicheado –las elecciones de música son una de las principales ofensas–. Para algunos quizá resulte demasiado frenética y no es tan memorable como debería ser, tratándose de uno de los personajes más perdurables de la cultura pop. Sin embargo, es muy divertida, apta para todo público y mantiene intacta la esencia de alegría de la franquicia. Conoce más en nuestra crítica completa de Super Mario Bros. La película.
Subiéndose a la ola de los videojuegos más exitosos, llega la adaptación de la saga ‘Uncharted’. La película, subtitulada ‘Fuera del mapa’, muestra la primera aventura del joven Nathan Drake, antes de los acontecimientos de los juegos, protagonizada por Mark Wahlberg como Victor “Sully” Sullivan y Tom Holland como el famoso cazador de tesoros. Puede que ellos no sean las opciones más obvias para esos personajes, pero logran transmitir carisma en pantalla –principalmente Holland, quien se siente como una mezcla entre Peter Parker e Indiana Jones–. Inclusive, es difícil ver ‘Uncharted’ sin pensar en ‘Los cazadores del arca perdida’. Por ello, tenemos aquí una película de aventuras muy divertida, que da pie para crear una franquicia exitosa también en cines, pues tan pronto la película termina, dan ganas de acompañar a Wahlberg y Holland en otra aventura.
Las adaptaciones de videojuegos al cine siempre han sido una cuestión complicada, rara vez exitosa… y lamentablemente, Warcraft: El primer encuentro de dos mundos no hace mucho para romper la mala racha. Basada en la enormemente popular saga de videojuegos homónima de Blizzard Entertainment, la película logra construir un mundo fantástico visualmente creíble y espectacular, pero que en términos de guion no hace lo suficiente para distinguirse de películas similares, ni para honrar la vasta mitología del material original. Visualmente deslumbrante, cautivará únicamente a los fans de la franquicia o a los fans menos demandantes del cine de fantasía.