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Crítica de ‘Ahsoka’, episodio 6: regresos triunfales
El episodio 6 de ‘Ahsoka’ finalmente pone las cosas en marcha y une los cabos sueltos con ‘Star Wars Rebels’. Checa la crítica.
Es una pena cuando a una serie le toma tanto tiempo ponerse interesante. Para bien y mal, ese es el caso de Ahsoka, que estrenó su 6º episodio en Disney+ la noche de este martes 19 de septiembre.
La serie finalmente ha dejado atrás la exposición tediosa y el lastre del fanservice gratuito, para avanzar la trama y cumplir la promesa implícita de convertirse en una quinta temporada de Star Wars Rebels. Todo en la antepenúltima entrega de la temporada, pero más vale tarde que nunca.
La serie comenzó con el conflicto por la búsqueda de los remanentes del Imperio para recuperar al Gran Almirante Thrawn, quien desapareció cuando Ezra Bridger usó los purrgils para llevarlo fuera de los confines de la galaxia al final de Rebels. El episodio 6 de Ahsoka finalmente ve la resolución a este conflicto. Con la protagonista en persecución, Morgan Elsbeth (Diana Lee Inosanto), Baylan Skoll (Ray Stevenson) y Shin Hati (Ivanna Sakhno) finalmente llegan al planeta Peridea, donde son recibidos por la nave de Thrawn (Lars Mikkelsen) y los remanentes de su ejército. Sabine Wren (Natasha Liu Bordizzo), que había acordado darles el mapa estelar a cambio de la oportunidad de buscar a Ezra, es liberada para encontrarlo, pero es seguida por Baylan, Shin y soldados de Thrawn.
Regresos, nuevos stormtroopers, más incógnitas emocionantes (Crédito: Lucasfilm) Narrativamente, no sucede mucho más que eso en el episodio 6 de Ahsoka. Hay algunas secuencias de acción y humorísticas que ponen el reflector (merecidamente) sobre Liu Bordizzo. Son superfluas, pero ayudan a destacar las competencias de un personaje que, hasta este punto, ha existido bajo la sombra de la más experimentada Ahsoka Tano (Rosario Dawson). Por otro lado, el episodio funciona como una sólida reintroducción de Thrawn como una figura fría y calculadora, distinta a tantos otros villanos de Star Wars que recurren a la fuerza bruta para intimidar. Ayuda mucho que Mikkelsen fue el que le brindó su voz en la animación. Así que, salvo ese peluquín a veces notorio, la transición al live-action funciona de maravilla. El gran momento culminante es, claro, el que esperaban todos los fans de Rebels. Y aunque se veía venir a kilómetros, brinda un cierre satisfactorio a la narrativa que quedó inconclusa desde la serie animada, y otorga un momento de paz antes de la inminente tormenta.
¿Demasiado tarde?
Opacados por los sucesos más importantes del episodio tenemos, una vez más, a Baylan Skoll y Shin Hati, de quienes aún sabemos muy poco. Sin embargo, un par de secuencias sugieren cuáles son sus motivaciones reales para aliarse con Morgan Elsbeth y con Thrawn. Shin, como joven e inquisidora aprendiz, hace las preguntas más interesantes sobre el objetivo de todo el conflicto, perfilándose como el personaje más desaprovechado de la serie.
La joven aprendiz de Baylan Skoll plantea cuestiones que difícilmente serán respondidas en profundidad (Crédito: Lucasfilm) Pues el problema es que estas preguntas llegan en el episodio 6 de Ahsoka, la antepenúltima entrega de la serie. Con los dos episodios finales evidentemente reservados para el clímax y desenlace, parece difícil que este par de Jedi oscuros vayan a ser propiamente desarrollados. Esperemos una grata sorpresa. Sin embargo, considerando el historial de la serie (y de otras producciones de Star Wars de Disney) por seguir mirando al pasado, nuestro optimismo es muy limitado.
